Ahora Windows 10 nos permitirá desinstalar de forma parcial todas las aplicaciones que no hayamos abierto recientemente para ahorrar tanto espacio de almacenamiento como banda ancha de Internet.
Con el paso de los meses con el uso del ordenador se van acumulando archivos y multitud de aplicaciones que utilizamos durante un periodo de tiempo y que no volvemos a abrir jamás en la vida, y Microsoft quiere acabar con dichas aplicaciones que lo único que hacen es ocuparnos espacio de disco duro y permanecer ahí en el olvido, ralentizando también el ordenador en ciertos casos.
Quizás imitando una de las características con las que cuenta el sistema operativo iOS que nos va recomendando la desinstalación de distintas aplicaciones que llevemos mucho tiempo sin utilizar, los de Redmond también estarían trabajando en una nueva funcionalidad similar para Windows 10.
Para ahorrar almacenamiento, memoria RAM y ancho de banda de Internet, Windows 10 también está preparando una nueva función que archivará aquellas aplicaciones que hayamos utilizado muy poco o nada, y a diferencia de eliminarlas totalmente, en esta ocasión únicamente se desinstalarán pero conservando todos los datos para que cuando volvamos a instalarlas sea exactamente todo igual que antes.
Esto es especialmente útil, porque una de las razones por la que no desinstalamos ciertas aplicaciones es porque no queremos perder todo el avance en las mismas, pero de esta manera si Windows 10 nos las archiva podemos ahorrarnos muchísimo almacenamiento pero al mismo tiempo se conservarán esos pequeños datos indispensables por si volvemos a necesitar la aplicación.
Esta nueva característica estará dentro de las opciones de Windows 10, en “aplicaciones y características”, y veremos la opción marcada por defecto en la que puede leerse que “para ahorrar espacio de almacenamiento y banda de ancha de Internet, las aplicaciones que no uses frecuentemente serán archivadas automáticamente. Tus archivos y datos serán salvados. La próxima vez que utilices una aplicación archivada se conectará a Internet para restaurarse a la versión completa si estuviera aún disponible”.
Si bien la opción viene marcada por defecto, si no nos gusta mucho la idea de que el sistema operativo nos acabe borrando aplicaciones aunque sea solo a modo de archivarlas, la podremos desactivar en cualquier momento en el panel de ajustes de Windows 10.
La función parece que es una característica únicamente dirigida a aquellas aplicaciones que se encuentra en la Microsoft Store aunque sin duda es una idea realmente buena dado que a buen seguro que tenemos decenas y decenas de aplicaciones que por miedo a perder todos los datos no las hemos borrado todavía, y ahora Windows 10 nos puede ayudar al respecto.
[Vía: Windowslatest]