Parecen un invento moderno, pero los patinetes con motor no son una cosa de nuestros días. Existen desde hace más de un siglo. Aunque hasta hace unos años tenían un gran problema: eran extremadamente peligrosos.
Imagina un vehículo en donde tienes que llevar en la espalda un depósito de gasolina que puede explotar, o incendiarse. Un vehículo que consiste básicamente en ponerse unas ruedas en los pies, sin ningún tipo de seguridad, capaz de alcanzar los 28 Km/h… sin frenos. Así eran los patines motorizados hace décadas. No nos extraña que no tuviesen ningún éxito….
Al igual que ocurre con los coches eléctricos, que ya existían hace más de 100 años, los patines o patinetes con motor no son un invento moderno. Su creador, un francés llamado M. Constantini, los patentó en 1906. Puedes ver una foto suya justo más abajo.
El problema es que en cada época los inventores deben amoldarse a la tecnología disponible, y en el siglo XX los motores funcionaba con gasolina.
Los patines estilizados que lleva la señorita de la derecha fueron creados por la compañía alemana NSU Motorcycles, según cuenta Hagerty.
Los primeros modelos normalmente llevaban el depósito de gasolina en la espalda, o en los propios patines, y tenían un mando que lo único que hacía era acelerar o decelerar el motor. Todo conectado mediante cables.
Eran vehículos capaces de correr a más de 25 Km/h pero como se ve en las fotos, no tenían ningún tipo de protección o frenos. Como mucho podías frenar clavando el patín en el suelo, pero si haces eso a 25 Km/h seguramente saldrás volando…
En el anterior vídeo podemos ver una versión casera de 1962 que incluso posee un asiento para un pasajero… ¡En unos patines!
No tienen ningún tipo de mecanismo control, es solo un motor en los pies, y el conductor debe girar inclinando su cuerpo y frenar… como pueda. «Un vehículo en donde solo su inventor sabe cómo mantenerse en pie«, dice el video…
El intento más serio por crear patines con motor fue el que llevó a cabo la compañía de Detroit Motorized Roller Skate Company, en 1956. Puedes verlo en la foto de apertura de la noticia, utilizado por el vendedor Mike Dreschler, en 1961.
Este modelo usaba un motor de 9 Kilos colgado a la espalda, a lo que había que sumar el depósito de gasolina. El motor transmitía la potencia directamente a los patines, con un cable. Podía circular a 28 Km/h con una autonomía de 48 Kilómetros, pero como se ve en la foto, tampoco tenían frenos.
Pese a su nula seguridad llegaron a comercializarse por 250 dólares de la época, unos 2.300 dólares actuales. Solo algunos valientes, como el vendedor Mike Dreschler, se atrevieron a usarlos.
Y aunque hoy nos parezcan intentos inocentes, no debemos subestimarlos. Sus inventores tenían la misma pasión y entusiasmo que Elon Musk… pero la tecnología de la época era lo que era…