Hay veces en las que es complicado fijar la línea entre un smartwatch y un reloj deportivo avanzado. Al final, se puedan instalar aplicaciones o no, lo cierto es que el uso que muchísimos damos a un smartwatch es el mismo: visor de notificaciones y monitor deportivo.
Xiaomi tiene mucha experiencia en pulseras y relojes deportivos, con una Mi Band –análisis de la Mi Band 5– que es uno de los mejores exponentes de la filosofía de la compañía china: ofrecer todo lo posible dentro de un precio razonablemente bajo.
Ahora, sin embargo, dan un paso más y se adentran en el segmento de los relojes inteligentes con un dispositivo que quiere arrasar el mercado gracias a su precio de 130 euros. Hemos estado dos semanas con este interesante smartwatch de Xiaomi y os contamos nuestra opinión del Mi Watch en este análisis.
Mi Watch | |
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Tamaño | 53,3 x 45,9 x 11,8 mm |
Peso | 32 gramos |
Batería | 420 mAh |
Panel | AMOLED | 1,39″ | Esfera redonda | Resolución de 454 x 454 píxeles |
Conectividad | Bluetooth 5.0 GPS | GLONASS | Wi-Fi b/g/n |
Sensores | Acelerómetro Giroscopio | Sensor de ritmo cardíaco | Barómetro | Brújula | SpO2 |
Protección | Resistente a temperaturas de -10º y 45º | Resistencia 5 AMT | Sumergible 50 metros durante 10 minutos |
Sistemas operativos y dispositivos compatibles | Desde iOS 10 | Desde Android 5.0 |
Precio | 129,99 euros |
Análisis del Xiaomi Mi Watch por apartados:
Para los amantes de los relojes redondos (y con un grosor considerable)
El diseño es importante en cualquier tipo de dispositivo, desde una consola como Xbox Series S –análisis– o PS5 –análisis– hasta un teléfono móvil o un portátil –que se lo digan al Thinkpad X1 Fold-. Si hablamos de relojes, puede que sea la principal característica para un gran número de usuarios.
Un reloj es un complemento ideal para muchas personas, así como un evidente dispositivo (tanto los ‘tontos’ como los ‘smart’) que tiene una función clara. En este sentido, hay compañías que apuestan muy fuerte por unas líneas de diseño determinadas porque saben qué gusta a sus usuarios.
Samsung, por ejemplo, está ‘casada’ con los relojes inteligentes con interfaz redonda, más clásicos y que son realmente cómodos gracias a la navegación con el bisel mecánico –como el Galaxy Watch 3-.
Apple, sin embargo, apuesta por el formato más cuadrado en Watch –análisis del Apple Watch 6-. Huawei también tiene relojes inteligentes redondos (los de alta gama) y cuadrados en los más deportivos, y Xiaomi también es de las que prefiere ofrecer variedad.
El Mi Watch Lite tiene un formato cuadrado, y pronto os contaremos nuestra opinión en el análisis, pero el que tenemos entre manos es el ‘Smartwatch clásico’ con un formato redondo.
Es elegante, es sencillo y me me encanta que, aunque el grosor sea algo elevado, pese solo 32 gramos. Creo que un reloj debe ser cómodo, sobre too para los que no estamos acostumbrados a llevarlo a diario, pero queremos empezar a hacerlo, y definitivamente, el Mi Watch lo es.
Y es ligero porque no hay elementos como un altavoz o un micrófono, y lo cierto es que en el tiempo que he estado con él, no lo he echado de menos.
La caja es de plástico, pero de un plástico de calidad y tiene un tacto agradable. El acabado es mate, por lo que no se van a quedar las huellas. Eso sí, en la pantalla sí se dibujan con asombrosa facilidad y cuesta que se vayan.
Hablando de la pantalla, tenemos un panel táctil en un frontal con una circunferencia de 46 milímetros. Para mi muñeca, tiene un tamaño ideal, ya que el contenido es fácil de ver, leemos las notificaciones sin esfuerzo y no queda exageradamente grande, aunque en una muñeca más pequeña puede quedar descompensado.
En los laterales, como digo, no hay orificios porque como no tenemos ni altavoz ni micrófono, no los necesita y en la parte derecha contamos con dos botones.
Uno de ellos es el botón Home que, evidentemente, nos muestra el dash de aplicaciones. El botón inferior es el ‘Sport’ que inicia el selector de deportes. Este botón tiene un pequeño aro rojo y el propio indicador de ‘Sport’ está subrayado en rojo en lugar de en el color blanco que rodea la pantalla.
Es un buen detalle de diseño y lo cierto es que, en términos generales, es un smartwatch simple, pero muy bonito.
La parte trasera es de un material que no irrita la piel y en ella encontramos el logo de Xiaomi, los diferentes sensores y los dos pines para la carga magnética.
Algo que me ha gustado es la correa. Es de goma y tiene un diseño estriado con doble cincha, una de ellas de seguridad. Son intercambiables con el sistema estándar de 22 milímetros, por lo que podéis comprar correas tanto oficiales como de terceros para que casen con el estilismo que llevéis en diferentes ocasiones.
Es, en definitiva, un diseño sencillo, pero sobrio y que nos ha gustado. Es elegante y lo cierto es que me gusta que todo el frontal sea cristal que se curva ligeramente en los extremos. En este sentido, es como el Active Watch de Samsung –análisis-.
Panel AMOLED con alta resolución y modo Always-on Display
Algo muy bueno de los smartwatch de gama alta es la pantalla y en esto, Xiaomi compite de tú a tú contra relojes que doblan o triplican su precio.
Tenemos un panel AMOLED de 1,39″ que cuenta con una resolución de 454 x 454 píxeles. Es una resolución muy alta para este tamaño de panel y eso nos ofrece una densidad de 326 píxeles por pulgada.
Más allá del tamaño, el tipo de panel es una de las principales diferencias entre el modelo Lite -panel IPS- y el Mi Watch. Y, la verdad, lo agradecemos porque la visualización es perfecta en cualquier condición.
Algo curioso en un reloj de este precio es que tiene un sensor de luz ambiental para ajustar el brillo de la pantalla de manera automática. Xiaomi asegura que el panel tiene 450 nits de pico de brillo y lo cierto es que funciona de manera rápida y precisa en casi todas las situaciones.
Eso sí, de noche en la cama, si se activa por un descuido, preparaos para un destello, ya que en situaciones de oscuridad total, el sensor de luz no funciona muy bien.
Los colores son saturados, pero me gusta en un reloj, y todo se puede leer con claridad. Además, responde bien a los toques y la navegación (cuando estamos en una app, podemos volver atrás deslizando el dedo desde el borde izquierdo hasta el centro de la pantalla) es más que correcta.
Eso sí, no es perfecta no por su tecnología o sensibilidad, sino por el aprovechamiento del frontal. Encuentro que el reloj es excesivamente grande para la cantidad de pantalla que tenemos. Esas 1,39″ en un cuerpo de 46 milímetros nos da un aprovechamiento del frontal de un 70%, más o menos, y realmente no es demasiado.
No creo que se deba haber estirado la pantalla, ya que me gusta el tamaño, pero si se hubiera reducido el marco negro, quizá quedaría mejor en un mayor abanico de muñecas.
Suavidad y buena respuesta para un sistema propietario sin instalación de apps
Algo que me saca de mis casillas es que un dispositivo no tenga una respuesta fluida. Puedo entender que en un móvil como el Poco M3, por ejemplo, que mueve una pantalla FullHD+ con un hardware modesto y un sistema no optimizado, haya algunos tirones, pero en un smartwatch, necesito la respuesta inmediata y precisa.
He probado varios dispositivos de bajo precio y, a veces, o la respuesta táctil de la pantalla no era satisfactoria o las animaciones (y la ausencia de ellas en algunas ocasiones) hacían que la navegación fuera incómoda.
Por eso, agradezco que esa no haya sido la experiencia en estos días con el Mi Watch.
La navegación por los menús horizontales es buena, desplegar el menú de notificaciones o de acciones rápidas tiene una buena respuesta y cuando pulsamos los botones se nos dirige rápidamente al menú correspondiente.
Las aplicaciones que tenemos en la app son, básicamente, las que encontramos en la aplicación del móvil y son las de medición de sueño, ritmo cardíaco, estrés, energía, tiempo, brújula…
Si entramos en una de las apps, tenemos las estadísticas, algo que me gusta porque no nos manda al móvil a consultarlas, pero más allá de eso, no hay mucho más que podamos consultar en el dispositivo. Y sí, me refiero a las notificaciones.
Deslizando el dedo de arriba a abajo, se abre el panel de notificaciones. Básicamente es un «espejo» del móvil porque podemos leerlas hasta cierto punto (no podemos ver un mail completo, por ejemplo, pero sí un mensaje de Twitter o WhatsApp), y tampoco podemos contestar. En otros smartwatch aparece un teclado o la opción de dictar por voz, pero es algo que no se nos ofrece en el Mi Watch.
En este sentido, es un smartwatch básico, pero sí nos deja interacturar con la música. Por ejemplo, soy usuario de iPhone y Spotify y en el menú de música del reloj, puedo pasar canciones, pausarlas y subir/bajar el volumen, algo que es muy útil si estás haciendo deporte y tienes unos cascos sin esos controles incorporados, por ejemplo.
Xiaomi tiene una App para cada dispositivo
Voy a empezar diciendo que el Mi Watch no está en el ecosistema de Xiaomi. Existe, ciertamente, un ecosistema en el que se pueden controlar y monitorizar varios dispositivos de la compañía china. Son los que controlamos con la app de ‘Home’.
Sin embargo, para otros debemos bajar su propia aplicación. Mi Fit para la Mi Band y la báscula, la de Amazfit para los Amazfit y Xiaomi Wear Lite para los Mi Watch. Es compatible con Android a partir de la versión 5.0 y con iOS a partir de la versión 10, por lo que seguramente va a ir en vuestro móvil.
Es una app sencilla de utilizar, aunque algún menú o manera de ver las estadísticas es algo enrevesado, pero por lo general, nos da estadísticas bastante completas sobre lo que me interesa, que es el seguimiento de la sesión deportiva.
En este sentido, tenemos un registro detallado del deporte que hemos estado haciendo, así como diferentes indicadores de los que os hablaremos más adelante. Lo cierto es que es una app que sirve para ‘poco’, ya que la vais a usar cuando queráis ver esos detalles de la sesión deportiva y cuando queráis instalar nuevas esferas.
El reloj tiene una serie de esferas preinstaladas, pero podemos bajar algunas de la ‘tienda’ de esferas de la propia app. Como curiosidad, debo decir que tardan muchísimo en instalarse en el reloj, una cantidad absurda de tiempo porque cada esfera pesa 1 MB como mucho.
Eso sí, no es la aplicación más estable. Y no es que haya tenido caídas navegando por sus menús, sino que, directamente, me desactiva las notificaciones. No he encontrado el patrón o qué hago en el móvil para que ocurra, pero cada dos días, más o menos, la aplicación elige desactivar la opción para que las notificaciones lleguen al reloj.
Como digo, hay muchísimas aplicaciones de seguimiento de salud en el reloj y es algo ideal para un usuario que solo quiera eso, pero si sois de los que queréis instalar alguna app más a través de una store, lamento deciros que no es posible. Lo único que se puede instalar son las esferas.
Hablando de esferas, casi todas tienen el reloj y una serie de parámetros como pulsación, calorías quemadas, pasos o temperatura. Algunas se pueden editar para cambiar los parámetros que se muestran, pero otras son fijas y si dan la hora, calorías y pasos, eso es lo que vamos a tener, ni más ni menos.
Como medidor deportivo es ideal para amantes de las estadísticas
Ahora bien, donde creo que es más útil este Mi Watch es para monitorizar nuestro estado de salud y el sueño. De hecho, creo que estos dispositivos son muy interesantes para deportistas entusiastas por la ‘gamificación’ de la app, pero también para personas sedentarias que quieren empezar a moverse más.
Un deportista más experimentado seguramente ya tendrá su Garmin o su Polar, pero para quienes quieran empezar a moverse, repito, este tipo de dispositivos son espectaculares. Algo que me encanta es lo que comento de la ‘gamificación’.
A Xiaomi se le da muy bien poner un numerito al lado de una medición de salud. Es algo que hacen tanto en la Mi Band como hasta en el cepillo de dientes, que puntúa nuestra forma de… bueno, de cepillarnos los dientes.
Eso hace que, en mi opinión, queramos superarnos a nosotros mismos cada vez que usamos el dispositivo porque queremos conseguir una puntuación mayor y, al final, se crea una especie de tabla de puntuación, de «juego» entre muchas comillas, que repercute en nuestra salud.
La puntuación puede ser más o menos realista, pero lo cierto es que nos anima a cepillarnos los dientes mejor o, en el caso del Watch, a hacer más ejercicio un día, a practicar técnicas para dormir mejor o a intentar mantener el estrés controlado.
Cuenta con 117 modos de deporte, pero al final lo que he estado usando más es el de caminar, que activa el GPS si lo hacemos en exterior (sí, tiene GPS integrado, por lo que no se alimenta del del móvil), el de multiejercicio para los ejercicios con pesas y algunos específicos como el de la bici elíptica.
Al final, lo que me interesa es que el reloj recoja las pulsaciones de una sesión, las calorías y el tiempo, y eso lo da. Con la aplicación podemos ver en un desglose de las calorías y pulsaciones que hemos tenido en los diferentes momentos del entrenamiento y activar el seguimiento constante del pulso permite que el reloj monitorice el sueño (cuando dormimos por la noche), el estrés y el cansancio.
La medición tanto de las pulsaciones como del sueño es precisa y está en la línea de un smartwatch como el Apple Watch SE, que he tenido en la otra muñeca en todo momento, así como el conteo de calorías, pero hay otros parámetros que son interesantes para consultarlos de vez en cuando, pero no sé hasta qué punto resultan útiles.
Me refiero al estrés y a la energía, dos parámetros que el terminal calcula con la frecuencia cardíaca y el descanso y que… bueno, no deja de ser una curiosidad.
Cuando me di cuenta que el medidor de energía no funciona fue cuando salí a hacer deporte a las 9 de la noche con un reloj que me decía que estaba para meterme en la cama, pero en el que me sentía con más energía que en el resto del día.
Otra medición que tenemos es la de oxígeno en sangre, pero esta no es automática, a diferencia de las detalladas más arriba. Si queremos una medición, hay que hacerla en el momento. Esto es algo que entiendo hasta cierto punto, pero debería hacer una opción para que haga, por ejemplo, una medición cada hora.
Lo que me gusta es que en el modo entrenamiento, cuando estamos registrando un ejercicio, sí se realiza automáticamente la medición.
No tiene un sistema de medallas que habría estado genial para motivar más aún, pero me gustan las estadísticas que podemos consultar tanto en el reloj como en la app, por lo que muy bien Xiaomi en este sentido.
10 días usando el GPS una vez al día y monitorización cardíaca constante
Es complicado hablar de la batería de un dispositivo porque el uso que cada uno hace es muy personal. Depende del número de notificaciones, del brillo (automático o manual), de si tenemos activada la pantalla siempre encendida, de si tenemos el gesto de levantar para activar y del deporte que hagamos (exterior, interior, con GPS…). Incluso depende del fondo que tengamos.
En mi caso, he tenido notificaciones del teléfono (que son varias cuentas de redes sociales y de correo), brillo automático y el modo de levantar para ver. Es algo que funciona bien, por lo que no encontraba necesario tener la pantalla siempre encendida porque durante muchas horas al día no le iba a hacer caso.
Con eso en cuenta, y con un fondo mayormente en color negro (por lo que los píxeles se apagan), he tenido 10 días de autonomía. No está nada mal teniendo en cuenta que casi a diario hacía una sesión de cardio de una hora mínimo con el GPS activado.
Como digo, es una muy buena autonomía para un dispositivo de este tipo gracias a una batería de 420 mAh. Eso sí, con mi uso, está lejos de los 16 días que asegura Xiaomi, pero es algo normal porque, como digo, depende muchísimo de cada usuario.
La carga se realiza mediante el cargador imantado del 0% al 100% en una hora y cuarenta minutos, pero hay que tener cuidado de poner el reloj en la posición adecuada porque los dos contactos de la base del cargador deben coincidir con los de la parte inferior del reloj.
Opinión del Mi Watch: Xiaomi reventó el mercado móvil y quiere repetir la jugada con los relojes inteligentes
Tras estas dos semanas, tengo claro que el Mi Watch de Xiaomi es el smartwatch para todo tipo de usuarios, desde los que quieren uno pero no quieren pagar los 300€ de los modelos mas top hasta aquellos a los que solo les picaba la curiosidad, pero que no lo ven como algo imprescindible como para gastar mucho dinero.
No es perfecto y lo cierto es que es bastante limitado en aplicaciones, ciñéndose únicamente a las que tiene preinstaladas, pero me atrevería a decir que para la inmensa mayoría de usuarios, es más que suficiente con tener notificaciones, medición del pulso continua, estadísticas avanzadas en la app del móvil… y que de la hora.
El diseño es elegante, la pantalla es fantástica y los materiales de calidad. Es cierto que faltan características (una mejor implementación con la app, no hay asistentes de ningún tipo y a veces la conexión con el móvil falla), pero para los que queráis un smartwatch para hacer deporte y como visor de notificaciones, así como esferas intercambiables, es ideal.
Y, como decíamos al principio del análisis del Mi Watch, es otro ejemplo de cómo Xiaomi maneja perfectamente ese equilibrio entre las funciones, calidad de materiales y el precio para ofrecer un dispositivo que cumple para muchísimos usuarios por poco más de 100 euros.
Si queréis funciones más avanzadas y algo similar a llevar un móvil en la muñeca, os toca buscar opciones de otros fabricantes, pero a un precio, evidentemente, superior.