El apasionante mundo de los componentes de ordenador. Apasionante, frustrante y carísimo (con esto de la falta de stock por el COVID) universo de los componentes de PC. Estamos en una mala época para montar un ordenador a piezas o para actualizar el que ya tenemos debido a la escasez de las GPU y a que el estándar DDR5 debería estar a punto de salir junto a la masificación de las unidades PCIe 4.0.
Sin embargo, un componente que es fácil y «barato» actualizar en estos momentos es el almacenamiento. Estamos viendo SSD ‘tirados’ de precio en sus formatos de 2,5″, pero si me preguntáis, en pleno 2021 optaría por un SSD PCIe como unidad interna, pero también como unidad externa que combinar con una buena caja USB-C.
Samsung es una de las compañías que más fuerte está apostando por los SSD PCIe y, tras lanzar el 980 Pro con interfaz 4.0, acaban de presentar la versión que podríamos calificar como «la hermana pequeña». Se trata del Samsung 980 a secas, un SSD PCIe con el que hemos pasado las últimas semanas y que es una gran opción, y a precio razonable, para actualizar el PC.
980 PCIe 3.0 de 250 GB | |
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Factor de forma | 2280 M.2 |
Dimensiones y peso | 80,15 x 22,15 x 2,38 mm | 8 gramos |
Vida útil | 150 TBW |
Velocidad secuencial | Hasta 3.500 MB/s lectura | Hasta 3.000 MB/s escritura |
Velocidad aleatoria | Hasta 500K IOPS lectura | Hasta 480 IOPS escritura |
Memoria | 3D NAND |
DRAM | No |
Seguridad | AES 256 bit | TCG/OPAL V2.0 |
Interfaz | PCIe 3.0 | NVMe 1.4 |
Software | Samsung Magician |
Precio | 67 euros |
Ya disponible la opción de 1 TB en Amazon por 150 euros
Análisis del Samsung 980 NVMe por apartados:
Factor de forma 2280 y extremadamente fácil de instalar
No tiene demasiado sentido hablar del diseño en un dispositivo de este tipo porque, al final, nos da igual que sea más feo que un frigorífico por detrás, ya que lo que importa es otra cosa.
Sin embargo, hay algo que sí debemos tener en cuenta, y es el factor de forma. Cuando hablamos de SSD o ‘disco duro’, mal dicho, por cierto, sabemos que están los de 3,5″ y los de 2,5″ tanto SSD como HDD. Sin embargo, con los discos PCIe hay más formatos.
Tenemos los 22110, los 2280 o los 3042, números que responden a diferentes proporciones y longitudes. También están los PCIe, los PCIe + SATA… pero bueno, vamos a centrarnos en los PCIe que es lo que tenemos entre manos.
Cuando hablamos de un SSD M.2 2280, las dos primeras cifras hacen referencia al ancho en milímetros del dispositivo y las dos siguientes al largo. Normalmente las hay de 110 mm de largo, de 80 mm o de 42 mm, pero aquí estamos ante un SSD 2280 porque tiene unas dimensiones de 22,14 mm de ancho por los 80,15 mm de largo.
Esto es importante tenerlo en cuenta porque en una placa base de un sobremesa no vais a tener problema, seguramente, para conectar cualquier longitud, pero en algunos portátiles, sobre todo en los Ultrabook, la cosa cambia y es posible que solo acepte los formatos 2280 y los de 42 mm de largo.
El tamaño es una de las ventajas de estos componentes frente a un SSD tradicional, pero también el peso y el consumo. El Samsung 980 pesa solo 8 gramos, lo que nos permite arañar algunos gramos extra en un portátil.
Ahora bien, ¿es complicado instalar un SSD de este tipo? Y la respuesta es… que es más sencillo que lo que teníamos hasta ahora, donde necesitábamos atornillar, por lo general, y un cable SATA.
Lo único que debemos hacer es localizar la bahía PCIe de nuestro equipo (sobremesa y portátil), ‘pinchar’ la unidad y atornillarla para que quede fija en la placa y no se mueva. Samsung afirma que resiste una fuerza de 1.500G, por lo que podéis llevarla en vuestro portátil ‘de aventuras’ sin miedo. No deja de ser una unidad sin piezas móviles, por lo que no se va a dañar con un golpe o las vibraciones.
En mi caso, cuando instalé el dispositivo abrí Windows 10 y su utilidad de discos para generar la partición de 250 GB (se queda en algo menos, unos 233 GB utilizables) y listo, ya estaba preparada para empezar a operar.
Si lo que vais a hacer es una instalación limpia de Windows, que es lo recomendable porque pensamos que el mejor uso para esta unidad es como C:, en menos de 10 minutos habréis completado todo el proceso. Es rapidísimo. pero vamos a comprobarlo con números.
NVMe que cumple con la velocidad prometida en los límites del PCIe 3.0
Samsung promete una velocidad de hasta 3.500 MB/s de escritura como reclamo en la caja. Si atendemos a las especificaciones, se trata de hasta 3.500 MB/s de lectura secuencial y hasta 3.000 MB/s de escritura secuencial.
He querido conectar la unidad tanto a un sobremesa como a un portátil, los dos con ese estándar PCIe 3.0 y sin problemas de cuello de botella con la RAM y CPU.
Estos son los valores que tenemos en los test sintético:
Escritura secuencial | Lectura secuencial | Escritura aleatoria | Lectura aleatoria | |
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Placa sobremesa PCIe 3.0 | 1.234 MB/s | 2.920 MB/s | 572 MB/s | 683 MB/s |
Portátil | 1.143 MB/s | 2.840 MB/s | 570 MB/s | 679 MB/s |
Como veis, está lejos de lo prometido por la compañía, pero como hemos podido saber, se trata de la velocidad de 250 GB. La unidad que llega a los 3.000 MB/s de escritura secuencial y a los 3.500 MB/s es la de 1 TB y la de 500 GB también se acerca a ese máximo. La unidad con los 250 GB tiene una velocidad algo menor.
A continuación, os dejamos dos vídeos en el que comprimimos/descomprimimos un lote de archivos. Se trata de los materiales utilizados para el análisis del Redmi note 10 Pro y son 78,3 GB de datos con 263 archivos. Hay archivos de todos los tamaños porque hay mucho vídeo, pero también pantallazos del móvil o fotografías.
Tarda en hacer una compresión simple 19:37 minutos.
Si hacemos el proceso inverso, la descompresión del archivo creado, tarda 7:50 minutos:
En nuestras pruebas, y a partir de archivos de 512 KB en adelante, la velocidad es constante y prácticamente la máxima en todo momento tanto para escritura como para lectura. Cuando copiamos muchos archivos de menos de 512 KB, el SSD reduce la velocidad en la lectura porque está reiniciando constantemente la lectura. No es el tipo de archivos con el que, generalmente, más se trabaje.
De hecho, copiando lotes de archivos tanto pequeños como muy, muy grandes en un test sintético y, sobre todo con los archivos grandes, el SSD se muestra de lo más estable:
Eso sí, en archivos muy grandes, como el test de archivos de 64 GB, la escritura se resiente. Es algo totalmente normal y no es lo habitual estar trabajando con esos archivos enormes, era una simple prueba de estrés.
Es una unidad que ofrece una muy buena velocidad tanto de lectura como de escritura, algo que vais a notar a la hora de arrancar el equipo, dejar en reposo el portátil o cargar juegos. No esperéis, eso sí, las velocidades de carga que estamos viendo en algunos títulos de Series X/Series S o PS5, ya que los discos de las consolas están muy optimizados para juegos y es algo que, lamentablemente, aún no ocurre en un PC.
Os recomendamos instalar esta unidad como unidad del sistema e instalar en ella los programas que más utilicéis. Con 233 GB de almacenamiento no nos podemos pasar a la hora de meter aplicaciones y datos, pero el sistema, los navegadores y Photoshop, en mi caso, me han ofrecido un gran rendimiento en esta unidad.
Algo para lo que he estado utilizando este SSD es para, en una unidad externa USB-C, exportar los proyectos de Final Cut (el programa de edición de vídeo de macOS) en el MacBook Air con procesador M1.
Ofrece una muy buena tasa de transferencia y lo suficientemente alta como para poder utilizarlo como SSD externo (con un cable bueno, eso sí), por lo que es una buena forma de expandir de manera externa la capacidad de tu portátil con una unidad que tiene una velocidad espectacular.
Para terminar, me gustaría hablar de la temperatura. Los SSD son unidades que se calientan debido a la frecuencia a la que van sus componentes y las memorias, como en algunas consolas y GPU hemos visto, son elementos ‘calentitos’. Samsung ha aplicado una base de niquel para el controlador y vemos que hay una etiqueta térmica que recorre el controlador y las memorias.
El dispositivo cuenta con una solución térmica llamada Dynamic Thermal Guard que garantiza unos niveles óptimos de funcionamiento para evitar fallos y, evidentemente, esto es algo que se ve con el tiempo.
De momento, podemos decir que, en IDLE, el SSD se mantiene en unos cómodos 45-48º y en tareas pesadas como la ejecución de videojuegos, sube a unos 60-65º. En los test de rendimiento, que al final son los que ponen la unidad al máximo, esos valores rondan los 80º. No es una temperatura preocupante, pero si vuestra placa tiene un sistema de disipación pasiva, mejor.
Samsung Magician para monitorizar la unidad
¿Un software para una unidad de almacenamiento? Pues… sí. Samsung tiene el programa Samsung Magician que no es necesario, en absoluto, para que la unidad funcione correctamente, pero que es interesante para monitorizar el estado de la unidad.
Los primeros días estuve utilizando el SSD sin hacer caso a Magician, pero lo cierto es que es una herramienta útil y a la que no hay que prestar atención en el día a día, pero que no consume demasiados recursos y que está ahí por si algún día la necesitamos.
Con ella podemos ver el estado y las métricas de velocidad del SSD, pero también la temperatura y podemos realizar un seguimiento de los ciclos del dispositivo, los TBW. Por cierto, este modelo, el de 250 GB, tiene 150 TBW. Además, con Magician podemos encriptar datos y estar a la última en actualizaciones de software.
Como digo, si no os gusta tener software no esencial revoloteando en el sistema, no hace falta que lo instaléis, pero es recomendable una pasada de vez en cuando para ver si hay actualizaciones.
¿Funciona en PS5?
Una de las claves de PS5 es que cuenta con una ranura en la que podemos introducir diferentes formatos de SSD PCIe. Es de fácil acceso y es algo totalmente legal, por lo que no vamos a perder la garantía.
La mala noticia es que esa ranura aún no está activa, algo que Sony habilitará por software cuando llegue el momento y… bueno, pues que lo que tenemos que introducir es un SSD PCIe 4.0 y, evidentemente, no es lo que tenemos entre manos.
Sony no ha hecho aún una lista de los SSD compatibles, pero sí sabemos que serán compatibles aquellos que puedan ofrecer una velocidad igual o superior al fantástico SSD que tiene PS5 soldado en placa.
Por ejemplo, el hermano mayor, el 980 Pro sí sería compatible con esa velocidad de hasta 7.000 MB/s de lectura, pero es que estamos hablando de una velocidad muy, muy superior en ese modelo Pro, y de un precio bastante más alto, todo hay que decirlo.
Opinión del Samsung 980: un SSD muy rápido y asequible para revitalizar tu centro de trabajo
Llegamos al final del análisis del Samsung 980 y lo cierto es que nos hemos encontrado una opción realmente equilibrada para revitalizar un PC o crear una unidad externa de alta velocidad.
Cuando hablamos de las unidades de Samsung QVO o que no son ‘Pro’, tenemos que hablar de dispositivos que tienen importantes diferencias de durabilidad y velocidad en su misma gama, ya que la versión de 1 TB de esta unidad en concreto es más rápida que la que hemos analizado.
Sin embargo, para jugar, crear un SSD de arranque con programas básicos y el sistema operativo o para utilizarlo como unidad externa con Thunderbolt, estamos hablando de una unidad espectacular, sobre todo por una muy buena relación calidad/precio.
Si queréis algo más (mucho más) rápido, inevitablemente hay que ir a por la opción Pro, una versión que también será compatible con PS5 si así lo deseáis, pero si lo que estáis buscando es un M.2 PCIe 3.0 a buen precio y estable, no se me ocurre por qué no apostar por esta versión del fabricante surcoreano.