2020 está siendo un año extraño para todos los sectores. En el tecnológico hemos visto cómo se han cancelado multitud de eventos. Algunos se han celebrado de forma virtual y otros, simplemente, se han aplazado hasta 2021. Todos los sectores se han visto afectados, y el deportivo no es una excepción.
Es cierto que acaba de volver la liga de fútbol a varios países, con medidas especiales (por ejemplo sin público, aunque con realidad aumentada desde casa escuchamos cánticos y vemos «algo» en las gradas). Los motores en las categorías de dos y cuatro ruedas, sin embargo, aún no han empezado a rugir.
Los amantes de la Fórmula 1 y del motociclismo tendrán competición este año, sí, pero será algo más corta y, de la misma manera que está ocurriendo con el fútbol, será una temporada comprimida, con grandes premios casi cada semana para recuperar el tiempo perdido.
Antes de que las motos empiecen a rodar, Lenovo ha organizado un evento muy especial. Y es que, nos ha invitado a un evento virtual en el que Danilo Petruzzi, una de las estrellas de la competición, y parte del equipo de ingenieros de Ducati nos explicaron el papel de la tecnología a la hora de competir.
Cuando vemos que compañías como Intel o Lenovo aparecen serigrafiados en el chasis de los vehículos o en los monos de los ingenieros, no se trata solo de publicidad. Sí, tiene su parte de marketing, pero al final, son marcas tecnológicas que apoyan el desarrollo de los vehículos.
Lenovo da a Ducati y a Ferrari las herramientas tecnológicas para que los ingenieros analicen datos de carrera, diseñen nuevas piezas y elementos del vehículo y simulen diferentes situaciones. Y es que, ya no es solo mecánica y la tecnología más digital es una parte vital en el desarrollo de la competición.
La tecnología es clave tanto dentro como fuera del circuito
Es fácil decir que la tecnología es clave para el desarrollo de la moto, sí, pero… ¿cómo? Para empezar, desde Ducati afirman que si no tuvieran cobertura en el circuito, no podrían hacer nada, literalmente. El arranque de la moto se hace mediante el portátil o tablet a pie de pista y, en tiempo real, los 50 sensores que incorpora el vehículo mandan datos que se tienen que analizar tanto en el muro como en el box.
Es una cantidad ingente de datos y, como afirmaban los ingenieros, tras cada carrera tienen unos 80 GB de archivos que analizan después de cada gran premio para mejorar la moto de cara tanto a la siguiente carrera como a la moto del próximo año.
Es decir, las lecturas de los circuitos de Austria, Estados Unidos o España valen para las siguientes carreras de esa temporada, pero son más importante de cara al desarrollo de una moto que en la temporada siguiente sea más efectiva en esos mismos circuitos.
Puede parecer que 80 GB de datos no son demasiados, pero hay que tener en cuenta que no son archivos grandes, sino miles de archivos bastante pequeños que hay que analizar. De eso se encargan los ingenieros de manera manual gracias a los sistemas de procesamiento de los equipos Lenovo (tablets ThinkPad X1 y portátiles ThinkPad X1 Carbon), pero cuando la densidad de datos es considerable, es el momento de delegar.
¿El sistema encargado? La inteligencia artificial. Ducati es uno de los equipos que utiliza la IA (concretamente la rama de machine learning) para analizar y leer datos. Esto ayuda a ser mejores en la pista analizando tanto el estilo del piloto y la evolución de la moto… como la optimización de la aerodinámica dependiendo de diferentes situaciones.
Todo lo que ocurre en la pista y no depende del piloto, se puede simular. Para eso se utiliza el poder de cálculo de los ThinkSystem, servidores proporcionados por Lenovo que son capaces de gestionar muchísimos cálculos por segundo, algo impensable para un humano.
Aunque la IA se está empezando a utilizar en carreras, de momento se usa más para analizar los datos de cara al desarrollo de las motos de temporadas siguientes. Es decir, en carrera se analizan datos y simulan situaciones (neumáticos, gestión de perfiles en la moto dependiendo de situaciones en tiempo real, etc), pero es un proceso más «manual».
¿En caso de duda se hace caso al piloto o a la máquina?
Ahora bien, si los datos dicen una cosa y el piloto tiene otras sensaciones… ¿quién manda? Esa es la pelea de ingenieros y pilotos, según afirmaron tanto los integrantes del equipo técnico como Petruzzi. En Formula 1, aunque las manos importan, todo está mucho más mecanizado y los datos tienen más importancia.
En MotoGP… la cosa cambia. Si los datos dicen una cosa y el piloto otra, el equipo manda un aviso a la moto, pero al final el que está encima es el humano y es el que ve si tiene riesgos de caída, por ejemplo. Petruzzi afirmó que el piloto tiene la última palabra y que de él depende más de la mitad del mérito a la hora de ganar la carrera (comparándose con los datos, claro, no con la moto desarrollada por el equipo), pero también afirmó que los datos cada vez son más importantes. Y, además, no le gusta mucho que los datos le lleven la contraria…
Al final, los equipos están buscando un equilibrio entre datos y sensaciones de pilotos, y de eso depende el éxito deportivo de escuderías como Yamaha, Honda o Ducati, que tienen en sus filas los mejores equipos de análisis de datos y a algunos de los mejores pilotos.
Y claro, algo que se comentó de pasada, pero tiene su importancia, es que los equipos más pudientes son los que mejores herramientas tienen para procesar todos estos datos.