Las energías renovables pueden salvar a la Humanidad de su extinción, pero aún no son perfectas. Convertir energía solar o eólica en electricidad es un gran logro, pero aún sigue existiendo un gran problema: el almacenamiento de electricidad. Las baterías de flujo redox son la solución, pero aún no son muy eficientes. Investigadores de la University of Wisconsin-Madison han mejorado la batería de flujo solar, para que pueda almacenar electricidad por tiempo indefinido.
La electricidad proveniente de la energía solar y eólica se distribuye directamente a la red eléctrica, porque aunque una parte se almacena en grandes baterías, este almacenamiento es limitado. Y al cabo de una semanas, las baterías comienzan a descargarse. La realidad es que en las horas de más sol o más viento, cuando más electricidad se genera, a veces hay que desperdiciarla, porque no hay forma de guardarla.
Aquí es donde tiene utilidad una batería de flujo redox. Este tipo de batería almacena la electricidad en dos líquidos que están separados. La gran ventaja es que este almacenamiento es casi indefinido. No se descarga.
Los dos líquidos actúan como dos electrolitos, uno positivo y otro negativo. La energía solar carga uno de los líquidos, que queda cargado. Cuando se necesite esta electricidad, los dos líquidos se juntan, produciendo una reacción química que genera electricidad.
El problema de estas baterías de flujo redox es que son poco eficientes. Pero un equipo de la University of Wisconsin-Madison ha conseguido aumentar la eficiencia al 20%, es decir, almacena hasta el 20% de la energía solar que recibe. Es un porcentaje importante, teniendo en cuenta que esa electricidad se almacena el tiempo que se desee, no se pierde.
Para conseguirlo han utilizado paneles solares fabricados con silicio y Perovskita, que garantizan una alta capacidad de absorción energética, y los conectaron con una batería de fujo que utiliza dos líquidos orgánicos disueltos en agua de mar.
No solo la eficiencia del 20% es un dato importante, según explica New Atlas. También hay que destacar que se mantuvo en esa cifra después de cientos de horas de uso y cientos de ciclos de carga y descarga, superando a cualquier otra batería de flujo, que no suelen aguantar tanto.
Además según el profesor Song Li, esta batería es barata de construir y fácil de escalar para uso doméstico.
Aún queda para que la veamos en nuestras casas, pero sin duda es un avance muy prometedor.