Telegram debe estar riéndose de la situación, ya que a él le está beneficiando todo el revuelo que se ha montado tras el cierre de Parler, los nuevos términos de WhatsApp y demás movidas.
No hay nadie, o casi nadie, que no use WhatsApp como la aplicación de mensajería por defecto en su día a día, así que salta a la vista las cifras de Telegram en las últimas horas a nivel mundial.
La compañía de Pavel Durov ha ganado más de 25 millones de usuarios en las últimas 72 horas. Todo esto se debe al bloqueo que han ejercido grandes tecnológicas sobre la red social de Parler y el descubrimiento de las nuevas condiciones de WhatsApp.
Ambos sucesos han explotado casi de forma paralela, pero ninguna de las dos están unidas. Es decir, Parler saltó a la fama hace solo unos días, cuando Twitter, Facebook e Instagram bloquearon de forma indefinida a Donald Trump.
Los seguidores de Trump se aglutinaron en Parler ya que alegan que es una red social que no coarta la libertad de expresión, a diferencia de las otras ya mencionadas. No solo los seguidores de Trump y la extrema derecha de EE. UU., sino que muchos simpatizantes de Vox también han pisado Parler.
Tras el asalto al Capitolio y las declaraciones de Trump, las principales redes sociales le cortaron el grifo al expresidente de los Estados Unidos. Esto ha sacado a la luz un debate sobre la libertad de expresión y el monopolio que están formando las grandes tecnológicas como Amazon, Facebook, Google e Instagram.
En toda esta historia ha aparecido Telegram que, sin nada que ver en estos asuntos, ha sido la app de mensajería de emergencia para más de 25 millones de usuarios. Además, ha conseguido 500 millones de usuarios activos en lo que llevamos de semana.
Además, en un reciente comparativa que hicimos, Telegram salió muy bien parada, ya que estaba a medio camino entre el exceso de información que WhatsApp y Facebook Messenger recopilan de los usuarios y los cero datos que recopila Signal.
Ahora, Telegram, sin buscarlo, ha visto cómo ha aumentado su cartera de usuarios. Quizás esto frene o no, sus planes de poner publicidad dentro de su aplicación. Algo que WahtsApp lleva años buscando la forma, pero no se decide.
La libertad de expresión es un derecho constitucional, pero los límites son tan finos que a veces nos excedemos. Eso no implica que las grandes tecnológicas tengan más poder que los países o los jueces de grandes tribunales.
Crear contenido en redes sociales está bien, incluso podemos crear contenido en canales de Telegram, pero siempre desde el respeto, el mismo que buscamos hacia nosotros mismos.