Google se ha cansado de las filtraciones y ha decidido presentar sus nuevos Google Pixel. Se trata de los Pixel 6 y Pixel Pro que, sí, siguen a pie juntitas lo mostrado en las filtraciones de hace varias semanas, pero de cara a este anuncio, Google ha sorprendido anunciando su propio SoC, el Tensor Core.
El año pasado hubo algunas polémicas porque LG, que ya no está entre nosotros, y Google pasaron olímpicamente de los chips de última gama de Qualcomm y, de hecho, salieron terminales con Snapdragon de la familia 700.
Ya no podemos hablar por LG, pero puede que Google no estuviera dispuesta a pagar lo que cuestan los Qualcomm tope de gama porque ya se encontraban desarrollando sus propios chips y, aunque no conocemos demasiado sobre el Tensor Core, hay algunas claves que conviene tener en cuenta.
Los nuevos Google Pixel 6
Antes de hablar del Tensor Core, vamos a repasar lo que sabemos oficialmente de los Pixel 6 y Pixel 6 Pro. El diseño es exactamente el que se ha ido filtrando estos meses.
Tenemos un móvil muy similar al Nexus 6p, al menos en la forma del módulo de cámara. En esa franja negra se encontrarán las cámaras y, aunque todavía nos falta mucha información sobre los teléfonos, sabemos que el Pixel 6 Pro contará con un sensor principal que será capaz de capturar un 150% más de luz.
Esto es una buenísima noticia y parece que, por fin, Google cambia el sensor principal de 12 megapíxeles que han montado prácticamente todos los Pixel y que sí, han aprovechado como nadie, pero era hora de montar algo más moderno.
Los otros dos sensores serán un gran angular y un telefoto de cuatro aumentos. En el caso del Pixel 6 solo tendremos dos sensores, pero sin más información por el momento.
En el frontal tenemos un orificio central para las cámaras y unos laterales y barbilla muy estrechitos. Evidentemente, llegarán totalmente actualizados con Android 12.
No es el primer chip de Google
Vamos a las novedades más allá del diseño, el Tensor Core. No es el primer procesador desarrollado por Google porque en generaciones previas hemos visto el fantástico procesador de imagen que acompañaba al procesador de Qualcomm y, además, el chip de seguridad Titan.
Eran distintos chips repartidos en la placa que, ahora, estarán en el mismo SoC, algo como lo que ha hecho Apple en sus procesadores, pero también Samsung en los Exynos o Huawei en sus Kirin.
El Tensor Core va a aglutinar el Titan M2 para seguridad, seguramente tendremos una nueva generación de su procesador de imagen y, evidentemente también el módem, el almacenamiento, la GPU y el módulo de RAM.
Hay ganas de ver qué pueden hacer en lo que a optimización se refiere, ya que ahora Google va a controlar tanto el software como el hardware de una forma que solo Apple puede hacer.
Y es que, Samsung y Huawei hacen sus chips y sus capas de personalización, pero el sistema primario sigue siendo Android.
Google lo tiene más fácil porque es su procesador junto a su sistema operativo, ni capas de personalización ni nada más, y eso puede suponer una ventaja en rendimiento, en vida útil del teléfono gracias a las actualizaciones… y en optimización del consumo.
¿Más batería?
A partir de aquí vamos a entrar en el campo de las suposiciones, pero está claro que controlando tanto el software como el hardware y su integración, Google podrá estirar la vida útil de sus móviles con las baterías que estaban montando hasta ahora.
No es un secreto que algunos de los últimos modelos de los Pixel llegaban de milagro al final del día con un uso no muy intensivo y aunque los chips de Qualcomm de estas últimas generaciones eran muy eficientes, con el Tensor pueden optimizar más el sistema para consumir menos batería.
Como digo, esto es especulación, pero seguramente será una preocupación y un objetivo en la factoría Google.
Mayor optimización de la cámara, pero posibles pegas a la GCAM
Aunque antes comentaba que el sensor principal de los Pixel era bastante veterano, lo cierto es que entre los algoritmos de la fotografía computacional, el procesador de imagen y la ‘magia’ de Google, los Pixel hacían maravillas e incluso el Pixel 2, que ya tiene unos añitos, se mantiene genial en el día a día.
Con un nuevo procesador pueden hacer que la toma de imágenes y su procesamiento (que era algo lento en los modelos anteriores) sea más rápida y, además, también podrían desarrollar esas ventajas de la fotografía computacional para el vídeo.
Es una buenísima noticia para los usuarios que vayan a comprar el Pixel, pero también una mala para los que quieran una nueva versión de la GCAM para sus móviles.
Esto no es seguro, pero como no vamos a tener un Pixel nuevo con SoC de Qualcomm, veremos si los desarrolladores de GCAM son capaces de adaptar la app de cámara de Google con sus mejoras para móviles con procesador de Qualcomm.
Actualmente, por ejemplo, los procesadores Snapdragon tienen su GCAM, pero no pasa así con los Exynos y los Kirin, aunque todos sean procesadores basados en ARM.
Como digo, hay que esperar a ver qué pasa.
Ecosistema de Google y actualizaciones
Y por último, puede que Google quiera hacerse un Apple en toda regla con sus procesadores y tener un ecosistema de Pixel Watch, Pixel Book, Pixel Tab y, evidentemente, los móviles.
Google ya está en todos esos segmentos con WearOS y la compra de Fossil, con las tablets y con los Chromebook, pero todos los pasos parecían o tímidos o carentes de continuidad.
Con su propio chip pueden empezar a estirarlo o encogerlo para crear dispositivos más potentes como portátiles o que consuman menos energía, como los relojes.
Además, aunque los Pixel tienen una larga vida útil, con un nuevo procesador controlado por Google se podrían estirar unos años las actualizaciones tanto de sistema como de seguridad, lo que no deja de ser de lo más interesante.
Todo esto está por ver, pero lo que tenemos claro es que la optimización puede ser un punto muy fuerte y diferenciado en el ecosistema Android gracias a este nuevo procesador y que tenemos muchísimas ganas de poner las manos encima al nuevo Pixel.
Eso sí, según las primeras informaciones, solo se pondrán a la venta en Australia, Canadá, Francia, Alemania, Japón, Taiwan, Gran Bretaña y Estados Unidos. España, Italia y Latinoamérica nos quedamos, otra vez, fuera de la lista y tendremos que importarlo.