2.000 años después al fin descubren qué el es Mecanismo de Anticitera, el ordenador más antiguo del mundo | Tecnología

Científicos de la UCL Mechanical Engineering del Reino Unido creen haber descubierto la clave que permitirá reconstruir al completo el misterioso Mecanismo de Anticitera.

Descubierto en 1901 entre los restos de un barco de la época romana en la Isla de Anticitera (Grecia), a 45 metros de profundidad, el Mecanismo de Anticitera está considerado el primer ordenador analógico de la historia. Se calcula que fue construido  entre el año 70 y 200 antes de Cristo, así que tiene cerca de 2.200 años de antigüedad.

Durante un siglo nadie ha sabido lo que era, pero poco a poco se van completando las piezas del puzzle.

El Mecanismo de Anticitera es un complejo dispositivo de relojería compuesto por 30 engranajes de bronce con numerosos símbolos desconocidos grabados a su alrededor. Su tecnología de fabricación es tan avanzada que no se han vuelto a encontrar mecanismos de relojería tan precisos hasta el año 1.500, es decir, casi 1700 años después de su fabricación:

Por desgracia fue hallado en un avanzado estado de deterioro, fragmentado en 82 pedazos, y solo se conserva la tercera parte de toda la máquina.

El Mecanismo de Anticitera tenía forma de reloj de mesa, y pese a medir sólo 34 x 18 x 9 centímetros, contiene más de 15.000 caracteres en lengua corintia, lo que delata su origen griego. Algunos de los caracteres tienen un tamaño de tan sólo 1.2 milímetros, lo que unido al desconocimiento de las lenguas y las ciencias del período en que se fabricó, ha impedido descubrir para qué se utilizaba… hasta ahora.

En 2005 se escaneó en 3D con un sistema de rayos X, lo que permitió separar virtualmente algunos de sus engranajes, y descubrir que era una especie de planetario en donde se predecía las órbitas de los planetas. Pero no se sabía cómo lo hacía.


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Ahora un grupo de investigadores de la UCL Mechanical Engineering de Londres, encabezados por el profesor Tony Freeth, han resuelto una pieza clave del puzzle.

Al llevar a cabo el escaneado en 3D, descubrieron dos fechas en una de las placas: 462 y 442 años. Utilizando los métodos matemáticos de un filósofo de la época, Parmenides, han determinado que esas fechas son los ciclos planetarios de Venus y Saturno en el cielo, respectivamente.

Y, lo más interesante: usando las marcas y los engranajes que se conservan, han conseguido modelar un nuevo engranaje de 63 dientes que encaja en la máquina, y que al moverse permite calcular esos ciclos planetarios con exactitud. Gracias a ello han podido calcular los ciclos del resto del planetas del Sistema Solar, y añadir piezas que faltan al Mecanismo de Anticitera, que tendría este aspecto:

Por ahora estos cálculos se han hecho con simulaciones por ordenador. El siguiente paso va a ser construir físicamente el Mecanismo con todas las piezas, y comprobar si funciona en la realidad.

Y aunque parece que, poco a poco, estamos desvelando todos sus misterios, aún queda el más difícil de todos: cómo pudieron construir los griegos de hace 2.000 años una máquina tan sofisticada, cuando los mecanismos de relojería tan precisos no aparecen hasta 1.500 años después.

Un misterio que, quizá, nunca lleguemos a resolver…

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