Consejos y guía para comprar un servidor NAS para tu casa o pequeño negocio | Tecnología

Existen dispositivos que se vuelven cada vez más útiles y necesarios con el paso del tiempo por distintas circunstancia. Es lo que ocurre con los servidores NAS. En parte, tiene que ver con la tecnología: cada vez nos conectamos a Internet desde más dispositivos y lugares diferentes, y cada vez manejamos ficheros más y más grandes. Pero también, con los tiempos convulsos que vivimos, en donde la privacidad está eternamente cuestionada. Los servidores NAS solucionan éstos y otros muchos problemas. Por eso hemos preparado estos consejos y guía para comprar un servidor NAS.

Vamos a intentar explicar lo que es un servidor NAS con palabras sencillas, para que todo el mundo lo entienda, así como los requisitos y las cosas a tener en cuenta para comprar o montar un servidor NAS.

La primera cuestión es la más obvia: ¿qué es un servidor NAS y por qué conviene plantearse comprar uno?


Elegir unos buenos auriculares que se adapten a tu hábitos de uso puede no parecer algo sencillo, pero con esta guía aprenderás todo lo que debes saber.

Un servidor NAS, o NAS a secas, es un sistema de almacenamiento de ficheros conectado a una red a través del protocolo TCP/IP o similar, lo que significa que cualquier dispositivo (con los permisos necesarios) puede conectarse al servidor NAS a través de WiFi o cable LAN.

Para que todo el mundo lo entienda, un servidor NAS es básicamente un ordenador con varios discos duros, conectado a un router, que utiliza un sistema operativo basado en Linux, especializado en el manejo de ficheros.

Un servidor NAS almacena archivos y los envía al dispositivo que lo solicite a través de WiFi, cable LAN, una conexión directa, o de forma remota a través de Internet. La definición es simple, pero las posibilidades son casi infinitas.

¿Para qué sirve un servidor NAS?

Hemos visto cómo un servidor NAS es un ordenador con dos, cuatro, u ocho discos duros, cuyo contenido se comparte a través de una red. Las aplicaciones de esta configuración son muy abundantes. Veamos algunos ejemplos.

Servidor de ficheros para el hogar o la oficina

Un servidor NAS está especializado en almacenar, gestionar y servir archivos a quien lo necesite. Al utilizar varios discos duros conectados en RAID (ahora explicaremos lo que es), los discos duros funcionan más rápido, pueden recuperarse de los errores, y los datos se envían rápidamente a través de WiFi o red LAN.

En un servidor NAS podemos almacenar todos nuestros documentos, fotos, vídeos, PDF, y otro contenido, y acceder a ellos desde cualquier PC, móvil, o tablet de la casa u oficina. O desde cualquier lugar del mundo, mediante un acceso remoto desde una app del móvil, o desde una página especial del navegador.

Es también una excelente herramienta para trabajar en grupo con aplicaciones como Office 365 o Google Docs, ya que todo el mundo accede a los mismos ficheros.

Si conectamos al NAS una impresora y un escáner, podremos usar estos periféricos desde cualquier dispositivo, de forma inalámbrica. 

Centro multimedia

A nivel doméstico, el uso más común de un servidor NAS, es como centro multimedia. Aquí almacenamos nuestras películas, vídeos, música… y el servidor NAS los envía a la tele o a cualquier dispositivo o pantalla compatible con protocolos de streaming como DLNA. Hoy en día es muy común instalar Plex o Kodi en un NAS, y usar esta aplicación multimedia en cualquier televisor o pantalla, mediante streaming.

Todos los servidores NAS pueden enviar un vídeo o un archivo musical a un reproductor multimedia, que es el que se encargará de reproducirlo. Pero los servidores NAS más potentes puedes transcodificarlo, es decir, reproducirlo ellos mismos y enviar la señal de audio o vídeo directamente a una tele por HDMI o una conexión inalámbrica, sin necesidad de un reproductor externo.

Copias de seguridad

Un servidor NAS también es muy útil para hacer copias de seguridad de todos los datos de los dispositivos del hogar o la oficina, gracias a su configuración en forma de RAID. Pero necesitaremos dedicar uno o más discos, a las copias de seguridad. Algunos usuarios optan por conectar un disco externo al NAS, a través de USB, y reservarlo para las copias de seguridad, dejando los discos del NAS para servir ficheros.

Servidor privado

Un NAS puede funcionar como un servidor conectado a Internet, con funciones similares a las que nos ofrece un servicio de hosting.

Es decir, podemos configurarlo como un servidor de correo, para gestionar mensajes de correo dentro de una empresa, o como servidor web, para almacenar nuestra propia web y que los visitantes accedan desde nuestro servidor, en lugar de un servicio de hosting externo.

También funciona como servidor FTP, nodo P2P, etc.


QNAP TS-251+ es un servidor NAS con una excelente relación calidad precio y prestaciones por su potente hardware. La solución perfecta de almacenamiento en red para el hogar ya que integra funciones de centro multimedia y servidor de archivos.

Servidor VPN

Puedes convertirlo en un servidor de red privada virtual (VPN), para ocultar en un túnel virtual, toda la información que sale o entra de Internet. Esto es muy útil para las empresas. 

Nube privada

Últimamente los servidores NAS se han convertido en una especie de nube privada, a la que nadie externo puede acceder. Podemos usarlos como un Google Drive o un Dropbox privados, almacenando ficheros a los que podemos acceder desde cualquier lugar, o trabajar con ellos sin necesidad de descargarlos. La diferencia es que están en nuestro servidor, así que Google u otros, no pueden espiar lo que contienen.

Existen otras muchas aplicaciones de un servidor NAS, pero éstas son las más utilizadas.

Como vemos, soluciona dos de los problemas más comunes de nuestros días. Por un lado, el acceso a nuestro contenido desde cualquier dispositivo. Al tenerlo todo en un mismo servidor NAS, podemos acceder a los ficheros desde cualquier PC, móvil o tablet, sin cables, y en muchos casos, sin necesidad de descargar.

El segundo problema que soluciona, es la privacidad. En un NAS podemos gestionar nuestro correo, nuestra página web, nuestros ficheros, nuestra nube privada, sin necesidad de salir a Internet. Y cuando lo hacemos, es una conexión directa y encriptada entre un PC o un móvil y nuestro NAS. Los archivos no están en los servidores de Google, Facebook, Dropbox, etc., así que nadie puede espiarlos.

Las claves de un servidor NAS

Ahora que ya conocemos qué es y para qué sirve un servidor NAS, vamos a ver algunos consejos y guía para comprar un servidor NAS.

Un NAS se componen de varias partes que hay que seleccionar con sumo cuidado, en función de nuestras necesidades. Son el hardware del ordenador, las bahías y disco duros, las conexiones, y el software. Todo ello condicionará el rendimiento del NAS.

El hardware

Un NAS es un ordenador especializado en manejar ficheros, con su CPU, su memoria, sus salidas de vídeo, conexiones… Como solo se centra en una tarea, que además no exige mucha potencia de proceso, no se necesita un hardware muy potente para montar un NAS.

Los servidores NAS llevan procesadores de doble núcleo, a poco más de 1 GHz. Los modelos de entrada usan CPUs Marvell Armada, o Intel Atom. Incluso se puede usar una Raspberry Pi. La gama media suele utilizar procesadores Intel Celeron, y en los NAS profesionales se usan Intel i3 o Xeon.

La memoria varía entre los 512 MB y los 4 u 8 GB.

Como vemos, se puede montar un NAS decente con un PC viejo que hayamos jubilado, o uno muy barato. Este hardware influye en la cantidad de conexiones simultáneas que puede gestionar el NAS, y en la velocidad para servir ficheros.

Si al NAS solo se conectan una o dos personas a la vez, vale con un procesador Marvell o un Atom y 1 o 2 GB de RAM. Pero en un entorno de oficina en donde se conectan 4 o 5 personas al mismo tiempo, habría que usar un procesador más potente, y 4 u 8 GB de RAM.

Lo mismo ocurre si queremos transcodificar vídeo a resolución 4K, es decir, reproducirlo en el NAS y enviarlo como señal de vídeo a cualquier pantalla. Se necesita al menos un Intel i3 y 4 GB de RAM para conseguirlo.

Bahías y discos duros

Los servidores NAS se agrupan en función de las bahías que poseen. Una bahía es el hueco en el que se introduce el disco duro. Hay NAS con 2, 4, 8, 9, 10, hasta 12 bahías. Y cada bahía acepta un tamaño máximo de disco. Es decir, si la bahía es de 8 TB, no puedes poner un disco duro de 10 TB, por ejemplo.


Synology Diskstation DS218J es uno de los servidores NAS más fáciles de usar y versátiles en cuanto a funciones gracias a su intuitivo sistema operativo. Perfecto para unificar los archivos en casa o para una pequeña oficina.

La mayoría de los servidores NAS vienen sin discos. Solo los de marca los incluyen (y lógicamente, son más caros).

La ventaja de venir sin discos es que así tu puedes añadir los que quieras, y seguramente te costará menos. Pero los NAS con disco están optimizados para esos modelos en concreto, y pueden ofrecer un poco más de rendimiento.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que, aunque se puede usar cualquier disco duro de 3.5 pulgadas (algunos aceptan también de 2.5 pulgadas), existen discos duros especiales para NAS. Esto es porque la exigencia es diferente a un PC convencional. Un servidor NAS suele estar siempre encendido, y hay que leer y escribir datos muy rápido, con mucha más frecuencia que en un PC. Por eso se usan discos de 3.5 pulgadas, más rápidos y más resistente al uso, con un ciclo de vida más largo.

Todas las marcas disponen de discos duros para NAS. Conviene usarlos en lugar de los convencionales. Aunque, por todo lo que hemos explicado, los discos SSD no son adecuados para usarse en un NAS, ya comienzan a salir los primeros discos SSD para NAS, como el SSD Seagate Ironwolf 110:

Ten en cuenta que los NAS más avanzados pueden usar discos SSD o M.2 como memoria caché (para servir los datos más usados, más rápido).

La importancia del RAID

Los discos duros del dispositivo NAS no funcionan de forma independiente, como los discos de un PC convencional. Están organizados en forma de matriz de discos llamada RAID. Todos los discos funcionan como una única unidad, en diferentes combinaciones, según el tipo de RAID.

Esto aporta muchas ventajas. Un sistema RAID es más rápido, porque los disco duros funcionan todos a la vez y pueden enviar datos al mismo tiempo. Y es más seguro, porque la mayoría de los datos están repetidos en dos o más discos. Si uno se estropea, los datos no se pierden.

Existen muchos tipos de RAID. Vamos a ver los más comunes, para entender el concepto.

El RAID 0 suma el espacio de todos los discos duros conectados, tratándolos como un solo disco, y lo distribuye equitativamente en todos ellos. En esta imagen lo verás claro:

Como vemos, los datos se dividen en bloques (A1, A2, etc), que no se repiten. La ventaja es que obtenemos todo el espacio de los dos discos, y se leen el doble de rápido, si están en distintos discos. Si un usuario pide datos de los bloques A1 y A2 se puede enviar a la vez, porque el NAS lee en los dos discos al mismo tiempo. La desventaja, es que no hay tolerancia a los fallos: si un disco falla, los datos se pierden, así que con RAID 0 hay que hacer copias de seguridad aparte.

Otra opción muy utilizada, si tienes datos sensibles que no quieres perder, es RAID 1. Aquí un disco es copia de otro, un espejo:

La desventaja es que pierdes la mitad de espacio: si tienes dos discos de 1 TB, en RAID 1 funcionan como un solo disco de 1 TB. A cambio, los datos siempre se leen el doble de rápido, porque están en los dos discos, que el NAS lee a la vez, y si un disco se estropea no pierdes ficheros, porque están repetidos en el otro disco.

Una mezcla de ambas filosofías es RAID 5, que repite algunos datos como copia de seguridad en lo que se llama bloque de paridad, pero sin perder discos. A cambio, exige usar bastantes discos:

Existen también RAID anidados, que consiste en crear un nuevo RAID, usando otros RAID. Por ejemplo, el RAID 0+1 está compuesto por dos RAID 0, organizados como RAID 1:

A la hora de comprar un servidor NAS, primero tienes que ver los tipos de RAID que soporta el NAS que quieres comprar, ya que no todos aceptan todas las variantes. También tienes que pensar qué tipo de RAID quieres poner. Si buscas aprovechar al máximo el espacio, un RAID 0. Si quieres cubrirte las espaldas con los fallos de disco y obtener más velocidad, a costa de perder la mitad del espacio, RAID 1. Si vas a usar 4 o más discos duros, puedes optar por otras muchas combinaciones: RAID 5, RAID 0+1, RAID 1+0, etc.

Existen alternativas a RAID que también se usan, como JBOD, que usa los discos básicamente como un PC normal, de forma independiente, o SPAN, en donde los discos siguen siendo independientes, pero el espacio vacío se trata como un solo disco.

Esta organización no afecta al disco que vas a comprar. Es un decisión de software, y se indica al configurar el NAS.

Las conexiones

Otro aspecto vital del NAS es, lógicamente, cómo se conecta a la red. De nada sirve comprar un NAS de gama alta y ponerle 4 discos duros rapidísimos, si luego conectamos el NAS a la red por WiFi a 50 Mbps, o a través de un conector LAN a 100 Mbps.

Aunque muchos NAS se pueden conectar al router por WiFi, es muy recomendable hacerlo por cable Ethernet directo. Si no es posible, a través de PLC (Internet por la red eléctrica), pero siempre por cable.

Del mismo modo, es imprescindible que el NAS tengo una conector Ethernet a 1 Gbps, para esa conexión al router. Los más modernos ya usan el conector de 10 GbpE.

La mayoría también incluyen una segunda clavija LAN por si queremos conectar el PC al NAS por cable, varios USB 3.0 o 3.1 Tipo C para conectar impresoras o discos duros externos, lector de tarjetas micro SD, e incluso una salida HDMI para conectarse directamente a la tele, y usarse como centro multimedia.

Por último, también tienen conexión WiFi para que se conecten los dispositivos que quieren leer o almacenar archivos. Algunos NAS pueden conectarse a dos redes WiFi al mismo tiempo.

El software

Los dispositivos NAS no usan Windows. Los de marca usan su propio sistema operativo basado en Linux, como Synology DiskStation Manager, QTS de Qnap, My Cloud de WD, etc. Existen también numerosos sistemas gratuitos como FreeNAS, NASlite, Openfiler, etc. que se pueden instalar en cualquier PC.

Unos son más cómodos que otros, aunque la mayoría son sencillos de usar. Los más avanzados, como los de QNAP, Asustor o Synology, incluso se puede manejar desde el móvil. Básicamente son gestores de ficheros que te permiten organizar los discos duros, y gestores de cuentas y permisos, para decidir las personas y los dispositivos que se pueden conectar al NAS. Cuando quieres conectar un dispositivo le creas una cuenta o un permiso en el NAS.

Otro aspecto importante, que hay que tener en cuenta, son las apps disponibles, en función del sistema usado. Cada uno tiene sus propias apps: servidores de correo, de FTP, reproductores, transcodificadores, copias de seguridad, etc. Debes comprobar que el sistema operativo que usas dispone de las apps que necesitas.

Seguridad

Aunque, si lo deseamos, podemos usar un NAS sin salir a Internet, no hay que olvidar que se conecta al router y a la red WiFi para comunicarse con los dispositivos, así que hay que protegerlo como si fuese un PC convencional, con antivirus, conexión https cuando conectamos de forma remota, etc.

Los servidores de marca incluyen un sistema de encriptación de ficheros, así como otras medidas de seguridad que, en el caso de un NAS casero, tendrás que instalar de forma manual, a través del sistema operativo que instales:

Consumo y ruido

Por último, hay que considerar dos puntos importantes que muchas veces no se tienen en cuenta. Por un lado, el consumo. El servidor NAS siempre está encendido, pero se pone en modo reposo cuando no se usa. Debes fijarte en las especificaciones y comparar consumos. Un NAS moderno no consume más de 4 o 5W en reposo, y unos 15 o 20W en funcionamiento. 


WD My Cloud EX4100 Expert Series es el servidor NAS perfecto para pequeñas oficinas o autónomos que necesitan tener acceso constante a sus archivos desde cualquier lugar. Un hardware potente y escalable, y un sistema operativo versátil lo avalan.

El ruido también es un factor a tener en cuenta. Los discos duros se calientan, así que hay que disipar el calor con uno o varios ventiladores. Si suenan mucho se volverá molesto, porque el NAS está funcionando todo el día.

Móntate tu propio servidor casero

Hemos visto todo lo que necesitamos para elegir un servidor NAS, en función de nuestras necesidades. Pero en informática, todo nos lo podemos construir nosotros mismos.

La opcion más barata para montar tu propio NAS, es crearlo tu mismo. Coges un PC antiguo (porque como hemos visto, no necesita un procesador potente, ni mucha memoria), le pones un par de discos duros internos o externos, instalas FreeNAS u otro sistema operativo gratuito, configuras el RAID por hardware si lo tiene tu placa base, o por software (más lento) a través del sistema operativo, lo conectas al router y listos.

No te costará mucho (o nada), pero lógicamente no rendirá como un servidor NAS que venden en las tiendas, en donde todo el hardware está optimizado. Además consumirá más y hará más ruido. Pero funcionar, funciona…

Servidores NAS ya montados

Si quieres obtener el mejor rendimiento, conviene comprar un servidor NAS ya montado. No son muy caros, a partir de 160 euros, mas los discos duros que quieras poner.

Sus ventajas son precisamente los puntos débiles del NAS casero: ocupan menos, están optimizados para leer y escribir datos y para disipar el calor, consumen menos y hacen menos ruido. Las marcas más conocidas son WD, Qnap, Synology y Asustor:

La mayoría vienen con su propio sistema operativo y asistentes de configuración, aunque con los más baratos tendrás que buscarte la vida tu con el software y la configuración.

Muchos incorporan su propia encriptación, y extras exclusivos como software para controlar cámaras de vigilancia, apps con funciones muy prácticas, configuración desde el móvil, etc.

Es la mejor opción para los que no quieren complicarse la vida, pues casi toda la configuración es automática. Y el servicio técnico te resolverá cualquier duda, si no puedes configurarlo.

Hemos visto algunos consejos y guía para comprar un servidor NAS. Ahora te toca a ti decidir qué servidor NAS se ajusta mejor a tus necesidades. ¡Suerte!

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