El CEO de Citroën, Vincent Cobée, asegura que no tienen interés en resucitar diseños o denominaciones del pasado. Lo más importante es el espíritu de la marca.
El mundo del automóvil está inundado de encarnaciones modernas de nombres y diseños retro. De hecho, en tiempos de crisis, es humano buscar algo reconocible, familiar y reconfortante.
Pero hablando con Top Gear, el jefe de Citroën, Vincent Cobée -un hombre a cargo de una marca con un catálogo histórico enormemente codiciado y deseable- no tiene absolutamente ningún deseo de resucitar nombres y diseños antiguos. Y tiene una buena razón.
“Me siento privilegiado y honrado de dirigir una marca que tiene una herencia enorme. Después de todo, eres las consecuencias de todas tus experiencias pasadas”, nos dice filosóficamente. “Entonces, por supuesto, tengo el deber de marca de ser respetuoso, consciente y consistente, llevando la bandera de estas experiencias”, comenta.
“Pero eso no significa que haya que creer que las respuestas pasadas son las respuestas correctas para el futuro. Hay una diferencia entre el carácter y la solución«, matiza. De hecho, Cobée apunta no solo a continuar las líneas de modelos o segmentos por el simple hecho de hacerlo, sino a construir automóviles que respondan a las necesidades; coches que ofrezcan soluciones.
“Entonces, podría argumentar que el Ami hace lo que hizo el 2CV: proporcionar transporte asequible en un momento en el que se necesitaba, en un lugar en particular y para un tipo de cliente”, desarrolla.
“¿Es la misma solución? No. ¿Se ve igual? No. ¿Se llama igual? No«, comenta. Además, explica por qué se llama así. Sí, era el nombre de un Citroën antiguo construido en los años 60 y 70, pero tiene más que ver con que Ami signifique ‘amigo’, por lo que Citroën pensó que era ‘genial’. Es difícil discutirlo.
“Estar inspirado por el pasado cuando se trata de carácter, de visión, de cumplir con la responsabilidad social, por supuesto. Inspirándote en el pasado para estilizar o nombrar -un coche-, ese ejercicio se ha hecho muchas veces. A veces tiene éxito y a veces no”, añade.
«Prefiero ser fiel al espíritu que usar el pasado«
Por ello, plantea algunas preguntas sobre lo que significa mirar hacia atrás. “¿Hacemos esto para deslizarnos sobre la conciencia existente? ¿Hacemos esto para ahorrar dinero en marketing? ¿Hacemos esto porque hay una razón? ¿Estamos siendo fieles a esa herencia pasada?
Es muy peligroso cuando usas el nombre de algo que fue un éxito absoluto. Prefiero ser fiel al espíritu que usar el pasado«, opina Cobée.
Su pasión por los valores de Citroën -de responsabilidad social ‘militante’, como él explica- es clara: “Estamos aquí para tener el coraje socialmente responsable de responder al problema del mañana. Esa es la herencia de la marca«.
De hecho, esos modelos retro que a veces nos marean tampoco miraron hacia atrás. Pero nuevamente, es natural y reconfortante ver una forma familiar o un nombre reconocible.
Este artículo fue publicado en Top Gear por Sergio Ríos.