Muere Frances Allen, la primera mujer en ganar el premio Turing por sus contribuciones a la informática | Tecnología

El mundo de la informática se despide esta semana de una de las mujeres que más han contribuido a su historia. A Frances Allen le debemos grandes avances en los códigos y compiladores modernos. 

Agosto está siendo un mes triste para el mundo tecnológico. En los que llevamos de mes hemos visto irse a dos grandes figuras de la historia de la informática. Por un lado está William English, uno de los padres del ratón para ordenadores y por otro, Frances Allen, pionera del compilador para programación. 

Allen es una de las mujeres que han marcado un antes y un después en la historia de la informática moderna y que ha roto barreras para las siguientes generaciones de mujeres. Fue la primera mujer en forma parte de IBM en 1989 y la primera en conseguir el premio Turing en 2006, al que se le considera el Nobel de la informática.  

Hoy los programadores dicen adiós a esta mujer que ha muerto a los 88 años de edad por culpa del Alzheimer el 4 de agosto, justo el día de su cumpleaños y muy posiblemente sin acordarse de lo importante que ha sido su trabajo


Desde los componentes que debe tener un ordenador, pasando por los principios de la programación, hasta la invención de las páginas web, vamos a hacer un repaso por algunos de los nombres que trazaron el curso de la historia de la informática.

IBM la recuerda por su contribución vital en los compiladores. La palabra compilar significa traducir un código de programación a un código ejecutable por una máquina. Desde 1966 en adelante, ella y el científico John Cocke dedicaron gran parte de su carrera a escribir artículos en los que detallaron algoritmos y marcos que ayudaron a los compiladores a ser mucho más eficientes. 

Los desarrolladores de aplicaciones para móviles u ordenadores son los primeros beneficiados del trabajo de Allen y su equipo. Pero a esta pionera también se la recuerda por su compromiso con el avance de las mujeres en la informática. Ella fue la primera en entrar en IBM y se propuso ayudar a otras mujeres, en las décadas de los 70 y 80 la mitad del grupo de compiladores experimentales del gigante azul estaba formado por mujeres. 

Allen y sus compañeros progresaron también en la computación paralela, donde las tareas se comparten entre sistemas para acelerar su finalización. Por toda esta carrera, a pesar de que la edad y el Alzheimer la mantenían retirada y ajena a su gran labor, a principios de año el Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos (IEEE) anunció que honrará a Fran con la Medalla Frances E. Allen de IEEE, que se otorgará por primera vez en la Ceremonia de Honores de IEEE en 2022.

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