Se acerca un otoño en el que algunos alimentos aumentarán su precio a causa de un contexto complicado y la factura de la luz al alza.
Hace unos días os informamos que algunos supermercados se van a ver en la situación de tener que encarecer sus productos. Nos encontramos en una situación complicada a causa de la factura de la luz, el precio disparado de la gasolina y otros factores que todavía arrastramos de la crisis del coronavirus.
Septiembre asoma como un mes que comienza con nuevo récord en el precio de la electricidad y un futuro preocupante para el bolsillo de los consumidores. El precio de algunos alimentos se está encareciendo desde hace tiempo y se espera que siga esta progresión, y muchos de ellos son insustituibles en los hogares.
Según apuntan en El español, la leche es un producto que aumentará de precio. La situación actual y el conflicto que mantienen algunos supermercados con los ganaderos son elementos clave en esta situación.
Otro producto que va a seguir la tendencia de crecimiento actual es el aceite. Este indispensable en nuestras cocinas ya cuesta un 20 % más que hace meses y seguirá empeorando la situación.
En cuanto a más alimentos básicos, la fruta y los huevos superarán el 5 % de crecimiento en sus precios y algunas carnes, como la de ave, también serán más caras.
En general, la electricidad encarecerá los costes de producción de alimentos y bebidas procesadas, por lo que las consecuencias pueden ser generalizadas en grandes marcas, aunque es difícil hacer cálculos en este aspecto. Probablemente, los refrescos serán de los grandes afectados.
Va a ser un final de año especialmente complicado en general. No podemos olvidar que también se está sufriendo la crisis de los semiconductores que provoca tantos retrasos como aumentos en el precio de todo tipo de productos, además de que puede afectar al empleo de varias industrias, como la de la automoción.
Iremos viendo cómo varía la situación con el paso de los meses y si se toman medidas desde algún ámbito, pero, si nada cambia, tendremos un otoño preocupante para la economía de muchas familias.