Los radares en carretera son una de las herramientas más efectivas para controlar el tráfico, por eso en verano se multiplican y desde Google quieren echarnos una mano avisándonos con antelación.
Abrir Google Maps, poner la dirección de destino y estudiar la ruta, con sus paradas y su tiempo estimado. Este ritual es el que llevamos millones de conductores cada año cuando se acercan las vacaciones. Y este 2021 no es una excepción.
Por eso mismo, desde la Dirección General de Tráfico (DGT) eligen el verano como la época donde colocar más dispositivos de control. Concretamente más de 1.600 radares, tanto fijos como móviles, por lo que independientemente de a donde vayamos lo más seguro es que nos crucemos con alguno.
Pero no todo está perdido. Primero porque cumpliendo las normas de circulación, y sobre todo la velocidad máxima, sortear estos controles no es tarea difícil. Y, segundo, porque desde Google Maps quieren echarnos una mano para ir sobre aviso.
La forma de aprovecharse de esta función de Google Maps es realmente sencilla, ya que tan sólo tenéis que tener actualizada la aplicación y estar conectados a internet. Tan sencillo como esto.
Una vez hecho esto, cuando vayamos a buscar un ruta en concreto veremos como en la app nos aparecen dos tipos de radares, unos amarillos, que son los fijos, y otros azules, que son los móviles.
Los radares fijos están puestos por la propia Google, por lo que son más fiables, y los móviles aparecen gracias a la colaboración de los usuarios (nosotros mismos podemos poner avisos), que están atentos y van avisando a la aplicación de la existencia de un radar móvil. Por este motivo, las señales de estos últimos suelen ser menos fiables.
Como veis, la aplicación no nos pide que activemos nada ni que hagamos ninguna configuración específica, por lo que tan sólo tendremos que preocuparnos del viaje y estar atentos, tanto a las señales de la carretera como a los avisos del Google Maps. Viajad con cuidado y que no os multen.