Cualquier motero ha soñado alguna vez con una moto anfibia. Biski es una de más versátiles y prácticas que hemos visto. Ni siquiera tendrás que frenar para meterte en el río, o un pantano.
Las motos son vehículos más versátiles que los coches. Y aunque pueden circular por casi todo tipo de terrenos, a veces echamos de menos poder pasar de la carretera al agua sin pisar el freno. Eso es exactamente lo que ofrece Biski, una moto anfibia para circular tanto por carretera como por el agua.
Biski es un de los muchos vehículos anfibios que fabrica Gibbs, una compañía neozelandesa especializada en vehículos anfibios de alta velocidad (HSA). Todos los coches, motos y quads que fabrica Gibbs navegan a un mínimo de 50 Km/h en el agua, mientras mantienen velocidades convencionales según su clase en carretera.
La moto anfibia Biski es el modelo más pequeño que fabrican. Un vehículo unipersonal capaz de circular por tierra firme o por el agua, con la misma versatilidad. Puedes verlo en este vídeo:
Lo más espectacular de Biski es la naturalidad con la que se desenvuelve en ambos medios, y cómo cambia de uno a otro en solo 5 segundos, con solo pulsar un botón. En el caso de pasar de la carretera al agua, ni siquiera es necesario parar.
Como vemos en el vídeo, cuando entra en el agua la rueda trasera sube hacia arriba, dejando al descubierto la hélice que permite desplazarse por la superficie líquida.
Biski alcanza los 129 Km/h en carretera, y 60 Km/h en el agua. No es una moto anfibia eléctrica: el motor de 2 cilindros y 55 caballos funciona con combustible. Y todo ello en un tamaño compacto de 2,3 metros de largo y menos de un metro de ancho.
Es cierto que no es el medio de transporte más maniobrable del mundo, ni en carretera ni en el agua. Pero cumple a la perfección con su condición de vehículo anfibio sin sacrificar demasiado. Y se maneja con soltura en ambos medios.
Eso sí, como habrás imaginado, no es barata. La moto anfibia Gibbs Biski tiene un precio de unos 32.000 euros.