Es uno de los mayores estafas legales que existen. Hacer que un dispositivo electrónico se estropee o deje de ser útil pasados cierto número de años. Casi siempre, un poco después de que caduque la garantía. Es lo que se conoce con el nombre de obsolescencia programada.
Vamos a ver algunos trucos para alargar la vida de los electrodomésticos, y esquivarla.
Por desgracia, no siempre es posible. Muchos dispositivos están diseñados para estropearse sin remedio. Desde fusibles que misteriosamente se gastan, hasta baterías no extraíbles que con el tiempo se agotan enseguida y dejan de ser útiles. Pero incluso después de eso, aún hay posibilidades de revivirlos.
¿Por qué existe la obsolescencia programada? Principalmente porque se oculta, o es difícil de demostrar. Que un componente se estropee o que una batería muera a los 3 años, no es fácil descubrir las causas.
En otros casos, sí se ha demostrado. Compañías como Epson fueron demandadas por manipular el software para decir que el cartucho de tinta se había acabado, cuando aún quedaba el 20%…
Uno de los casos más recientes es el de Apple, que ha sido multada por reducir la velocidad de los iPhone 6 viejos a escondidas, sin avisar a los usuarios. La excusa oficial es que lo hacía para no sobrecalentar la batería vieja y que el móvil no se apagase, pero es un caso clásico de obsolescencia programada: hacer que un dispositivo que tiene varios años funcione más lento, para animar a cambiarlo por uno nuevo, aunque funcione a la perfección.
Trucos para evitar la obsolescencia programada
Compra con cabeza
La lucha contra la muerte prematura de los aparatos que compramos comienza en el mismo momento en que los adquirimos en la tienda.
Hay que comprar con cabeza, pensando en cómo vamos a utilizar ese dispositivos, y cuáles son nuestras necesidades.
Si vemos dos móviles con un hardware similar pero uno tiene la batería extraíble y el otro no, es mejor comprar el primero.
Si entre dos electrodomésticos similares uno tiene modo ECO y el otro no, optar por el primero. Si un producto tiene la garantía aquí y otro en China, es mejor comprarlo aquí aunque sea un poco más caro.
Es normal dar prioridad a las funcionalidades, el diseño o el precio, pero no conviene dejar de lado todas estas cuestiones.
Compra más de segunda mano
Muchas personas solo compran productos nuevos, pero hoy en día es posible comprar artículos de segunda mano que están nuevos, ya sea en tiendas oficiales, como los productos reacondicionados de Amazon o eBay, o en tiendas como Cash Converter, eBay, etc.
Ahorrarás mucho dinero y alargarás la vida de estos dispositivos, dándoles una segunda oportunidad.
Sigue los consejos de funcionamiento
Todos los dispositivos electrónicos tiene unas instrucciones óptimas de uso. Si quieres alargar su vida, tienes que seguirlas para evitar abusos que desgasten innecesariamente el aparato.
Algunos electrodomésticos deben funcionar dentro de unos valores de temperatura mínima y máxima. Otros no pueden mojarse, o no sirven para operar sobre ciertos materiales, o para realizar ciertas tareas.
Si forzamos al dispositivo más allá de sus límites, se desgastará antes.
Úsalos siempre en niveles medios
A la hora de adquirir un electrodoméstico, compra el modelo que puedas usar con una potencia media, es decir, ni muy bajo ni muy alto. Aunque tengas que gastar un poco más.
Si vas a usar un microondas para cocinar todos los días, no compres uno de baja potencia que solo sirve para calentar.
Si tu salón necesita un aire acondicionado de 2.500 frigorías no compres uno de 2.000 frigorías. Si vas a usar el altavoz inalámbrico en una habitación grande, no compres uno pequeño.
Si te quedas corto con el hardware, vas a terminar usando estos dispositivos a su máxima potencia, y esto hará que se desgasten antes y se estropeen más pronto.
Como decimos, compra pensando en un uso medio de las capacidades del dispositivo.
Lleva a cabo un mantenimiento regular
Para que un electrodoméstico funcione más tiempo, debe trabajar en óptimas condiciones. Si está muy sucio, le falta alguna pieza, o por alguna razón no funciona en las condiciones originales, puede estropearse antes de tiempo.
De vez en cuando conviene limpiarlo a fondo. Muchos dispositivos llevan filtros de polvo o suciedad que hay que limpiar, o cambiar por uno nuevo. Algunos también tienen partes que deben ser engrasadas. O al contrario, se llenan de grasa en la cocina y hay que limpiarlos con jabón antigrasa.
Aquí, de nuevo, el manual de instrucciones es nuestro amigo. Nos dirá qué mantenimiento específico hay que hacer con cada aparato.
No uses los modos de autolimpieza
Algunos electrodomésticos, como los hornos o las lavadoras, vienen con modos de autolimpieza. Lo que hacen es sobrecalentar el aparato con agua muy caliente o temperaturas muy altas para eliminar la suciedad o las bacterías, produciendo un sobreesfuerzo del electrodoméstico.
Aunque sea más pesado, es mejor limpiarlo a mano a la vieja usanza: con agua y jabón, y un paño o estropajo…
Cuidado con las limpiezas caseras
Es habitual usar productos caseros para limpiar los aparatos del hogar. Por ejemplo, el vinagre para descalcificar o para limpiar los suelos.Pero hay que tener cuidado con qué se mezcla. Por ejemplo, mezclar vinagre con lejía es peligroso. El vinagre puede corroer las juntas de las puertas y la lejía produce vapores peligrosos, especialmente si hay niños.
Apágalos por la noche
Mucha gente acostumbra a dejar los electrodomésticos enchufados por la noche. En muchos casos se activa un modo reposo que, aunque consume poco, mantiene en funcionamiento ciertas componentes del aparato. Esto, a largo plazo, desgasta las piezas y reduce su vida útil.
Acostúmbrate a apagar todos los electrodomésticos por la noche (lógicamente, con excepciones como la nevera). Si no tienen botón de apagado, una mala costumbre demasiado extendida, enchúfalos a una regleta con botón de apagado, son baratas, o a un enchufe inteligente que puedes apagar desde el móvil:
No solo te durarán más los electrodomésticos: también ahorrarás hasta un 10% en la factura de la luz.
No los sobreutilices
Un defecto que casi todo el mundo tiene, porque todos lo hemos hecho alguna vez, es dejar encendidos los aparatos electrónicos cuando no se usan.
Nos vamos a cenar y dejamos el ordenador encendido, o salimos a comprar y dejamos el ventilador o el aire acondicionado en marcha.
Hay que acostumbrarse a usar la tecnología solo cuando se necesita. Si vamos a tardar más de 15 minutos en volver a cierto electrodoméstico o aparato informático, es mejor apagarlo y volverlo a encender cuando se use.
De nuevo, además de alargar la vida útil, ahorraremos en la factura de la luz.
Cuida la batería
La mayoría de los dispositivos electrónicos y electrodomésticos modernos, incorporan una batería. Es también su talón de Aquiles, y una de las principales causas de la obsolescencia programada.
La mayoría de estas baterías no se pueden cambiar por el usuario porque o están selladas, o no son estándares. Si el aparato está en garantía nos la cambiarán gratis, pero sino habrá que pagar por la batería y por la mano de obra.
Muchos dispositivos llevan baterías de baja calidad pensadas para que pierdan su capacidad de carga a los dos años, que es cuando se acaba la garantía. Para retrasar esto hay que alargar la vida útil de la batería, y eso solo es posible si la cuidamos.
La mayoría de las baterías duran más si no se espera a que estén agotadas para recargar (es mejor pequeñas cargas que cargas completas), si no se recargan cuando hace mucho frío o mucho calor, y si se apaga el aparato cuando está muy caliente o lleva mucho tiempo funcionando.
También es recomendable no recargar mientras se está usando. Lee el manual de instrucciones para buscas consejos de recarga de la batería, que pueden cambiar según el modelo.
Ojo con la carga rápida
La carga rápida está de moda, y cada vez la incluyen más dispositivos, a diferentes velocidades. Lo que muchos fabricantes no nos dicen es que esta carga rápida puede estresar a la batería.
A veces la carga rápida produce un sobrecalentamiento, o reduce la vida útil de la batería. Si tienes un dispositivo con este tipo de carga, úsala solo cuando tengas prisa para recargar. Si no es así, usa la carga normal.
Deja espacio de ventilación
Los dispositivos electrónicos que tienen que enfriar o calentar, o que se calientan mucho durante su funcionamiento, necesitan espacio libre para ventilar correctamente. Sino se sobrecalentarán.
No pegues la nevera, el microondas o la consola a la pared, ni los encajones dentro de armarios o encimeras.
En el caso de la nevera tampoco pongas objetos en la parte superior, porque es por donde suele salir el aire de la parte de atrás.
Pásate a la Smart Home
Ya hemos hablado del sobreuso de los electrodomésticos. La mejor forma de utilizarlos exactamente el tiempo que se necesita, es que los tengas siempre bajo tu control, en el bolsillo. Es decir, en el móvil.
A medida que vayas renovando los dispositivos del hogar, ve cambiándolos por electrodomésticos inteligentes, que puedas controlar desde el móvil.
Así podrás apagarlos, encenderlos y programarlos estés donde estés. Optimizarás su uso, ahorrarás energía y alargarás su vida útil.
Usa el detergente adecuado
Mucha gente acostumbra a usar cualquier detergente con su lavadora o lavavajillas. No es una buena idea.
Tal como explica el experto Abe Navas en Reader’s Digest, estos electrodomésticos se diseñan en función de cierto tipo de detergente, ya sea en polvo o en pastilla, o con ciertas características y cantidades.
Si usamos uno incorrecto se pueden producir obstrucciones en el dispensador del jabón, o en otras zonas del dispositivo.
Si se estropean, no los tires… ¡arréglalos gratis!
Cuando se estropea un aparato que ya no está en garantía, lo normal es tirarlo. Pero merece la pena hacer el esfuerzo de repararlo.
Hay tiendas que los arreglan incluso gratis, precisamente para luchar contra la obsolescencia. O sino puedes llevarlos a tiendas que los compran de segundo mano o como chatarra. Al menos se aprovecharán sus piezas.
Puedes encontrar tiendas de este tipo en webs como Alargascencia.
Hemos visto 15 trucos para alargar la vida de los electrodomésticos y evitar la obsolescencia programada.