El primer gran experimento de geoingeniería de la historia se debía poner en marcha este verano en Suecia, pero se han encontrado con un problema. ¿Se puede frenar el cambio climático tapando el sol? Os lo contamos.
«Estamos al borde del abismo, debemos asegurarnos que el siguiente paso sea en la dirección correcta» António Guterres, secretario general de Naciones Unidas, se expresaba así en la presentación del Informe sobre el Estado Global del Clima 2020 hace unas semanas. La pandemia ha colapsado toda nuestra atención desde principios de 2020, mientras el cambio climático sigue manifestando sus efectos devastadores.
El año pasado se produjeron incendios, inundaciones, sequías y ciclones en todos los continentes y los afectados apenas recibieron ayudas porque todos los recursos se han destinado a frenar los contagios y muertes por el coronavirus. El último informe del clima realizado por la Organización Meteorológica Mundial ha sido calificado como aterrador, y urge a todos los países a reducir las emisiones globales de manera colectiva antes de 2030, en un 45% con respecto a los niveles de 2010.
Pero, al margen de las medidas que pueden llevar a cabo gobiernos y ciudadanos para proteger al planeta de las cantidades de contaminación que generamos. Hay un proyecto en marcha que propone una forma diferente de reducir la temperatura del planeta en caso de extrema emergencia. Es el conocido como proyecto Scopex (Experimento de Perturbación Controlada Estratosférica) desarrollado por la Universidad de Harvard y que cuenta con Bill Gates como uno de sus principales mecenas.
El objetivo de este proyecto sería evaluar la eficacia de la geoingeniería solar o ingeniería climática que consiste en la modificación deliberada y a gran escala del clima de la Tierra para combatir el calentamiento global, por ejemplo, tapando el sol. Una idea que también pronosticaron en Los Simpson.
La propuesta de la Universidad de Harvard dista mucho del plan maquiavélico del Señor Burns. Los investigadores proponen rociar la atmósfera terrestre con partículas capaces de reflejar la luz solar y así ayudar a enfriar la temperatura de nuestro planeta. Este efecto es algo que ya se ha visto en la propia naturaleza.
En 1991 la erupción del volcán Pinatubo en Filipinas expulsó a la atmósfera unos 20 millones de toneladas de dióxido de azufre, fue la segunda gran erupción volcánica del siglo pasado y mató a cientos de personas. Esas partículas que el volcán expulsó se distribuyeron por toda la atmósfera reflectando parte de los rayos solares y rebajando la temperatura terrestre medio grado durante los 18 meses siguientes. Si alguna vez el planeta alcanza una temperatura extrema, este recurso podría darnos tiempo, pero sería inútil si no conseguimos con otras medidas reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
El equipo de investigadores de Harvard quieren liberar carbonato de calcio, un mineral muy abundante en la Tierra, que no es tóxico y no tiene los inconvenientes del ácido sulfúrico, el cual destruye el ozono y calienta la estratosfera. No obstante, el carbonato de calcio no existe de forma natural en la estratosfera, por lo que se necesitan más estudios de laboratorio y al aire libre, para confirmar sus efectos.
Este verano estaba prevista una primera prueba del experimento, en el que el grupo de investigación de Harvard quería realizar un primer vuelo del globo aerostático que llevaría el material hasta la estratosfera. Se trata de una prueba exclusiva del sistema de la plataforma o globo aerostático, similar a los muchos que se utilizan cada año para otros proyectos científicos y no se expulsará ningún mineral o aerosol.
Aún así, el Comité asesor de Scopex y la agencia espacial sueca han bloqueado de forma temporal esa prueba. «El cambio climático y sus consecuencias es uno de los mayores desafíos que enfrentamos en nuestro planeta. Por lo tanto, la investigación en este campo es importante, y muchos de los experimentos que se están realizando a bordo de globos y cohetes desde el Centro Espacial Esrange contribuyen a dicha investigación” asegura el comunicado. “Sin embargo, la comunidad científica está dividida con respecto a la geoingeniería, incluidas las pruebas tecnológicas relacionadas, como el vuelo de prueba técnico en globo planeado desde Esrange este verano”
Los responsables de este proyecto aseguran que eligieron Suecia como lugar de lanzamiento del globo por la trayectoria espacial que tiene este país. La Agencia Espacial Sueca tiene más de 40 años de experiencia en el lanzamiento de estos balones estratosféricos. Por eso se ha elegido el centro espacial Esrange en Kiruna.
El Consejo Saami, que promueve los derechos e intereses del pueblo indígena Saami en Suecia y las regiones vecinas, también pidió al comité y a la Corporación Espacial Sueca que cancelen ese vuelo de prueba. Afirman que «amenazan la reputación y credibilidad del liderazgo climático que Suecia quiere y debe perseguir” y consideran que la ”única forma de lidiar con eficacia la crisis climática” es a través de las energías renovables y la reducción de la contaminación.
La agencia espacial sueca, en su comunicado, asegura que a pesar de este bloqueo es importante continuar con el debate que se ha generado alrededor de la geoingeniería dentro de la comunidad científica, pues todavía no está claro que los beneficios de este tipo de experimentos sean mayores que las desventajas.
Basta recordar que el Pinatubo, además de enfriar el planeta medio grado con su actividad volcánica, hundió la producción agrícola de alimentos como el maíz, la soja, o el arroz y el trigo en todo el mundo, elevando los precios, entre otros muchos problemas. Al fin y al cabo el sol es una de nuestras principales fuentes de vida.