Pasarse horas delante de la pantalla del móvil viendo noticias deprimentes. Una tras otra, no vemos más que noticias tristes y nuestro ánimo no mejora. Este nuevo hábito parecer surgir del confinamiento provocado por la actual pandemia y se llama doomscrolling.
La palabra inglesa «doom» significa fatalidad, miseria, catástrofe; mientras que «scrolling» es el término para desplazar la pantalla del móvil u ordenador, de arriba a abajo, mirando redes sociales u otras páginas web en busca de un tema interesante.
Este es el nuevo término de moda para hacer referencia a la apatía y adicción causada que sufren cada vez más personas tras los meses de cuarentena, tras este año protagonizado por la COVID-19 y las medidas de seguridad. Si nos paramos a pensar, es complicado dar con buenas noticias, positivas y alentadoras, pero no por ello debemos aferrarnos a consultar el móvil cada pocos minutos en busca de más desastres o cifras terribles.
La situación ha provocado muchos cambios de hábitos y costumbres del día a día. Las personas se quejan de falta de sueño, sensación de decaimiento, poco interés en general por otras cosas. «Estoy en la cama pero el sueño no viene. Todo es muy difícil en este momento«, se puede leer en un comentario de Twitter. «Debería dejar de ‘doomcrolling’ y tratar de dormir» añade esta persona.
Es verdad que la cruda realidad de 2020 también nos ha enfocado en temas que antes teníamos abandonados. Nos ha hecho ver la importancia de pasar tiempo con amigos y familiares, de disfrutar del ejercicio, dedicar más rato a cocinar en casa y cuidarnos en general. Pero por otro lado, está provocando que tengamos más pesadillas, ansiedad, dolor por la pérdida de seres queridos, e incluso miedo al exterior y a socializar.
Los psicólogos reconocen haber notado un aumento de las consultas por problemas derivados de la pandemia, aunque aseguran que no son datos representativos pues muchas personas aún no se atreven a consultar a un especialista cuando tienen estos sentimientos. En realidad, todos estos problemas como el doomscrolling vienen de lejos, pero se han agravado este año.
«La sensación de urgencia, emoción y peligro puede volverse muy adictiva«, explica Charlotte Hilton en The Healthy, que se confiesa adicta al doomscrolling, «algunas personas descubren que mantenerse informados, incluso durante el período de fatalidad, les ayuda a sentirse reconfortados y en control«, indica.
Reconocer este problema es el primer paso, las adicciones cuanto antes se detecten y se le pongan remedio es mejor. ¿Cómo podemos detectar que estamos haciendo doomscrolling y que se ha convertido en un problema grave?
- Si verificas los titulares y los feeds de las redes sociales muchas veces al día. Si sientes la obligación de consultarlas cada 15 minutos.
- Te sientes frustrado si al volver a consultar la información y las noticias y no ves ningún dato nuevo, ninguna noticia nueva.
- Revisas las redes sociales incluso por las noches, te despiertas y debes asegurarte que no te pierdes nada
- Los teléfonos móviles ya cuentan con sistemas de información para saber cuánto tiempo lo consultamos o estamos utilizándolo.
- Rechazas hacer otras cosas para pasar más tiempo consultando las noticias y mirando redes sociales.
- Revisas el teléfono en busca de noticias en situaciones inapropiadas o peligrosas, como en el coche mientras conduces.
- Tu trabajo, tu relación con amigos y familiares, la salud se está viendo mermada por esta adicción.
- Sientes desesperanza y desánimo de forma constante, pero sigues consultando las noticias.
- Tus seres queridos se muestran preocupados, hazles caso.
¿Cómo afrontarlo?
Una vez que has sentido que tienes un problema y que la situación no va a mejor, lo más importante es reconocerlo, hablarlo con otras personas. No debemos tener miedo a pedir ayuda a nuestros seres queridos, pero sobre todo a un profesional. Muchos psicólogos atienden ahora mismo por teléfono y se han aplicado líneas telefónicas gratuitas para ayudar a la población en estos momentos.
También puede ser recomendable ponernos un plan diario que nos mantenga entretenidos. trabajando haciendo ejercicio, cocinando, dando paseos, charlando con otras personas, tareas que requieran toda nuestra atención y nos mantengan alejados del teléfono. Para poco a poco poder darnos cuenta que no pasa nada si no seguimos los acontecimientos mundiales al minuto, el mundo va a seguir ahí, aunque la sensación sea que se está desmoronando.