Rumoreado durante meses, el Pixel 4a ya está aquí. Bueno, lo tenemos nosotros, ya que para que realmente llegue tendremos que esperar mes y medio. No es extraño que una compañía anuncie su nuevo móvil unas semanas, o dos meses, antes de ponerlo a la venta, pero sí es curioso que los ceda para análisis con esos dos meses de antelación.
Y es que, el Pixel 4a llegará el próximo 1 de octubre a un precio de 389 euros en España (a otros mercados como al francés, sin ir más lejos, llegará más barato), pero como decimos, nosotros llevamos unos días con él y ya lo hemos probado a fondo.
El día de su presentación os dejamos nuestras primeras impresiones, y ahora ampliamos esas sensaciones en esta review del Pixel 4a. Antes, como siempre, os dejamos la tabla de características en la que ponemos el Pixel 4a y el Pixel 4, su hermano mayor, frente a frente. Y dicho esto… vamos con el análisis de un Pixel 4a que ya os avanzamos que no es para todo el mundo.
Pixel 4a | Pixel 4 | |
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Pantralla | 5,81″ | Panel OLED | Resolución de 2.340 x 1.080 píxeles | 443 píxeles por pulgada | Relación 19,5:9 | Modo Always-on Display | 5,7″ | Panel OLED | Resolución de 2.280 x 1.080 píxeles | 444 píxeles por pulgada | Relación 19:9 | Modo Always-on Display |
Procesador | Snapdragon 730 | Snapdragon 855 |
Memoria RAM | 6 GB LPDDR4X | 6 GB LPDDR4X |
Almacenamiento | 128 GB UFS 2.1 | 64 GB / 128 GB UFS 2.1 |
Batería | 3.150 mAh | Cargador de 18 W incluido en la caja | 2.800 mAh | Cargador de 18 W incluido en la caja | Carga inalámbrica |
Cámara principal | 12,2 Mpx | Dual Pixel | Pixel de 1,4 μm | Apertura f/1.7 | OIS | Principal de 12,2 Mpx | Dual Pixel | Pixel de 1,4 µm | Apertura f/1.7 | OIS // Telefoto de 16 Mpx | PDAF | Píxel de 1 µm | Apertura f/2.4 | OIS |
Cámara frontal | 8 Mpx | Enfoque fijo | Pixel de 1,12 μm | Apertura de f/2.0 | 8 Mpx | Enfoque fijo | Pixel de 1,22 µm | Apertura de f/2.0 | TOF 3D |
Dimensiones y peso | 144 x 69,4 x 8,2 mm | 143 gramos | 147,1 x 68,8 x 89,2 mm | 162 gramos |
Precio | 389 euros en España | Desde 659 euros en España |
Índice de contenidos del análisis del Google Pixel 4a:
Uno de los móviles más pequeños y ligeros del año
Recientemente hemos tenido una hornada de móviles en los que era muy fácil decir qué apartado era el punto fuerte del terminal y otros, como el Mi 10 Lite o el Oppo Find X2 Lite que, directamente, es difícil que no recomendemos a quien busque un móvil que haga de todo por menos de 450 euros. En el caso del Pixel 4a nos movemos en una escala de grises en casi cualquier elemento del terminal.
Me gustan los móviles grandes. Cuanta más pantalla… casi mejor, pero sin pasarse, como en el caso del Black Shark 3 Pro que analizamos hace unos días. Uso el móvil para tomar notas en eventos, para redes sociales, para ver mucho contenido de YouTube, para editar algún texto si me pilla fuera de casa y hay que corregir algo y para editar fotografías tanto hechas con el terminal como con la cámara.
Cuanto más grande, más pantalla, pero lo cierto es que el Pixel 4a me ha abierto un poco los ojos. He hecho prácticamente lo mismo (salvando las distancias en algunos aspectos), pero con un móvil que entra en el bolsillo perfectamente y que no pesa prácticamente nada. Es muy, muy cómodo de llevar, ya que es… bueno, un móvil compacto.
Apple con el iPhone SE 2020 o Samsung con el Galaxy S20 han demostrado que aún hay fabricantes que piensan en móviles más compactos, y la verdad es que es muy cómodo llevar encima un terminal que mide 144 mm de alto y solo 69,4 de ancho. Con el pulgar abarcas prácticamente toda la pantalla, no ocupa nada en el bolsillo y con 143 gramos muchas veces me olvido de que está ahí.
Si nos ponemos a mirar más en detalle, nos encontramos con un móvil en el que el cristal y el policarbonato son protagonistas. El frontal está monopolizado por el cristal que protege la pantalla y que se extiende hasta los bordes. No es una pantalla curva, pero el cristal sí hace una ligera curvatura que hace que los gestos de control de Android sean muy placenteros.
Los marcos tienen unas medidas de 4 mm para el superior, algo más de 3 para los laterales y de 5 para la barbilla. De nuevo, tenemos un móvil cuyos marcos no son simétricos, aunque esto es algo que solo comentamos por encima, ya que realmente no tiene tanta importancia. Lo que sí tiene importancia es el tamaño del orificio para la cámara frontal.
Tiene un diámetro de 5 milímetros y es exagerado no ya si lo comparamos con otros orificios tan pequeños como los de los Note 20 recién presentados o los de cualquier Galaxy S20, sino que en una pantalla de 5,8″ es demasiado prominente y hace que la barra de notificaciones sea más ancha de lo que debería.
Vamos a los bordes y a la trasera. El cuerpo es unibody de policarbonato, algo que no es habitual, y en los bordes tenemos uno de los dos altavoces, uno de los dos micrófonos y el USB Tipo-C en la parte inferior. En el lateral izquierdo tenemos la ranura nanoSIM que no es DualSIM ni acepta tarjetas microSD y en el lateral derecho los botones de bloqueo (en color turquesa para dar un toque distintivo) y el de subir/bajar volumen.
Por las dimensiones, estos botones caen muy bien al alcance del pulgar. En la parte superior tenemos una sorpresa, ya que vemos el segundo micrófono para aislar el audio en las llamadas… y un jack de 3,5 mm. ¿Que si no hubiera estado ese puerto se podría haber metido más batería? Probablemente, y no le habría venido mal, pero oye, no nos vamos a quejar de que esté.
En la trasera hay poco que contar, ya que tenemos una superficie mate de plástico uniforme (me alegra que Google haya abandonado esa mezcla entre partes mate y partes brillantes de plástico, algo que tenía el Pixel 3a XL), un lector de huellas en la parte central que responde muy bien, pero que está hundido de manera tan sutil que a veces no lo presionamos bien… y un módulo de cámara cuadrado.
Entendemos que este módulo de cámara es para guardar una coherencia con su hermano mayor, pero en aquel tenía sentido y aquí para una cámara y un flash…. no demasiado. Es un móvil que no llama la atención en absoluto, pero realmente es lo de menos cuando es tan, tan cómo do de usar con una mano.
Estos días he ido por la calle sin temor a que se me caiga (cosa que sí pasa con otros móviles) y me siento en una terraza a tomar algo con el móvil en el bolsillo y sé que ni está asomando ni puede caerse a no ser que haya algún movimiento extraño.
Y no, si estáis esperando a un Pixel 4a XL, desde Google nos han confesado que no tienen planes actualmente para lanzar una revisión con pantalla más grande, ya que… bueno, quieren que este sea su compacto y si queréis una pantalla mayor vayáis al 4 XL. Y si queréis controlar el móvil con gestos sin tocar la pantalla con la tecnología Motion Sense, eso se queda en el Pixel 4.
OLED de 5,8″ con buena calibración y una diagonal que no es para todo el mundo
La pantalla es una de las claves de los teléfonos porque nos pasamos muchísimas horas a lo largo de la semana interactuando con ella. Usemos el móvil para lo que lo usemos, una buena pantalla es esencial tanto para consumir contenido como para crearlo.
En este caso tenemos un panel OLED, no AMOLED por lo que no está construido por Samsung, y tiene una diagonal de solo 5,81″. Decimos ‘solo’ porque realmente es pequeña para los estándares actuales y lo cierto es que si se hacen móviles con medias de 6,5″ es porque la gente los demanda.
Este panel cuenta con una resolución típica FullHD+, por lo que tenemos los conocidísimos 2.340 x 1.080 píxeles que, debido a las 5,8″, nos arrojan una densidad de 443 píxeles por pulgada. Este es un gran dato y lo cierto es que por encima, o rondando, los 400 ppp… no distingues los píxeles.
La relación de aspecto es 19,5:9 y, como decimos, es una pantalla muy cómoda para usar con una sola mano, ya que prácticamente llegas a todas las partes del panel y si no llegas arriba para desplegar la barra de notificaciones no pasa nada debido a que puedes ‘tirar’ de cualquier punto de la pantalla para desplegar este panel.
Hablando de notificaciones, que el orificio para la cámara sea tan ancho hace que el espacio para notificaciones sea también ancho. Con un orificio más pequeño se podría haber ganado un par de milímetros útiles de pantalla, pero bueno. Y hablando del orificio, hay que vivir con él: no hay manera de ocultarlo más allá de activando el modo oscuro del sistema.
La calibración es buena y realmente vamos a ver con calidad cualquier tipo de contenidos. Los colores saturados son su fuerte y el contraste es generoso gracias a las cualidades de los paneles OLED. Eso sí, no vamos a poder toquetear mucho en calibración porque hay solo tres modos (normal, mejorado y automático) y no hay demasiadas diferencias entre ellos. Además, no se nos permite regular temperatura, rango RGB y otros parámetros que sí podemos seleccionar en móviles con pantallas AMOLED en este rango de precio.
Ahora bien, aunque es HDR, el nivel de brillo es algo irregular. En exteriores se ve bien (habríamos agradecido un modo de altas luces con un ‘punch’ de brillo), pero en interiores deja que desear.
Casi siempre se regula bien de manera automática, pero entre el 20% de brillo y el 90% las diferencias son muy escasas entre medias. Es decir, en otros terminales distingues perfectamente el 40% del 70% de brillo. En este… no pasa. De noche, podemos configurar un modo lectura que atenúa los colores azules para cuidar la vista.
¿En el día a día echo en falta una pantalla más grande? Realmente, tras una semana de uso intensivo no y cuando cojo móviles más grandes me parecen tablets, pero al principio sí se me hacía raro ver YouTube, por ejemplo, en 5,8″. Lo que sí echo en falta es una tasa de refresco mayor.
Los Pixel 4 tienen 90 Hz y en este rango de precio (recordemos que, en España, hablamos de casi 400 euros) hay terminales con ese refresco. Se echa de menos ese plus de fluidez, algo que habría casado genial con un sistema que va realmente fluido.
Tenemos un modo Always-On Display que podemos configurar no en diseño, sino en funciones… y algo a tener en cuenta, como es la protección. Los últimos móviles están llegando con Corning Gorilla Glass 5 y 6, pero aquí tenemos Gorilla Glass 3. Esto no es ni mejor ni peor, simplemente diferente y hay que tener algo más de cuidado.
Gorilla Glass 3 es una tecnología algo antigua, pero los desarrolladores se centraron en que la pantalla no se rayara con facilidad. De hecho, en nuestras pruebas solemos ver pequeñas marcas de uso aun cuidando los terminales y estos días no he notado ni una raya en el Pixel 4a. Eso es debido a que Gorilla Glass 5 y 6 se rayan más fácilmente, pero también son más flexibles y se rompen mucho menos por caídas. Ese es el punto flaco de Gorilla Glass 3, que se rompe más fácilmente el vidrio si recibe un golpe fuerte.
En mi caso prefiero que no se raye (soy bastante maniático con esto) porque tengo mucho cuidado y no se me caen los móviles, pero es algo que debéis tener en cuenta.
Buen rendimiento gracias al Snapdragon 730 en tareas de casi cualquier tipo
Y entramos en uno de los puntos calientes del análisis del Pixel 4a. Google ha optado por un procesador que tiene unos meses a sus espaldas. Se trata del Snapdragon 730, un SoC construido en 8 nanómetros que cuenta con dos núcleos a 2,2 GHz Kryo 470 Gold y otros seis de menor consumo Kryo 470 Silver a 1,8 GHz.
Este SoC cuenta con la Adreno 618 como GPU y está acompañado por 6 GB de memoria RAM LPDDR4X. En términos de rendimiento, tenemos un muy buen rendimiento tanto mononúcleo como multinúcleo y la principal diferencia con gamas más altas como el 765G o el 855, sin ir más lejos, es la capacidad de la GPU.
Os dejamos la tabla de rendimiento en test sintéticos con terminales similares en precio y con el Pixel 4 XL, el hermano mayor:
Pixel 4a | SD 730 | Pixel 4 XL | SD 855 | Oppo Find X2 Neo | SD 765G | OnePlus Nord | SD 765G | Xiaomi Mi 10 Lite | SD 765G | |
---|---|---|---|---|---|
Geekbench 4 mononúcleo | 2.560 | 2.862 | 2.690 | 2.843 | – |
Geekbench 4 multinúcleo | 6.391 | 9.432 | 7.532 | 7.781 | – |
Geekbench 5 mononúcleo | 502 | 524 | 620 | 618 | 607 |
Geekbench 5 multinúcleo | 1.500 | 1.927 | 1.833 | 1.995 | 1.912 |
PC Mark 2.0 | 8.563 | 9.465 | 9.339 | 9.205 | 8.108 |
3D Mark OpenCL / Vulkan | 2.435 | 2.244 | 4.640 | 4.130 | 3.327 | – | 3.327 | 3.105 | – |
AnTuTu | 248.135 | 369.006 | 333.622 | 332.216 | – |
Los test sirven como referencia para comparar terminales, pero en el día a día lo cierto es que prácticamente cualquier procesador es más que capaz para desempeñar casi todas las tareas. En redes sociales, multitarea, correo, navegación web y videojuegos, el Snapdragon 730 se porta de maravilla. Ahora bien, hay algunas tareas que se le atragantan.
Como decimos, podemos jugar a cualquier juego con este SoC de manera muy fluida, aunque si algo he notado es que si salimos del juego para ir a otra app y luego volvemos a la partida, el sistema pasa por la clásica transición horizontal que otras capas de personalización de Android ya solventaron hace tiempo, pero bueno.
Sin embargo, donde notamos que le cuesta en en algo que, seguramente, muchos haréis si compráis este Pixel 4a. La app de la cámara, y esto es buenísimo, nos permite guardar el archivo JPEG y RAW a la vez y claro, teniendo el RAW de manera tan sencilla, lo mejor es usar aplicaciones como Snapseed o Photoshop Express para editarlo.
El problema está en que estas aplicaciones tardan varios segundos en procesar cualquier orden que hacemos y, además, algo que también notamos es calentamiento y que tarda unos segundos en procesar las fotografías de la cámara. De esto no nos vamos a quejar debido a que salen muy, muy bien en la mayoría de situaciones, pero es un hecho que con una memoria más potente y un mejor SoC no pasaría.
Sobre el calentamiento, cuando entramos en apps algo exigentes (tanto apps como juegos) el calor empieza a apoderarse de la zona superior izquierda. No es alarmante, pero está ahí. Y bueno, el plástico no es el mejor disipador, por lo que tampoco ayuda la elección de materiales en este sentido.
Sobre la memoria, cuenta con 128 GBG UFS 2.1 que rinden así:
Pixel 4a | OnePlus Nord | Xiaomi Mi 10 Lite | |
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Escritura secuencia | 195,49 MB/s | 345,32 MB/s | 339,50 MB/s |
Lectura secuencial | 433,52 MB/s | 692,50 MB/s | 755,61 MB/s |
Escritura aleatoria | 22,96 MB/s | 18,81 MB/s | 23,20 MB/s |
Lectura aleatoria | 19,77 MB/s | 17,78 MB/s | 16,64 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 4,79 GB/s | 5,84 GB/s | 5 GB/s |
¿Nos va a dejar tirados en rendimiento? No, en ningún momento, pero en este rango de precios tenemos móviles con un Snapdragon 765G que a nivel de CPU son idénticos, pero en GPU son evidentemente mejores y, además, consumen menos.
Ahora bien, en el día a día todo va como la seda gracias al Android ‘pixelizado’.
Android 10 puro extremadamente estable, pero ya no es la mejor experiencia en Android
Se suele decir que el Android más puro es el de los Pixel… y no es así del tordo. No usan la capa más pura posible (Android stock), sino una versión que no se aleja mucho de Android bruto, pero que tiene ciertos añadidos de software como un control inteligente de la batería, la maravillosa GCam nativa y otros apartados, como una muy buena integración del asistente.
Eso sí, también faltan cosas como el desbloqueo facial. En este terminal se pierde el desbloqueo de los Pixel 4, pero tampoco encontramos el desbloqueo por foto 2D que tienen prácticamente todos los móviles Android. Google no ha explicado por qué, pero seguramente se escudarán en la seguridad. Durante la presentación del terminal hicieron hincapié en el chip de seguridad Titan M que cifra Android y que comprueba con el inicio del teléfono que corremos la última versión… y también dijeron que el botón de desbloqueo físico era por razones de velocidad y seguridad.
No dudamos de esto, pero está claro que es también por un tema de costes. Eso sí, no habría costado nada meter el desbloqueo 2D que algunos usuarios utilizamos en nuestros dispositivos.
En lo que al sistema se refiere, ya hemos ido comentando detalles como la personalización de la pantalla, que no es muy generosa, y realmente no hay demasiado que decir. La buenísima noticia es que no tenemos nada, pero nada de bloatware, contamos con Google Discover, si tiramos hacia abajo abrimos las notificaciones, si tiramos hacia arriba trenemos el cajón de aplicaciones.
Podemos personalizar todos los iconos con bastantes diseños, los gestos de Android funcionan muy bien, la multitarea está bien gestionada… pero ya no es la mejor experiencia de Android. Al menos, a mí no me lo parece. OxygenOS, la capa de personalización de OnePlus, tiene mucho que decir aquí. Es igual de estable, OnePlus la actualiza durante muchísimo tiempo y a lo largo del año recibe varias mejoras y, en definitiva, la navegación es muy, muy placentera.
El punto fuerte del Android 10 de los Pixel es, claro, que tienen tres años de soporte de Android, que son los primeros en actualizarse, que siempre tienen las últimas mejoras de seguridad en primer lugar, que no dependen de otras compañías… y que tienen una GCam maravillosa.
Además, las aplicaciones propias de Google cada vez son mejores. Es cierto que prácticamente todas las mejoras respecto a versiones anteriores son para usuarios que dominen el inglés, pero un caso práctico es el de la grabadora. Hace unos días tuve que graba una entrevista por streaming a un desarrollador estadounidense y la app, además de grabar la voz, va transcribiendo de una forma muy, muy precisa la voz a texto.
Es algo que ya estaba en otras apps y generaciones anteriores, pero realmente me ha sorprendido lo bien que ha transcrito la entrevista, sin prácticamente fallos y reconociendo términos muy técnicos.
El concepto de point-and-shoot de las cámaras antiguas en un teléfono móvil
Desde el segundo Pixel hemos estado maravillados por cómo Google conseguía con una sola cámara resultados espectaculares. Google lleva años demostrando que hay cámaras que no son necesarias (como las cámaras macro o de ‘profundidad’, con muchas comillas, que vemos en muchos móviles de gama media para abajo).
El sensor, una buena lente principal (el conjunto de cristales y su diseño), el tamaño del píxel, los megapíxeles, los milímetros de enfoque… todos son elementos fundamentales en la fotografía, pero Google además ha sumado el software a la ecuación, demostrando que con su software se pueden lograr desenfoques de fondo impresionantes, un enfoque rapidísimo y una interpretación de color y ruido de la imagen espectacular.
Sí, con el Pixel 4 se pasaron a las dos cámaras, pero una de ellas era un telefoto para suplir algo que el principal no hace bien, el zoom digital, pero aquí volvemos a una configuración con una sola cámara. Es, de hecho, la misma que la principal del Pixel 4, un angular de 27 milímetros que tiene las siguientes características:
Resolución | Apertura | Estabilización | Tamaño del píxel | Tamaño del sensor | Enfoque | mm equivalente | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Principal | 12,2 Mpx | f/1.8 | OIS + EIS | 1,4 µm | 1/2,55″ | Dual Pixel PDAF | 27 mm |
Frontal | 8 Mpx | f/2.0 | – | 1,12 µm | – | AF | 24 mm |
La cámara principal del Pixel 4a no es la más impresionante en lo que a megapíxeles se refiere… ni en el tamaño del sensor. Estamos viendo móviles con 48, 64 y 108 megapíxeles y sensores que están más cerca de los de 1″ que el de este terminal, pero al final eso queda en un segundo plano.
Que el Pixel 4a tenga ‘solo’ 12,2 megapíxeles, pero con un tamaño de 1,4 micrones por pixel (cuando otros móviles tienen píxeles bastante más pequeños, de 0,8 micrones) permite que el terminal capte más luz y las imágenes tengan mucho menos ruido. Esto hace que el Pixel 4a brille de noche en condiciones de poca luz, pero de día también ayuda porque la representación de las altas luces y las sombras es mucho más natural.
Esto, que es mecánico, está apoyado por un software extremadamente fácil de usar. No tenemos que cambiar de modo de lente (porque no hay más que una, básicamente), no tenemos que quemarnos la cabeza con modos… y lo cierto es que es la app de fotografía que más me ha gustado de las que he probado últimamente.
Tenemos el modo ‘Cámara’, la pestaña ‘Más’ en la que se encuentran las fotos panorámicas, esféricas, cámara lenta y Google Lens, el vídeo, el retrato y la visión nocturna. No tenemos modo pro, ya que el móvil saca a la vez un JPEG y un RAW que podemos editar desde el PC o el móvil sin necesidad de tirar en profesional.
Ahora, vamos con ejemplos, y vamos a empezar con la fotografía nocturna. Primero, os dejamos algunas fotos en condiciones de baja luz, al atardecer:
Os dejamos algunas fotos tomadas de noche:
El Pixel 4a brilla de noche no tanto por la información que captura, que también, sino porque me encanta que las imágenes no tengan ese tono amarillento de las farolas que otros móviles sacan en los modos noche. El tono más blanquecino no solo se acerca más a la realidad, sino que es mucho más atractivo.
La estrella del modo noche es la astrofotografía. No busquéis un modo de astrofotografía, ya que esto es algo que el móvil activa automáticamente dentro del modo noche cuando tenemos el móvil en un trípode. Se tardan varios minutos en tomar una fotografía en modo noche con astrofotografía, pero vale la pena.
Os dejamos algunos ejemplos y los metadatos de una de ellas para que veáis que no era el amanecer:
Modo astro
Modo noche
Modo astro
Modo noche
Modo astro
Modo auto
Modo astro cortando la foto a los 30 segundos. Debajo están los metadatos
Ahora bien, en este modo vemos que las imágenes son espectaculares, pero muy poco naturales. A las 00:30 no es de día y no se debería ver así, por mucha luna llena que haya. Editando un poco el RAW, conseguimos una fotografía más cercana a la que veía esa noche a simple vista:
En el día a día, da gusto usar el Pixel 4a para hacer fotos. Es decir, no hay que hacer nada más que abrir la app y disparar. La inmensa mayoría de las imágenes van a salir perfectas y si no (si hay zonas muy oscuras, altas luces…) al tener el RAW se pueden editar fácilmente.
Os dejamos algunos ejemplos tanto en exterior como en interior:
2x digital
2x digital
1x
2x digital
3x digital
4x digital
7x digital
2x digital
JPEG
RAW editado
Sin embargo, es cuando seleccionamos el punto de enfoque (sin entrar en modo retrato) cuando vemos lo que puede hacer la cámara. El bokeh que saca es precioso, con una disrupción del fondo muy atractiva. Además, esto no solo sirve para fotos a elementos cercanos, también en exteriores podemos enfocar al punto deseado y controlar las sombras y las luces altas de forma manual con un slider que aparece en pantalla.
A continuación, una galería con algunos RAW editados en el móvil:
El retrato es otro de los puntos fuertes del Pixel, pero es donde se nota más que es un móvil debido al recorte y al agresivo desenfoque de fondo que obtenemos. La foto resultante pone al sujeto como protagonista principal, pero afortunadamente podemos editar el nivel de profundidad de campo a posteriori. Os lo recomendamos encarecidamente:
Fotos con el Pixel 4a
Viva el procesado y los móviles sin cámaras superfluas pic.twitter.com/XihrLGY1gU
— Alex Alcolea (@Lherot) August 3, 2020
La cámara frontal no brilla tanto y hace ese mismo desenfoque por software, pero aquí se nota más las carencias:
Si nos vamos al vídeo, tenemos la posibilidad de grabar a 4K30 o 1.080p30/60 estabilizado. Los resultados no son tan atractivos a nivel de calidad de imagen porque se aplica un recorte digital para acercar la imagen (es más atractivo grabar en un 35 mm que en un 27 mm, todo hay que decirlo), pero los resultados no son malos:
Así pues, estamos ante un móvil que facilita el proceso de la fotografía y con el que apetece hacer fotos. Está claro que no es el más versátil porque no tiene ni un telefoto (aunque el zoom digital se defiende bien) ni tiene gran angular, pero a mi me encanta la fotografía y suelo salir con mi cámara a ver qué capto. Me apetece salir, me gusta, y estos días he hecho eso mismo… pero con el Pixel. He tenido otros móviles que sí, son muy buenos en esta materia, pero no me apetecía tantísimo salir por gusto y no por trabajo.
¿Por qué? Creo que es porque no tengo que pensar qué lente es mejor para cada situación. Simplemente saco el Pixel con su 27 mm… y a encuadrar lo que entre en la fotografía. Y eso creo que es fantástico.
Batería para un día de uso, pero sin pasarse
Lo advertíamos en nuestras primeras impresiones, pero tras probar durante más días el Pixel 4a hemos confirmado que la batería, aunque crece en miliamperios a la vez que la pantalla mengua en milímetros, no nos da la libertad que nos gustaría.
Cuando el estándar parecen ser los 4.000 mAh, el Pixel 4a llega con 3.140 mAh. Crece respecto a los insuficientes 2.800 mAh del Pixel 4 normal, pero aun así sigue siendo una capacidad escasa. Sí, es lo que toca en este terminal porque el tamaño del cuerpo es el que es y en esta ocasión la queja no es tan airada como sí lo fue con el Pixel 4, que tenía hueco de sobra para una batería mayor.
En el uso del día a día llegamos a las seis horas de pantalla con un uso normal de redes sociales y podemos estar de 8:00 a 00 con el terminal usando Twitter, WhatsApp, Spotify, navegación… pero cuando metemos una tarea que se salga de esas y que exija a la GPU (como juegos y apps pesadas) o a la cámara… nos quedamos más cerca de las cinco horas de pantalla y no llegamos a media noche.
Sobre la carga, en la caja tenemos el cargador USB Tipo-C (el cable es Tipo-C a Tipo-C) que nos permite cargar el dispositivo con una potencia de 18 W. Por el precio del terminal, nos habría gustado ver algo más cercano a los 22 W o 25 W, pero este cargador de bastante simple de 5 V / 3 A a 15 W y de 9 V / 2 A a 18 W.
La carga es bastante lineal con un 50% en 38 minutos y con un 100% a los 102 minutos. No es la carga más rápida, sobre todo teniendo en cuenta la capacidad de la batería, pero al menos en media hora a la hora de comer o algo así consigues un extra de energía -necesario- para llegar al final del día sin problemas ni agobios.
NFC, eSIM, Bluetooth 5.1, jack de auriculares y altavoces estéreo
Al Pixel 4a se le pueden sacar ‘peros’ en prácticamente todos los apartados, pero en el de comunicaciones y sonido… no. Vamos a empezar por esto último. En los móviles premium encontramos un conjunto de dos altavoces dedicados o, de manera más común, un altavoz principal y el auricular de llamadas que también puede usarse como altavoz y que ofrece un sonido estéreo.
El Pixel 4a hace eso mismo, teniendo un altavoz en el marco inferior y utilizando el auricular como altavoz secundario. No alcanza un volumen tan elevado como el altavoz inferior, pero lo cierto es que se agradece mucho consumir multimedia con un sonido estéreo. No tenemos ecualizador ni en el modo con altavoces ni con auriculares (tanto por USB Tipo-C como por jack de 3,5 mm).
A continuación, os dejamos una prueba de sonido con el Pixel 4a:
El volumen de los altavoces no es el más elevado de los vistos estos últimos meses, pero la calidad de sonido es buena siempre que no subamos del 80% de volumen, ya que en ese umbral empieza a chirriar un poco.
Si nos vamos a la comunicación, aquí tampoco echamos casi nada de menos. Tenemos NFC para pagos online (para activarlo hay que ir a configuración, ya que no es una opción que esté en la barra de herramientas), Bluetooth 5.1 de bajo consumo y latencia más reducida y compatibilidad con eSIM. En España no es lo habitual, pero hay otros países en los que esto es más común. El Wi-Fi es Wi-Fi 5 y no vemos 5G.
Es una realidad que en España ni el Wi-Fi 6 ni el 5G están extendidos y no solo no están extendidos por la geografía, sino porque no todas las operadoras lo ofrecen. ¿He echado de menos esto? No, pero el usuario de Pixel es un usuario que tiene tres años de actualizaciones de sistema y que no se siente en la necesidad de cambiar de móvil cada año.
Hoy no tenemos 5G, pero en 2021 puede que en tu ciudad y con tu operadora sí pudieras usarlo… y es algo que de lo que no te podrás beneficiar con el Pixel 4a. Habría sido tan ‘fácil’ como montar el Snapdragon 765G que, además de mejor rendimiento en GPU, como hemos dicho, trae ese módem incorporado.
Si quieres un móvil compacto y con una gran cámara, es la alternativa Android al iPhone SE 2020
El Pixel 4a es un móvil especial. Al principio, las primeras horas con él, todo era muy extraño debido al tamaño. La pantalla se me hacía enana, las dimensiones también, era raro poder controlarlo con una mano y el orificio en pantalla me parecía muy, muy grande.
Al día siguiente empecé a no echar tanto de menos una pantalla mayor excepto para jugar, eche en falta más autonomía y el orificio de la cámara frontal me seguía pareciendo enorme, pero al final empezaban a pesar más las cosas buenas del móvil que las carencias o detalles que no me gustaban.
Llevar el móvil en el bolsillo sin que sientas que se va a caer en cuanto te sientes es algo fantástico, la potencia es la adecuada para el día a día y la pantalla, aunque le falta un puntito de brillo, cumple a la perfección. El sistema es tremendamente estable y bueno, el móvil enamora por su tamaño y la cámara.
Esa sensación de no tener que comerse la cabeza para hacer una foto es fantástica. Solo tenemos que preocuparnos por el encuadre, ya que solo tenemos un angular y debemos ajustarnos a eso. A nivel creativo, es algo que me encanta y que nos hace, en mi opinión, mejores fotógrafos.
Además, el resultado de la fotografía es impecable en casi la totalidad de las situaciones gracias a un software con el que Google puede sacar pecho.
El Pixel 4a está lejos de ser perfecto por detalles como la autonomía. Llegar al final del día usando el móvil a tope es complicado, pero al final es el precio a pagar por tener un móvil compacto. De hecho, considero que es la única alternativa en Android al iPhone SE 2020. Ninguno de los dos es perfecto y, de hecho, tienen bastantes carencias, pero se parecen en su buena cámara y software, tanto de sistema como de procesado, en el tamaño y en que son muy manejables con una sola mano.
Si queréis un móvil compacto, el Pixel 4a es la mejor propuesta de Android.