Su llamativo diseño y lo desorbitado de su precio en comparación con su competencia más directa inmediatamente volvieron a sembrar la duda de si se trataba de otras de las ‘excentricidades’ de los de Cupertino, unas excentricidades que para ser justos en muchas ocasiones se terminan convirtiendo en todo un éxito de ventas, si no que se lo pregunten a todos aquellos que llenaron la red de memes en el lanzamiento de los primeros AirPods en 2016 y que a día de hoy llevan unos en sus orejas, o peor aún, una copia de los mismos.
Sea como fuere estos AirPod Max que hoy analizamos tienen mucho que demostrar en un segmento como el de los auriculares inalámbricos con cancelación de ruido donde la competencia es amplia, buena y, en la mayoría de casos, más económica.
Tras más de un mes de uso ya tenemos nuestra review de los AirPods Max de Apple, ¿merece la pena invertir más de 600 euros en unos auriculares? Te lo contamos.
Apple AirPods Max | |
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Tipo | Circumaural cerrado |
Construcción | Acero inoxidable / Aluminio anodizado |
Almohadillas | Magnéticas de tela trenzada y espuma viscoelástica |
Drivers | 40 mm con imanes de neodinio |
Procesador | 2 x Chip H1 de 10 núcleos |
Conectividad inalámbrica | Bluetooth 5.0 |
Conexiones | Lightning |
Sensores | 2 x Óptico / 2 x Posición / 2 x Acelerómetro / Giroscopio |
Cancelación de ruido | Sí, de tipo activo (ANC) |
Micrófonos | 8 para cancelación de ruido + 3 micrófonos para voz (uno dedicado y dos compartidos) |
Modos | Normal / Transparencia / Cancelación de ruido |
Autonomía | Hasta 20 horas |
Colores | Gris / Gris espacial / Azul cielo / Rosa / Verde |
Accesorios | Smart Case / Cable USB-C a Lightning |
Dimensiones | 16,86 x 8,34 x 18,73 cm |
Peso | 384,8 gramos |
Otros | Audio espacial |
Precio | 629 euros |
El análisis de los Apple AirPods Max por apartados:
Premium, premium, premium…
Seguramente has visto ya mil fotos de ellos, pero es uno de esos casos en los que las imágenes no hacen justicia a la realidad, es injusto realizar cualquier tipo de crítica a los AirPods Max sin antes haberlos tenido en las manos.
Son con diferencia los auriculares mejor construidos que he tenido la oportunidad de analizar, y ya son unos cuantos, aquí no juzgo su estética es una afirmación puramente objetiva.
Y es que sorprende mucho la calidad de los materiales y lo sólido de la construcción, el esqueleto principal compuesto por la diadema y las rótulas móviles que la unen con los dos auriculares están fabricadas íntegramente en acero inoxidable, para las cápsulas se ha recurrido al ya clásico aluminio anodizado que nos recuerda a los MacBook y están disponibles en cinco colores: gris espacial, plata, azul cielo, verde y rosa.
La diadema está cubierta íntegramente con una silicona muy suave y agradable al tacto en una tonalidad de color más fuerte de la que hayamos elegido para el aluminio de los auriculares. En la parte superior, la que apoya directamente con la cabeza, en lugar de la habitual almohadilla cuentan con una rejilla elástica que consigue que en ningún momento la parte metálica de la diadema se apoye en la cabeza. Estéticamente no parece lo más bonito del mundo, pero ya adelanto que es uno de los elementos de diseño clave de estos AirPods Max.
El tejido de la rejilla es muy elástico y parece resistente, aguanta perfectamente la presión fuerte y prolongada con los dedos, aunque creo que conviene mantenerlo alejado de objetos punzantes que podrían cortarla. Mucho ojo al dejarlos, por ejemplo, dentro de una mochila, ya que esta parte queda totalmente desprotegida aunque utilicemos la Smart Case.
Si tiramos suavemente, pero con cierta firmeza, de la unión entre los auriculares y la diadema podemos alargar la extensión de la misma hasta 3 centímetro por cada lado. Aquí no existen saltos a modo de pasos, simplemente tienes que deslizar y contraer el ajuste telescópico hasta que logras el ajuste con el que te encuentres más cómodo.
En los Max de Apple no existen los crujidos, chasquidos o sensación de que nada se pueda romper. La unión entre los auriculares y la diadema, uno de los puntos críticos que cualquier auricular circumaural o «over-ear» se resuelve mediante una rótula con una bola de acero que permite la flexión hacia el exterior para facilitar el ajuste y un juego de giro de poco más de 90 grados.
No se pueden plegar sobre sí mismos como la mayoría de auriculares, lo que dificulta en gran medida su guardado, todo lo más que podemos hacer es aplanarlos para colocarlos sobre una mesa o introducirlos en su peculiar funda de la que hablaré más adelante.
Las almohadillas están fabricadas en viscoelástica cubierta de tela, y cuentan con una estructura de plástico con imanes que permite que se puedan cambiar con asombrosa facilidad. Si lo habitual es tener que llevarte por delante más de una endeble pestaña de plástico para sustituir las almohadillas, en los AirPods Max el proceso se simplifica al máximo gracias a su sistema de sujeción magnética.
Sinceramente me parece una genialidad, que además abre la puerta a poder cambiar la estética de los auriculares en cualquier momento cambiando el color de las almohadillas. Eso sí, al módico precio de 79 euros el par... ‘This is Apple’, no lo olvides.
Las almohadillas se pueden lavar, algo que es impensable con los cueros sintéticos que suelen verse habitualmente. En cuanto a su comodidad, o no, ya hablaré más adelante.
La gran superficie externa de los auriculares podría incitar a pensar en algún tipo de control táctil, pero no es el caso, y tras mi experiencia con algunos modelos como los Philips PH805 tengo que confesar que lo agradezco. Los controles físicos son más fiables, y permiten estar ubicados en zonas menos propensas a las interacciones involuntarias.
Este aspecto se ha simplificado al máximo, y en mi opinión está muy bien resuelto: un botón y una corona digital giratoria similar a la de los Apple Watch aunque ostensiblemente más grande, que además es pulsable. Ambos están colocados en la parte superior del auricular derecho, uno a cada extremo de la diadema, y son fácilmente accesibles con los dedos índice y corazón de la mano derecha.
La corona digital es muy sensible, aunque no he tenido ningún problema de interacción involuntaria durante mis ya muchas horas de uso para poder ofreceros esta opinión de los AirPods Max. El giro de la corona sirve para aumentar o disminuir el volumen, si la pulsas una vez reproduce, pausa o responde y cuelga llamadas , la doble pulsación rápida permite saltar a la siguiente pista, mientras que las tres pulsaciones seguidas hacen el efecto contrario, una pista hacia atrás.
Para invocar a Siri solo hay que dejar pulsada la corona, aunque de forma predeterminada los AirPods Max también pueden utilizar la escucha activa y reacciona al comando ‘Oye Siri’ en cualquier momento y así lo tenemos configurado en el dispositivo al que tengamos vinculado los auriculares.
En cuanto al segundo botón, sirve únicamente para alternar entre los diferentes modos de escucha: cancelación de ruido activa, normal o transparencia, en ese orden. Además si lo mantienes pulsado activa el modo vinculación para poder utilizar los auriculares con otros dispositivos fuera del ecosistema Apple.
Al igual que con AirPods, AirPod 2 o AirPods Pro puedes emparejarlos con dispositivos Android o cualquier fuente de audio con Bluetooth, aunque dejando de lado parte de las funciones como Siri siempre activo o el sistema de audio espacial con seguimiento de cabeza, además de gran parte de las información y opciones de configuración que disponen los usuarios de iOS o Mac.
Y si estabas buscando un botón de encendido y apagado, no lo busques porque no existe. Los AirPods Max nunca llegan a pagarse del todo, aunque no te preocupes porque tiene truco, tú sigue leyendo.
En la parte inferior del auricular derecho encontramos un pequeño led de estado y el conector Lightning para carga. De forma menos visible integran todo tipo de sensores para, entre otras funciones, saber cuándo tienes los auriculares en la cabeza para reanudar la reproducción o pausa automáticamente el audio cuando te los quitas o los colocas alrededor del cuello, que por cierto funciona extraordinariamente bien.
Los sensores ópticos, de posición y el acelerómetro están duplicados, uno por cada auricular, junto con los sensores para detectar cuando introducimos los Airpods Max en su funda, mientras que solo incorpora un único giroscopio ubicado en el auricular izquierdo.
Como en una nube
Además de la construcción y la calidad de materiales una de las primeras cosas que llaman la atención de los AirPods Max es su elevado peso, unos 385 gramos, lo que supone aproximadamente unos 100 gramos por encima de la media. Sirve como referencia los Sony WX1000XM4, una de las mejores alternativas a los AirPods Max que “solo” pesan 254 gramos. Obviamente el metal es mucho más pesado que el plástico y eso se nota.
Con este punto de partida es normal que empiecen a surgir las dudas con respecto a su comodidad, sobre todo tras varias horas de uso. Sorprendentemente son increíblemente cómodos, no niego que serían ideales con unos gramos menos, sobre todo para aquellos que pueda tener problemas en el cuello, pero la forma en que está diseñada la diadema -con la rejilla superior que consigue mitigar toda la presión sobre la parte superior de la cabeza-, junto a las almohadillas viscoelásticas y los resortes que que pegan los auriculares alrededor de la oreja, consiguen repartir perfectamente el peso sin incidir de forma concreta en ninguna de las zonas presión.
Cuesta algo pillarle el punto exacto pero una vez lo consigues puedes pasar varias horas sin notar dolor alguno en las orejas o en la parte superior de la cabeza, una de las zonas que en mi caso particular más se resiente con la mayoría de auriculares.
Últimamente utilizo para jugar los Skullcandy Evo que analicé hace unos meses, me encanta su sistema de motores hápticos para graves y cómo enriquece la experiencia de juego, pero tienen el problema de las mayoría de auriculares circumaurales: a partir de las dos horas de uso continuado la diadema genera molestias en la parte superior.
Los AirPods Max no tienen esa profundidad de graves, es un concepto totalmente diferente como veremos en el apartado de sonido, pero me han permitido pasar varias horas de juego sin fatiga alguna, incluso los he estado utilizando para trabajar, más de 8 horas de uso casi continuado y como si nada, alucinante.
Además de pesados, los AirPods Max son algo más grandes de lo esperado, en parte porque la almohadilla de los auriculares es capaz de rodear por completo incluso las orejas más grandes sin realizar presión sobre las mismas, apoyando únicamente sobre la cabeza, lo que en mi opinión es gran ventaja.
Las almohadillas están recubiertas de un material trenzado muy transpirable que protege la espuma viscoelástica del interior, un material resistente con un pequeño efecto memoria momentáneo que se adapta perfectamente al contorno de la cabeza.
Al presionar con la palma de la mano es curiosos escuchar como exhalan el aire de su interior, prueba de su buena maleabilidad. El resultado es un gran aislamiento, incluso con gafas las almohadillas se adaptan al contorno de las patillas sin resultar molesto.
El material viscoelástico junto a la tela trenzada hace que las almohadillas sean mucho más transpirables que las típicas almohadillas de cuero o de piel sintética como las que se encuentran en los Sony WH-1000XM4. Como resultado, los oídos se humedecen menos y tienes menor sensación de calor en el interior, al menos en Madrid yo no he tenido problema alguno con la condensación como en su momento publicaron algunos usuarios.
Ya sabemos que son cómodos, muy cómodos, pero muchos se estarán preguntando si los AirPods Max son adecuados para hacer deporte. Tengo claro que no, y es la comodidad se paga en forma de cierta holgura, tanto en la diadema como en el recinto de donde se alojan nuestras orejas, esto hace que con movimientos bruscos los auriculares se muevan con facilidad y resulte molesto.
Puedes caminar con ellos, moverte por casa de un sitio a otro, pero no correr o realizar una actividad deportiva que implique mucho movimiento ya que estarás todo teniéndolo que devolver a su posición ideal.
Tan inteligente como poco práctica
Al margen de su precio unos de los aspectos más polémicos de los AirPods Max ha sido su peculiar estuche de transporte o Smart Case. Dejando a un lado memes y comparaciones, todavía le sigo dando vueltas a qué estaban pensado en Cupertino cuando decidieron dar luz verde a este esperpento.
El estuche, por llamarlo de alguna forma, está fabricando en una especie de silicona que se cierra con una lengüeta imantada, el interior está recubierto por un material suave aterciopelado. En la zona inferior tiene una pequeña muesca en la apertura que deja visible el conector para poder cargar los auriculares con la funda puesta.
Una vez colados los AirPods en su interior no solo tiene una apariencia bastante estúpida, sino que no es capaz de realizar ni la función más básica que se espera de una carcasa o estuche: proteger aquello que contiene en su interior de suciedad, polvo, golpes o arañazos.
Dentro del estuche, toda la diadema -incluida la rejilla superior que queda expuesta a elementos cortantes-, y la zona superior e inferior de ambos auriculares, incluida la parte baja de las almohadillas, queda totalmente expuesta. Es como una casa sin tejado, una estupidez en toda regla.
Entiendo que en la cabeza de los diseñadores de Apple sonaba muy ‘cool’ eso de llevar los auriculares como si de un pequeño bolso se tratase, pero a nivel practicidad la idea es un desastre. La Smart Case puede cumplir parcialmente su función protectora cuando estamos en casa, para dejarlos sobre una mesa o cajón cuando no los utilicemos y durante la carga, pero poco más.
Su única utilidad real es ese modo de energía ultra baja en el que entran los auriculares al introducirlos en su interior, y poco más.
Para que os hagáis una idea cuando he tenido que llevarlos en la mochila he preferido cubrirme las espaldas metiéndolos en una bolsa de tela. Intenté utilizar el estuche rígido de alguno de mis otros auriculares pero al no poder plegarse es complicado encontrar uno en el que puedan entrar. Sinceramente resulta frustrante que tenga que ser el usuario el que tenga que buscar alternativas para proteger unos auriculares que recordemos cuestan más de 600 euros.
Lo peor es que la frustración no acaba aquí, fiel a sus ideas, que para colmo son seguidas por otros fabricantes, y a igual que en los iphone, Apple no incluye cargador de pared, solo un cable USB-C a Lightning. Esto ya podemos considerarlo como normal, desgraciadamente, lo que no tiene sentido es que tampoco se incluye el cable para poder conectarlo por jack, que debes comprar por separado por 39 euros, lo que impide poder disfrutar de serie del audio sin comprimir, un tremendo error si tu intención es posicionar los AirPods Max como un referente en calidad de sonido.
Además Apple tampoco ha tenido en cuenta que no todos los dispositivos disponen de capacidades inalámbricas, de hecho en el audiófilo el cable es la única alternativa, por razones evidentes.
Una batería que cumple lo que promete
Una cosa que me gusta de Apple es que no suele intentar engañar con la duración de la batería de sus dispositivos, incluso en la mayoría de ocasiones suele ser bastante contenida a la hora de dar cifras.
Para los AirPods Max indica hasta 20 horas de autonomía, en apariencia una cifra claramente por debajo de su competencia que suele facilitar datos oficiales de 30 horas, que luego suele ser bastante inferior ya que las mediciones suelen realizarse sin la cancelación de ruido activa y con niveles de volumen muy moderados.
Siempre he comentado que resulta complicado medir la autonomía real de unos auriculares puesto que en circunstancias normales nadie hace un uso continuado durante tantas horas con un mismo nivel de volumen y un único modo.
Lo normal es utilizarlos en intervalos de tiempo, con diferentes niveles de volumen y alternando entre los modos disponibles según las circunstancias. En el caso de los Max en nuestra pruebas de uso “normal” estuvimos rondando siempre esas 20 horas, que no está nada mal.
En cuanto a la carga, cuenta con un sistema de carga rápida que permite una autonomía de 90 minutos con la cancelación de ruido activada con solo cinco minutos de carga. Para ello hemos utilizado el cargador USB-C de 20W oficial de Apple, el tiempo para una carga completa partiendo de cero es de aproximadamente 100 minutos.
Como ya he comentado al principio los AirPods Max no se pueden apagar, carecen de esas funcionalidad, lo más parecido a ello es introducirlos en la Smart Case. Obviamente esto hace que me planteara dudas razonables sobre el comportamiento de la batería cuando no estuviera utilizando los auriculares.
En este caso se plantean dos escenarios: dejarlos fuera de la funda, o dentro de la misma. En el primer de los caso la merma de batería es mínima, tras 12 horas encima de una mesa fuera del estuche de carga y desconectados de cualquier dispositivo la merma de la batería fue de tan solo 3%, mientras que dentro del estuche transcurrido un día el widget de batería del iPhone no mostraba merma alguna.
Para salvaguardar la batería, después de 72 horas fuera de la Smart Case o tras 18 horas dentro de la misma, los AirPods Max pasan un modo de consumo aún más reducido que apaga Bluetooth y la función de búsqueda para conservar aún más la carga de la batería.
¿Y qué pasa cuando la batería se agota por completo? Como sabrás en la mayoría de auriculares inalámbricos podemos seguir utilizándolos vía cable de forma pasiva. Obviamente no es lo mismo, pero vale para salir del paso. Con los AirPods Max aunque hayas invertido en el cable, lo siento mucho, si no tienen batería son absolutamente inservibles.
¿La mejor cancelación de ruido del mercado?
Presionando el botón de la parte superior del auricular derecho podemos alternar entre los tres modos de sonido: normal, transparencia y cancelación de ruido. Cada uno emite un pequeño sonido característico que nos ayuda a saber en qué modos nos encontramos sin necesidad de mirar las opciones en la pantalla.
En el modo normal no existe ningún tipo de ayuda, la cancelación es la que conseguimos por el mero hecho de tener las almohadillas ajustadas alrededor de las orejas, y tampoco existe ningún método de amplificación de sonido.
Es el mejor modo para disfrutar de la música, pero a la vez el más confuso, el ajuste y las almohadillas viscoelásticas hacen muy buen trabajo, pero no terminan de aislarte por completo, lo que resulta un tanto raro. En mi caso solo lo uso cuando estoy tranquilo, sentado y sin ruido alrededor, y quiero disfrutar de todos los matices, para el día a día incluso suelo desactivarlo en el iPhone y alterno entre la cancelación de ruido y transparencia.
El modo transparencia rompe por completo el aislamiento y amplifica los sonidos del exterior, es mi modo favorito para trabajar y funciona muy muy bien. Además es el único que sirve realmente para contestar llamadas, al menos a mi me resulta molesto escuchar retumbar mi propia voz dentro de la cabeza.
¿Tienen los AirPods Max el mejor sistema de cancelación de ruido del mercado? En mi modesta opinión el ANC de Sony es superior, consigue mitigar y amortiguar muchas más frecuencias, y funciona mejor con los sonidos monótonos, como el ruido del motor de un avión (para lo que tuve que recurrir a esto… maldito coronavirus) o el infernal sonido de mi PS4 ejecutando TLOU2 (maldita Sony y su escasez de consolas…), mientras que la cancelación de ruido de los AirPods Max funciona mejor con las voces y sonidos variables.
Dicho esto la respuesta es sí, para mí los AirPods Max tienen el mejor sistema de cancelación de ruido activa hasta la fecha. Puede que no sean los más efectivos a la hora de bloquear ciertas frecuencias, pero consiguen aliviar la sensación de presión que algunas personas tenemos con la cancelación de ruido y que resulta tan molesta.
El buen trabajo de las almohadillas y su sistema de cancelación de ruido adaptativa de ocho micrófonos (3 exteriores y un interior por cada auricular) que ajusta la intensidad en tiempo real según las circunstancias, hace que sea necesaria una menor tiempo de exposición al ruido blanco para neutralizar de forma eficiente los sonidos externos, haciendo que la experiencia sea más cómoda y natural, además de “ensuciar” menos el sonido.
Si has probado en alguna ocasión auriculares con cancelación de ruido te habrás dado cuenta que tras varias horas de uso se produce una especie de fatiga auditiva muy molesta, incluso mareante para muchos. En el caso de los AirPods Max puedes utilizarlos durante horas sin ningún problema, no hay gran diferencia en este aspecto con el resto de modos.
Cerca del sobresaliente, aunque es notable alto en todo
Los AirPods Max están diseñados alrededor de dos drivers de neodimio de 40 mm, lo habitual en este segmento, y un par de chips H1, uno por auricular, que analizan la información en tiempo real procedente de los ocho micrófonos distribuidos por auriculares, tanto por el interior como en el exterior, destinados no solo a bloquear activamente el ruido exterior, también para adaptar el sonido en tiempo real (Adaptive EQ), seleccionando la ecualización más adecuada según lo que estemos escuchando.
Cada uno de los chips tiene 10 núcleos y pueden realizar hasta 9 mil millones de operaciones por segundo. El sistema de ecualización en tiempo real mide la señal de sonido que llega a los oídos y ajusta las frecuencias bajas y medias en tiempo real en función del entorno y del ajuste de los auriculares, por ejemplo si llevamos gafas o utilizamos pendientes o piercings.
No cuenta con ecualizaciones predeterminadas ni forma opción de ajustar los parámetros de forma manual, a no ser que la aplicación que esté utilizando lo permita, pero por primera vez no las he echado de menos.
Para las pruebas he utilizado una selección de canciones de diferentes géneros: Los Piratas, Queen, Taylor Swift, twocolor, The Weeknd, Dua Lipa, Aerosmith, Mozart o Maluma, todo desde descargas de Tidal Premium en un iPhone 12 Pro, todas en calidad Master o HiFi (1411 kbps o 16 bits / 44,1 kHz).
Tengo que decir que los AirPods Max suenan de maravilla, su perfil de sonido cálido, su amplio espectro dinámico, y unas frecuencias perfectamente equilibradas y naturales hacen que cualquier género suene bien. Los agudos son muy nítidos, y únicamente se echa en falta cierta falta de contundencia en los graves en temas como el Hysteria de Muse, donde se quedan un poco cortos.
Apple indica una distorsión armónica (THD) por debajo de 1%. Para los no iniciados THD mide los armónicos introducidos en una señal de sonido por un amplificador, cuanto menor sea el valor, más precisa será la señal. Los auricualres profesionales suelen indicar valores por debajo del 1%, igual que lso AirPods Max, aunque no se suele especificar el nivel de volumen para la medición, a diferencia de Apple que indica dice que la THD está por debajo de este valor incluso a un volumen máximo. Es decir, la incluso a tope de potencia no se aprecian interferencias ni distorsiones. ¿Es ésto cierto? Sí, rotundamente.
Las voces son tremendamente nítidas, y el sonido muy limpio y claro, no existe distorsión alguna incluso a tope de potencia. Aunque hay también hay que indicar que hay cierto «truco» en esta parte, ya que el volumen máximo es bastante limitado, más que suficiente, pero se nota que el corte de potencia es muy inferior al de otros auriculares.
Pese a ello me llama mucho la atención lo mucho que se escucha la música desde el exterior, más de una vez he sorprendido a mi mujer tarareando las canciones que estaba escuchando sin que el volumen fuera excesivamente algo, se puede decir que los AirPods Max no son precisamente discretos, por lo que mucho ojo si no quieres molestar a los que tienes alrededor.
De los tres modos suenan ligeramente mejor en el modo normal, con la cancelación de ruido se suaviza ligeramente el sonido aunque, y aunque no es excesivo si que se pierden algunos matices.
Es cierto que a los AirPods Max les faltan algunas características muy apreciadas por los audiófilos y que deberían estar presentes en unos auriculares de este rango de precio. Actualmente solo transmiten por Bluetooth 5.0 mediante el codec AAC y no aptX , aptX HD o alguno de los códecs propietarios de alta calidad como LDAC de Sony, muy utilizados en los dispositivos Android de gama alta.
Para ver hasta qué punto la compresión podría influir en la calidad de sonido, hice la prueba mediante cable y sinceramente mi oído en franca decadencia no supo apreciar diferencia alguna, al menos nada excesivamente representativo como para merecer ser mencionado aquí.
Mi resumen es que no los AirPods Max tal vez no sea un sobresaliente en nada, pero sí un notable alto en todo. Ojo, es muy probable que corran el riesgo de quedarse en un pequeño limbo. Su calidad es indudable, pero su precio y la falta de empuje en los graves pueden dejar un tanto fríos a los usuarios más casuales, mientras que ser un dispositivo 100% inalámbrico, con todo lo que ello implica, los aleja del punto de mira de los usuarios más hardcore. Tampoco ayuda la falta de empatía con los dispositivos fuera del ecosistema Apple, cuyos usuarios tendrían que prescindir de ciertas funcionalidades, como el audio espacial.
El audio espacial proporciona una experiencia de sonido envolvente virtual desde contenidos 5.1, 7.1 e incluso Dolby Atmos. No solo eso, incluye un sistema de seguimiento de la cabeza gracias a los acelerómetros y al giroscopio del auricular izquierdo que permite que el sonido se escuche en función de nuestra posición con respecto a la pantalla, incluso si lo que movemos es la propia pantalla si es que estamos viendo una película o serie compatible en un iPhone o iPad.
Oficialmente, la función de audio espacial está disponible en España para contenido grabado en 5.1, 7.1 y Dolby Atmos de plataformas como Apple TV+, Disney+ y Netflix reproducido desde dispositivos Apple compatibles: iPhone 7 o posterior, o iPad desde la sexta generación con iOS o iPadOS 14.
La experiencia es realmente curiosa, el sonido envolvente está muy conseguido, sientes como las balas y bombas explotan a tu alrededor en las escenas de guerra en Greyhound: Enemigos bajo el mar en Apple TV+, aunque lo más curioso es observar ver como los diálogos salen desde un punto exacto de la pantalla, que coincide con precisión con la boca de los actores, sorprendente.
Su precio es una barrera complicada de superar
Su estética retro, la calidad de sus materiales y lo sólido de construcción hacen que incluso los modelos más premium de la competencia parezcan auriculares baratos a su lado.
Pese a todo esto, no están excesivamente alejados de otras propuestas, al menos no tanto como marca su diferencia de precio. Modelos como Bose 700 o Sony WH-1000XM4 son compatibles con cualquier usuario, ya sea iOS o Android, tiene una cancelación de ruido y calidad de sonido que no desmerece, y cuestan varios cientos de euros menos. Por no hablar de que incluyen conector y cable para auriculares y un estuche que tal vez no sea el colmo del glamour, pero cumplen con sus función principal: proteger.
Dicho todo esto, los AirPods Max son los mejores auriculares de Apple hasta la fecha, y los mejores auriculares inalámbricos bluetooth del mercado si eliminamos de la ecuación su precio. Es una pena que no estén en un rango más aceptable para que más público pudiera disfrutar de ellos. Si eres de Apple, pero no tienes 629 euros en el bolsillo, te recomiendo que te mantengas alejado de ellos o quedarás atrapado, avisado quedas.