Ha llovido desde el lanzamiento del Samsung Galaxy S20 FE 5G. Antes del lanzamiento os ofrecimos unas primeras impresiones en las que os contamos qué nos parecía, tras solo unas horas de uso, el nuevo móvil «para Fans» de la compañía surcoreana.
Tras esas primeras impresiones llegó la avalancha de terminales de gama premium de esta segunda mitad de año (los iPhone 12 –análisis– o el Mate 40 Pro-análisis-) y el análisis del Galaxy S20 FE 5G quedó en el tintero.
Ahora lo recuperamos para hablaros de cómo, tras unos meses de uso, ha evolucionado nuestra opinión sobre uno de los teléfonos más interesantes que Samsung ha creado estos últimos años. Y es que, por fin los coreanos abrazan esa gama media-premium en la que no se notan recortes tan evidentes como en generaciones pasadas.
Samsung Galaxy S20 FE 5G | |
---|---|
Pantalla | Panel SuperAMOLED | Resolución de 2.400 x 1.080 píxeles| 407 píxeles por pulgada | 6,5″ con refresco de 120 Hz | Relación de aspecto 20:9 | 84,8% del frontal es pantalla |
Procesador | Snapdragon 865 |
Memoria RAM | 6 / 8 GB LPDDR5 |
Almacenamiento | 128 GB UFS 3.1 |
Cámaras principales | Principal de 12 Mpx f/1.8 OIS | Gran angular de 12 Mpx f(2.2 | Telefoto de 8 Mpx f/2.4 OIS zoom 3x |
Cámara frontal | 32 Mpx f/2.2 |
Batería | 4.500 mAh | Carga de 25 W con cargador no incluido | Carga rápida inalámbrica de 15 W | Carga inversa de 4,5 W |
Sistema operativo | Android 0 + OneUI |
Dimensiones y peso | 159,8 x 74,5 x 8,4 mm | 190 gramos |
Precio | 625 euros en Amazon |
Índice de contenidos del análisis del Samsung Galaxy S20 FE 5G:
Siguiendo el canon de belleza del S20, pero ahorrando en materiales
Cuando analizamos los S20 os contamos que, aunque el cuerpo era de cristal y el acabado era bastante premium al tacto, realmente la paleta de colores no estaba muy bien escogida y parecían móviles algo más baratos de lo que eran. Con los Note 20, sobre todo con el Note 20 Ultra –análisis-, la película cambió totalmente porque el cristal mate que eligieron es de lo mejor que ha pasado por nuestras manos.
Sin embargo, cuando se quieren abaratar costes, uno de los primeros elementos que «sufren» son los estéticos, y eso no siempre tiene que ser malo. El S20 FE 5G es de plástico, un plástico de calidad, pero plástico al fin y al cabo. El acabado es rugoso mate y agradecemos que los surcoreanos no hayan decidido hacer ese tratamiento ‘brillante’ para simular el cristal.
Que sea de plástico hace que en mano sea… distinto. Parece un móvil menos premium de lo que realmente es y aunque en la mano es cómodo (sobre todo por su peso de 190 gramos), la sensación no es la de estar ante un móvil de más de 600 euros. Lo bueno es que las huellas no se quedan muy marcadas.
Eso sí, igual que en la cocina existen los ‘trampantojos’, esos platos que simulan ser, por ejemplo, un huevo frito y en realidad son un cocido madrileño, aquí tenemos un móvil de policarbonato que no deja de lado características TOP.
Nos referimos a la carga inalámbrica (sí, es posible en un móvil de plástico), la carga inalámbrica inversa y, sobre todo, la certificación IP68. Samsung es de las pocas que sigue contando con esta certificación y no se ha olvidado de ‘pedirla’ en su S20 FE 5G. Esto significa que es resistente al agua y al polvo, y es un detalle que nos gusta.
Para terminar con la parte trasera, tenemos un módulo de cámara que sobresale lo suyo y que sigue las líneas de los Samsung de este año. Nuestro móvil es el que tiene el acabado azul, pero también lo tenéis en naranja, rojo, blanco, verde y lavanda, siendo una de las paletas de colores más generosas del catálogo de smartphone en 2020.
Los botones están en el lateral derecho. Ahí encontramos el botón de bloqueo y los de volumen. Son bonitos y el acabado es interesante, pero me parece que los de volumen están un poco fuera del rango del pulgar al estar demasiado arriba. Es otro problemilla que me he encontrado en otros Samsung este año, pero nada reprochable en el día a día.
En la parte inferior tenemos uno de los altavoces y el USB Tipo-C, así como uno de los micrófonos. Estos laterales también son de plástico, pero en este caso tienen un acabado brillante y casan bien con la pantalla.
Pasemos al frontal, ya que tenemos uno de los puntos fuertes del S20 FE 5G. Antes de dar los detalles y sensaciones del panel, tenemos que decir que los 6,5″ explican los menos de 16 centímetros de altura del terminal.
Los marcos están algo menos aprovechados que en los S20 y tenemos un 84,8% del frontal ocupado por la pantalla frente al 90% de los S20. Se nota, sobre todo en una barbilla y laterales que evidentemente son más anchotes.
Tenemos módulo de cámara en un orificio y sigue siendo de los orificios más pequeños del mercado, pero Samsung le ha dado un toque plateado que hace que llame mucho la atención, incluso cuando está oculto en las franjas negras de algún juego o vídeo con proporción 16:9.
No es un punto negativo, pero llama la atención que en los S20 esté tan bien integrado y en el S20 FE, teniendo un tamaño muy similar, los surcoreanos hayan querido que llame la atención. Por cierto, sobre el módulo de cámara frontal está el auricular de llamadas que funciona, también, como altavoz. Así que, el S20 FE no pierde por el camino ni la certificación IP68 ni el sonido estéreo. Y no, no hay sensor de huellas porque está en pantalla.
Como no podía ser de otro modo, no hay funda… y tampoco encontramos auriculares en la caja. Es una decisión lógica teniendo en cuenta que se quieren ahorrar costes.
Panel SuperAMOLED marca de la casa con 120 Hz
Pero pasemos a la pantalla, ya que es de los puntos más destacados de este terminal. Vamos avisando de que hay muchos tipos de panel AMOLED y aunque estamos ante un panel que, por tecnología y números, puede indicar que es el mismo del del S20+, realmente no es así.
Estamos ante un panel SuperAMOLED que se ve realmente bien y que tiene esos colores contrastados típicos de la compañía surcoreana. Poco a poco cuidan más este aspecto para ofrecer una paleta menos saturada y contrastada, pero esos colores típicos de Samsung siguen ahí.
A mí me gustan, por lo que he dejado la configuración por defecto. Eso sí, si no os convencen, hay varios ajustes de color para que dejéis el panel con una paleta más apagada o con diferentes ajustes de temperatura.
La resolución es de 2.400 x 1.080 píxeles, lo que en sus 6,5″ nos deja una densidad de 403 píxeles por pulgada. Sinceramente, la resolución QHD+ de los S20 está genial, pero teniendo en cuenta el tamaño del panel y que nos obligaban a elegir resolución 1.440p a 60 Hz o frecuencia de 120 Hz a 1080p, es una resolución idónea.
No vais a distinguir píxeles a simple vista, el contenido se ve perfectamente y, como digo, lo que más destaca es esa frecuencia de 120 Hz que no es adaptativa, como en otros móviles de Samsung.
La navegación por los menús y aplicaciones es fantástica. Hacer scroll en apps de redes sociales o en una web es una experiencia muy suave, las animaciones son más que correctas y el terminal, gracias a la potencia y a esa tasa de refresco, cuenta con una fluidez extraordinaria.
En juegos compatibles tenemos una experiencia sobresaliente y la verdad es que agradecemos muchísimo cuando contamos con móviles que tienen paneles de 90 Hz, 120 Hz o más (aunque los 144 Hz, en mi opinión, son innecesarios).
El brillo es muy alto y no he tenido problemas para visualizar contenido a plena luz del Sol, el panel SuperAMOLED es espectacular para consumir contenido y la verdad es que la experiencia sonora, de la que hablaremos más adelante, hace que el S20 FE 5G sea un muy buen móvil para consumir contenido.
Ahora bien, la pantalla no es perfecta y como decíamos antes, no es la del S20 ni por resolución, que nos da más igual, ni por los ángulos de visión. Cuando tenemos el móvil sobre una mesa, los contenidos con fondo blanco tienen a no mostrar el color nativo, sino a irse un poco a un tono verdoso.
Es algo que no molesta, en absoluto, pero denota que no estamos ante el mismo panel que en el resto de la gama TOP de Samsung, donde no veíamos este efecto. Por lo demás, un muy buen panel… alimentado por un SoC espectacular.
Bienvenido a un Samsung europeo, Snapdragon 865
Samsung es una empresa que fabrica muchísimos de los componentes que vemos en otros teléfonos. Es decir, hacen paneles, memorias tanto RAM como ROM y sensores de cámaras que montan otros fabricantes. Además, producen sus propios chips, los Exynos.
Tradicionalmente, en Europa hemos tenido los Samsung tope de gama (porque en otras líneas, como hemos visto en el análisis del M51, son más abiertos) con procesadores Exynos. No son malos procesadores y tienen potencia de sobra tanto para el día a día como para apps pesadas como juegos, pero son chips más exigentes con la batería.
En ‘casa’ y en Estados unidos, los Galaxy montan chips de Snapdragon y el S20 FE llega a España en dos versiones, curiosamente. La ‘normal’, la 4G, cuenta con el Exynos 990 que ya analizamos en el S20+. Sin embargo, el S20 FE 5G, nuestra unidad, tiene el Snapdragon 865. Y no, no nos vamos a quejar.
Estamos ante uno de los mejores SoC de los últimos tiempos construido en una litografía de 7 nm+ y con una configuración bastante especial: tiene un núcleo de alto rendimiento a 2,84 GHz, tres núcleos a 2,42 GHz y cuatro de bajo consumo a 1,8 GHz.
La GPU es la Adreno 650 y está acompañado por 6 u 8 GB de RAM. En nuestros test, el resultado ha sido el siguiente:
Benchmarks | Galaxy S0 FE 5G | Galaxy Note 20 Ultra | Xiaomi Mi 10T Pro | Sony Xperia 1 II | Huawei P40 Pro+ | Oppo Find X2 Pro | Galaxy S20 Ultra |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Procesador | Snapdragon 865 | Exynos 990 | Snapdragon 865 | Snapdragon 865 | Kirin 990 5G | SD 865 | Exynos 990 |
GeekBench 4 Single | 3.982 | 2.913 | – | 3.665 | 3.917 | 4.290 | 5.024 |
GeekBench 4 Multi | 12.048 | 12.045 | – | 11.776 | 12.723 | 13.205 | 11.966 |
GeekBench 5 Single | 805 | 582 | 798 | 757 | 779 | 905 | 926 |
GeekBench 5 Multi | 3.057 | 2.729 | 3.132 | 2.909 | 3.199 | 3.315 | 2.818 |
Antutu 8 | 577.594 | 504.150 | 575.674 | 536.670 | 532.550 | 598.629 | 519.317 |
PCMark | 9.876 | 10.601 | 9.657 | 10.178 | 11.605 | 11.389 | 10.772 |
3D Mark OpenGL | – | 6.490 | – | – | – | 7.306 | 6.875 |
3D Mark Vulkan | – | 5.175 | – | – | – | 6.643 | 6.480 |
Como siempre decimos, cuando hablamos de móviles de este nivel, con algunos de los procesadores más imponentes en el territorio smartphone, los test sintéticos solo sirven para comparar directamente dispositivos o para decir cosas como «pues este supera la barrera de los 600.000 puntos en AnTuTu».
Sin embargo, en el día a día estos test no importan demasiado y prima la experiencia de usuario. Ya os hablaremos de OneUI, la capa de Samsung, pero adelantamos que no hemos tenido ningún tipo de problema con aplicaciones de todo tipo.
Juegos (tanto exigentes como Genshin Impact, Fortnite o CoD Online al máximo como otros a más 60 Hz) han ido de maravilla y las aplicaciones tipo Photoshop Express o Snapseed pueden exportar archivos con facilidad. No he notado un calentamiento reseñable, incluso con lotes de fotos RAW o con Genshin Impact, por lo que buenas noticias en este sentido.
Hablando de la facilidad para exportar fotos, aquí importa la velocidad de la memoria y en esto, curiosamente, Samsung no es de las mejores. Utilizando RAM LPDDR5 y UFS 3.1, los terminales de Samsung de este año quedan un peldaño por debajo de la competencia.
Aun así, si no trabajáis con apps pesadas que ‘tiren’ mucho de memoria, este dato os dará igual básicamente porque en el día a día, abriendo apps y gestionando la multitarea, el teléfono va como se espera.
Samsung Galaxy S20 FE 5G | Samsung Galaxy Note 20 Ultra | Sony Xperia 1 II | Huawei P40 Pro+ | Huawei P40 Pro | Xiaomi Mi 10 Pro | Samsung Galaxy S20 Ultra | |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Tipo de memoria | UFS 3.1 + LPDDR5 | UFS 3.1 + LPDDR5 | UFS 3.0 | UFS 3.0 + LPDDR4X | UFS 3.0 + LPDDR4X | UFS 3.0 + LPDDR5 | UFS 3.0 + LPDDR5 |
Escritura secuencial | 196,47 MB/s | 276,02 MB/s | 298,39 MB/s | 621,16 MB/s | 349,10 MB/s | 488,26 MB/s | 197,37 MB/s |
Lectura secuencial | 815,32 MB/s | 756,83 MB/s | 1,16 GB/s | 1,61 GB/s | 1,70 GB/s | 1,02 GB/s | 710 MB/s |
Escritura aleatoria | 19,87 MB/s | 21,25 MB/s | 33,36 MB/s | 42,31 MB/s | 45,34 MB/s | 32,15 MB/s | 19,72 MB/s |
Lectura aleatoria | 17,23 MB/s | 14,28 MB/s | 19,34 MB/s | 26,20 MB/s | 23,06 MB/s | 20,20 MB/s | 15,31 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 7,81 GB/s | 6.78 GB/s | 10,30 GB/s | 6,09 GB/s | 6,14 GB/s | 10,39 GB/s | 10,83 GB/s |
En el terreno del hardware, los surcoreanos cumplen y lo cierto es que entusiasma tener un Galaxy de esta gama con un SoC de Qualcomm. ¿Cumple el software igual de bien?
OneUI sigue siendo muy funcional, aunque esperamos una renovación de la capa
Hace unos años, Samsung dejó de lado -por fin- TouchWiz, una capa que trabajaba sobre Android y que no solo no era funcional, sino que pesaba muchísimo. El paso a OneUI ha sido celebrado y lo cierto es que las dos versiones principales son consistentes y bonitas, aunque va haciendo falta una renovación.
No nos malinterpretéis, OneUI es una capa que funciona, que tiene unos menús bien definidos en el que casi siempre encontramos lo que queremos (aunque sigo sin entender por qué la batería no tiene un apartado propio y solo podemos acceder a través de un buscador que, por cierto, funciona genial.
Por otro lado, este férreo control de Samsung sobre la capa permite que haya bastantes ajustes de personalización para que dejemos el terminal prácticamente como queramos. Algunos son muy útiles, como la barra Edge de accesos rápidos o el sistema Always-on Display.
El S20 FE no tiene una pantalla curvada, pero Samsung sigue apostando en esta gama por esa barra Edge que, realmente, es algo que no me sobra. Si no os gusta, basta con desactivarla… y listo, pero en lo personal la encuentro de lo más útil.
Por lo demás, tenemos un sistema funcional en el que no he sufrido bloqueos ni expulsiones abruptas en aplicaciones, pero se echa en falta un paso adelante. OneUI 2.5 se ha estancado y tenemos ganas de ver OneUI 3.0 basada en Android 11.
Y es en esto donde Samsung debe apurar un poco más, ya que una de las principales compañías debería actualizar a la última versión de Android con algo más de premura. Sin embargo, sigue funcionando muy bien y es una capa con personalidad, y eso siempre está bien.
Sobre los métodos de desbloqueo biométricos, tenemos un sensor de huellas óptico en pantalla y la foto 2D de Android. El desbloqueo facial es rápido, por lo que no hay nada que reprochar en este sentido, pero el desbloqueo de huella no es ultrasónico.
Esto significa que es un pelín más lento que el de otros móviles tope de gama de Samsung, pero lo bueno es que la luz que emite el sensor para ‘leer’ nuestra huella no es tan exagerada como en otros móviles y, además, si acertamos en el punto exacto tenemos un desbloqueo rápido y preciso. Si no tocamos el punto indicado, toca comerse un mensaje de error.
Eso sí, me sigue dando la sensación de que la animación de desbloqueo de Samsung no es la mejor y es la que, de hecho, hace que el desbloqueo no sea inmediato.
Lo mejor de la gama TOP de Samsung con un procesado cada vez más inteligente
Como hemos dicho a lo largo y ancho de este análisis del Samsung Galaxy S20 FE 5G, hay mucha competencia en esta gama. El móvil de Samsung es muy equilibrado y viendo que no han escatimado en pantalla y SoC, podemos pensar que el recorte viene en la cámara.
Hay un recorte en megapíxeles, sí, pero lo cierto es que, como os hemos dicho otras veces, los megapíxeles no lo son todo y los tres sensores hacen un trabajo muy, muy bueno.
Antes de entrar en los sensores, vamos con la app de cámara. Me gusta el trabajo de Samsung en este apartado y, de hecho, creo que es lo mejor que tiene OneUI. Es una interfaz limpia, intuitiva y con las opciones más importantes en primer plano.
Si queremos algo que no sea el modo de captura única (con varias tomas simultáneas y vídeos de manera automática), el modo automático y el vídeo, tenemos un cajón «Más» en el que encontramos el modo de doble enfoque (para hacer el retrato a personas, animales y objetos), el modo noche y otra serie de modos más artísticos.
Para cambiar de sensor entre el angular, el principal y el tele tenemos unos iconos en la pantalla principal de la app y, como digo, el uso es de lo más intuitivo.
Ahora sí, vamos con los sensores. En los móviles de gama alta, Samsung se ha olvidado de los megapíxeles estratosféricos para apostar por sensores de 12 megapíxeles que tengan un buen tamaño y un tamaño de píxel grande.
El sensor principal es el mismo que nos encontramos en el S20+ con 12 megapíxeles, apertura f/1.8, un sensor de 1/1,76″, un píxel de 1,8 µm, enfoque Dual Pixel, estabilización óptica y una equivalencia de 26 milímetros si habláramos de 35 mm.
El resultado es más que bueno, con un enfoque preciso, nitidez, calidad en las sombras y un procesado que sigue teniendo esa predilección por saturar los azules, pero que no es tan exagerado como hace tiempo:
De noche, el sensor principal no se porta nada mal:
Para completar el trío de cámaras, Samsung se ha olvidado del macro y del sensor de profundidad, y esto es bueno.
El segundo sensor por importancia es un gran angular que es muy, muy similar al que vimos en el S20+ gracias a sus 12 megapíxeles con apertura f/2.2, la equivalencia a 13 mm, el sensor de 1,3″ y el píxel de 1,12 µm. Es un muy buen gran angular, algo extremo, que nos permite juguetear con él.
Y el tercer sensor es un tele que tiene 8 megapíxeles en lugar de los 64 Mpx del tele del S20+, pero que ofrece un zoom óptico de 3 aumentos cuando el del hermano mayor era de solo 1,1x con un 3x híbrido. Prefiero 8 megapíxeles y un 3x real, sinceramente.
Este 3x es equivalente a un objetivo de 76 milímetros y cuenta con una apertura f/2.4 con un píxel de 1 µm, un sensor pequeñito de 1/4,5″ y estabilización óptica. En condiciones de buena luz, lo cierto es que se porta muy, muy bien y también puede darnos alguna alegría de noche:
En la parte frontal, curiosamente, sí tenemos megapíxeles al máximo. 32, para ser concretos, en un sensor de 1/2,74″ con píxel de 0,8 µm y f/2.2. Es una configuración que hemos visto en mucho gama media este año y que tiene un comportamiento correcto.
Tiene dos modos, uno con el móvil en vertical que aplica algo de zoom y otro que se pone en el angular nativo de 26 mm para abrir el angular y que quepan más personas en un selfi de grupo, por ejemplo.
Y respecto al vídeo, Samsung es una de las compañías que mejor trata el vídeo estos últimos años y tenemos una muy buena estabilización con unos colores ricos y una resolución máxima de 4K60. El enfoque es muy bueno, suave y preciso. Además, el balance de blancos es el correcto.
El fotográfico es, en definitiva, uno de los mejores puntos del Galaxy S20 FE gracias a tres sensores muy competentes, a un procesado que sigue teniendo mucho software, pero al que ya no se le va la mano con el HDR y algunos colores y a la versatilidad del conjunto.
Si compráis este Samsung para hacer fotos, no os arrepentiréis.
No podemos pedir más: 5G, NFC, Wi-Fi 6 y altavoces estéreo
Y si en cámaras tenemos algunos de los mejores sensores del año, en conectividad no hay nada que echemos de menos. Contamos con NFC, Wi-Fi 6 y 5G en este modelo con el Snapdragon 865. Puede que ahora no utilicéis el 5G o el Wi-Fi 6, pero las dos tecnologías están soportadas y disponibles para cuando podáis/queráis hacerlo.
En esto, el Galaxy S20 FE 5G es comparable a los móviles TOP de este año, y también en lo que a sonido respecta.
Una gran experiencia de entretenimiento se logra gracias tanto a la calidad del panel y el SoC para dar vida a los contenidos como gracias al sonido. No tenemos jack de 3,5 milímetros y, sinceramente, a estas alturas de 2020 no es algo a reprochar en estas gamas.
En la gama de entrada o media sí nos gusta ver el conector de auriculares porque puede que no todo el mundo quiera o pueda apostar por auriculares Bluetooth, pero cuando hablamos de móviles de gama media-premium y superior, es algo que está bien si está, pero que no echamos de menos si no es así.
Tenemos sonido estéreo gracias al uso del auricular de llamadas como altavoz. Es un altavoz secundario que resulta notablemente menos potente que el principal, pero que agradezco en los juegos y vídeos de YouTube.
Eso sí, se echa en falta algo más de graves y nitidez con el volumen por encima del 80%, pero es un sonido estéreo que cumple en su gama.
4.500 mAh que dan de sí con los 120 Hz activados y una carga de serie algo escasa
La batería es un punto crucial en un smartphone y más en uno de esta gama que utilizamos para todo, incluso para disfrutar en serio de los videojuegos. En este sentido, tenemos la misma configuración que vimos en el S20+.
Si empezamos hablando de la capacidad de la batería, tenemos 4.500 mAh. No es la batería más generosa que hemos visto recientemente, pero en la gama media-premium y alta, curiosamente, están apostando por capacidades más modestas.
Con los 120 Hz activados, el modo Always-on Display, Bluetooth activado en todo momento y el brillo en automático, el S20 FE me da para unas cinco horas y media de pantalla, lo que se traduce en un día de uso con varias cuentas de correo y redes sociales que se actualizan constantemente, alguna partida ocasional. Spotify, YouTube y fotos.
Es un uso calcado al que pude hacer en su día con el S20+, pero con hora y media más de pantalla. Esto habla muy bien del Snapdragon (y no tan bien del Exynos 990 y su consumo). Es un móvil que da para un día de uso, en resumen, que podemos alargar un poco si utilizamos el refresco de pantalla a 60 Hz. En mi caso, he llegado a las seis horas y tres cuartos en este modo. No es una autonomía generosa con 120 Hz debido a que no tiene una tasa adaptativa, sino fija a esos 120 Hz.
La carga es, también, la misma que en su hermano mayor: carga máxima de 25 W, carga inversa inalámbrica de 4,5 W para cargar otros dispositivos y carga inalámbrica de 15 W. Samsung está claramente detrás de la competencia (y en la línea de Apple) en la velocidad de carga, pero lo malo no es eso, sino la decisión del cargador incluido en la caja.
De serie, los surcoreanos proporcionan un cargador de 15 W, el típico ‘travel charge’ de la compañía y si queremos la carga más rápida, hay que comprar el cargador aparte o tener uno compatible.Con el incluido, tenemos un 50% de la batería en unos 40 minutos, mientras que el 100% nos lleva una hora y 50 minutos.
Está claro que no es la velocidad más rápida que nos hemos encontrado recientemente, pero se agradece que en un móvil en el que todos los elementos se han mirado con lupa para intentar ahorrar costes, Samsung haya dejado la carga inalámbrica y una carga inversa que, personalmente, uso bastante para el smartwatch y los auriculares.
Fabricantes, se pueden hacer móviles de plástico con carga inalámbrica.
Conclusión del análisis del Samsung Galaxy S20 FE 5G: un nombre extraño para uno de los mejores Samsung de 2020
La gama media-premium, alta o como queráis llamarla es una de las más complicadas. En la gama media y de entrada asumimos que los fabricantes van a ahorrar todo lo posible, pero gracias a los diferentes avances tecnológicos nos llegan móviles muy bien compensados que satisfacen a la gran mayoría de usuarios.
En la gama premium sabemos que vamos a tener lo mejor a un precio muy alto. Los fabricantes no tienen que comerse la cabeza para ahorrar porque si meten lo mejor, pueden poner un precio en consecuencia.
Sin embargo, en la gama media-premium hay más dificultades, ya que el fabricante debe incluir elementos de altura, pero no se le puede ir la cabeza porque el precio es clave en este segmento. Así, tenemos una de las gamas en las que más competencia hay entre fabricantes porque las diferencias se miden en un margen tan escaso como de apenas 50 euros… y hay muy buenos terminales.
Samsung ha optado por coger el molde del S20 y realizar algunos cambios. El diseño es el más perjudicado, ya que pasamos del cristal al plástico. Pagar más de 600 euros por un móvil de plástico es extraño, y tampoco es un acabado que me guste mucho, pero entiendo que es el precio a pagar por tener todo lo demás.
La pantalla no llega a la calidad del panel del S20+ aun siendo AMOLED y teniendo un refresco de 120 Hz, pero no es, desde luego, un mal panel. Las cámaras ofrecen un gran rendimiento y aquí sí tenemos la sensación de estar ante las mismas que hemos visto en móviles top de los surcoreanos, pero lo mejor está en el interior.
Montar el Snapdragon 865 es todo un acierto tanto por potencia como, sobre todo, por consumo. El Exynos 990 de la versión 4G y de otros Samsung TOP de 2020 no está mal, pero es un SoC bastante más exigente con la batería.
Esta elección de procesador nos permite ejecutar cualquier tipo de app sin que el móvil se despeine, además de lograr llegar al final del día sin problemas con el brillo automático y los 120 Hz.
Es un muy buen móvil, realmente, pero hay dos problemas evidentes. El primero es que no incluir el cargador de 25 W, que tampoco es una carga demasiado generosa, es un error teniendo en cuenta que la competencia tiene cargadores incluidos en la caja notablemente más rápido.
El segundo es que el propio S20+ con una mejor pantalla y acabados está a un precio muy, muy similar. Y sí, el S20+ tiene SoC Exynos, pero no hay una diferencia de precio demasiado alta entre ese móvil TOP de los surcoreanos y este muy buen gama media-premium… y creemos que la diferencia debería haber sido más notable.
Dicho esto, si elegís el S20 FE 5G por encima de un S20 ‘normal’, no os vais a arrepentir. En absoluto.