Cuando todavía el 5G está en sus fases más iniciales, los países ya se plantean cuál será el siguiente paso. Tanto Japón como Corea del Sur trabajan para ser los primeros en alcanzar las velocidades que promete el 6G.
Samsung fecha la llegada de esta una tecnología para 2028, mientras que Japón lo sitúa en 2030. Corea del Sur les da la razón a ambos, pero primero planea llevar a cabo un proyecto piloto en 2026 con el que impulsar la investigación y el desarrollo de la próxima generación de telecomunicaciones.
A comienzos de esta semana, Chung Se-kyun, primer ministro de Corea del Sur, explicó la estrategia del Gobierno que implica el desarrollo preventivo de la tecnología, el registro de patentes y sentar las bases de la I + D y la industria. Para ello la inversión alcanza los 169 millones de dólares.
Los expertos calculan que el 6G supera al 5G con una velocidad 10 veces superior. Las principales ventajas del 5G son el ancho de banda y velocidad, así como la latencia. En cambio, el 6G promete tener una latencia que deje atrás la medida de los milisegundos. Según Samsung, supondrá la llegada definitiva de los microsegundos, de los que oiremos hablar mucho.
A partir de 2021, Corea del Sur comenzará a impulsar con esta estrategia 10 tareas clave en 6 áreas: hiper rendimiento, hiper ancho de banda, hiperprecisión, hiperespacio, hiperinteligencia e hiperconfianza. Tras la finalización del proyecto piloto, pretenden comercializar el servicio de 6G en 2028, según un informe de Bussines Corea.
Por un lado, quieren que las redes 6G estén disponibles en una distancia de 10 km desde el suelo hacia arriba. Después de asegurar la infraestructura y la tecnología de apoyo, el proyecto piloto para 2026, contará con herramientas de gran alcance en varias industrias como la atención médica, los automóviles autónomos y la construcción de ciudades inteligentes.
Son los principales usos que tendrá esta tecnología del futuro, cuyas principales características, además de la mayor velocidad, es que consume menos recursos energéticos, su latencia es muchísimo menor por aire, cuenta con un mayor alcance como ya hemos mencionado y, también será más estable, permitiendo tener más dispositivos conectados.
Desde los móviles, electrodomésticos hasta los vehículos autónomos, las ciudades cada vez están más saturadas de tecnología que reclama su hueco para conectarse a la red y mandar información. Sin estos avances, las telecomunicaciones se colapsarían.