Es hora de decir adiós al azadón, y a los pesticidas. The Autonomous Weeder es capaz de aniquilar 100.000 malas hierbas por hora, usando un rayo láser.
Con millones de personas en paro y una economía debilitada por dos crisis económicas y una pandemia, sorprende descubrir que muchos agricultores tienen problemas para encontrar trabajadores que quieran quitar las malas hierbas de los cultivos.
Sin duda es un trabajo duro y hay que tener en cuenta el sueldo, pero esa es la excusa que ponen los terratenientes para utilizar pesticidas, o usar robots autónomos como este espectacular The Autonomous Weeder.
Se trata de un robot escardador autónomo que descubre las malas hierbas que hay en los cultivos, usando inteligencia artificial y, literalmente, dispara un rayo láser para aniquilarlas sin contaminar y sin dañar a otras plantas. Puedes verlo en acción en este vídeo:
Este robot escardador autónomo de Carbon Robotics es un poco más grande que un tractor, aunque tiene forma de cubo, ya que no posee una cabina para el conductor. No lo necesita.
Utilizando 12 cámaras con reconocimiento de imágenes, GPS y LiDAR, se mueve de forma autónoma por el sembrado sin salirse de los límites y girando en los bordes para volver al cultivo. Si detecta cualquier obstáculo, lo sortea. Si es una persona, animal o vehículo, se detiene.
En su interior posee un ordenador dotado de inteligencia artificial desarrollada por NVIDIA. Utilizando machine learning (aprendizaje automático) y cámaras de reconocimiento de imágenes, la IA diferencia las malas hierbas de otras plantas como el propio cultivo, o flores inofensivas. Cuando ve una mala hierba dispara un rayo láser con energía termal que quema la planta sin dañar al resto ni contaminar, ya que solo usa calor.
The Autonomous Weeder posee 8 rayos láser de 150W de potencia que pueden disparar un rayo cada 50 milisegundos, con una precisión de 3 milímetros.
Es capaz de aniquilar 100.000 malas hierbas en una hora, igual que 20 trabajadores humanos. Sin cobrar un sueldo, y trabajando 24 horas al día, 7 días a la semana. Y además elimina la necesidad de usar pesticidas. Aunque es un vehículo contaminante, ya que usa combustible, no es eléctrico.
El principal hándicap, como habrás adivinado, es el precio. Cuesta «cientos de miles de dólares«, según su CEO, que no ha revelado el precio públicamente, así que solo está al alcance de las grandes empresas del sector, salvo que se recurra al leasing o al alquiler. Pero eso no ha impedido que ya hayan vendido todos los robots que pueden fabricar para 2021, y la lista de espera ya se extiende a 2022.
¿Avanzamos hacia un futuro en donde todas las labores agrícolas estén completamente robotizadas? Todo apunta a que sí…