La energía nuclear tiene mala fama pese a las enormes ventajas que supone, por eso en China quieren cambiar la percepción de la energía que podría desconectarnos de los combustibles responsables del cambio climático.
El miedo a que algo salga mal en una central nuclear no es algo infundado, pese a lo difícil que es que ocurra un fallo grave. El caso de Chernóbil, que cumple 35 años, es el recordatorio que utiliza todo el mundo para atacar la energía nuclear, y no es para menos.
Pero siendo realistas, el caso de Chernóbil fue (y es) muy particular y los casos de errores nucleares en los últimos 50 años son extremadamente bajos, por lo que afirmar cualquier cosa que no sea que la energía nuclear es segura sería estar faltando a la verdad.
Aún así hay mucha gente que la teme y su fama internacional no es la mejor. Por este motivo, en China quieren construir el que sería el primer reactor nuclear verde de la historia.
La central nuclear limpia diseñada por científicos chinos utilizaría como materia primera el torio en vez del uranio y usaría reactores de sales fundidas en lugar de barras de combustible.
En esta central nuclear verde el torio se disuelve en la sal líquida de flúor antes de ser enviado a la cámara. A temperaturas extremadamente altas, de unos 600º grados centígrados, los átomos de torio se transformarán en uranio-233, un isótopo del uranio que puede dividirse y liberar energía y neutrones, creando así la fisión nuclear.
Los científicos explican que la ventaja de este proceso es que la central será más segura que las nucleares tradicionales, ya que si se produjera una fuga la sal fundida del reactor se enfriaría lo suficiente como para sellar el núcleo y evitar reacciones incontroladas.
Además, los restos de la reacción también tienen una vida media relativamente de 500 años, lo que es muy poco en comparación con los reactores de uranio, cuyos residuos pueden permanecer activos hasta 10.000 años.
Para terminar de nombrar sus ventajas, este tipo de centrales limpias no requieren de agua, por lo que podría instalarse en zonas desérticas (lejos de poblaciones), y no se podrían usar para crear armas nucleares, ya que sustituyen el uranio por el torio, eliminando así una preocupación siempre presente.
Los planes de esta central nuclear limpia pasan porque en agosto se empiece la construcción de un prototipo del reactor y que en septiembre comiencen las pruebas. Si todo sale bien, en 2030 podríamos ver el primer modelo comercial del reactor verde chino.