Alrededor del coronavirus existe una gran confusión, bien por la propia falta de conocimientos a los que se enfrentan los médicos y expertos, o porque circulan muchos bulos por la red engañando y desinformando. Surgen así, mitos como el que asegura que los aparatos de aire acondicionado generan y distribuyen este virus.
Si hacemos una rápida batida por internet en busca de información, nos encontramos con expertos que aseguran que los sistemas de aire acondicionado ayudan a propagar el virus y que los contagios aumenten, mientras que otros consideran que estos sistemas de ventilación pueden ayudar a frenar la expansión de la pandemia. A pesar de ser opiniones contradictorias, ambos pueden estar en lo cierto.
La importancia está en los detalles, informar con cautela a la población ayuda a convertir estos electrodomésticos tan necesarios ahora en una ventaja y no un inconveniente frente al virus. Depende del lugar en el que estemos, de la cantidad de personas con las que estemos y de que la ventilación del lugar sea adecuada.
Cuando los expertos se refieren a que los aires acondicionados propagan el virus se suelen referir a casos como el que refleja este estudio. Un restaurante en China reveló que la mala ventilación del local, junto con el aire acondicionado, fomentaron que el virus que portaba uno de los comensales se propagara por el comedor y contagiara a varias personas allí presentes.
La mayoría de sistemas de aire acondicionado utilizan una mezcla de 20% de aire del exterior y 80% de aire del interior que se va reciclando y circula por toda la sala. Esto lo hacen para consumir menos energía y tener que enfriar menos aire caliente del exterior, pero esa falta de renovación es la que es perjudicial y ayuda a extender el virus por toda la habitación.
También hay que tener en cuenta que no estamos hablando de un restaurante en el que compartimos espacio con desconocidos, en casa se entiende que somos un grupo reducido de personas de la misma familia. Las autoridades desaconsejan hacer reuniones de muchas personas, sin mascarillas y durante varias horas.
A parte de la OMS (Organización Mundial de la Salud), asociaciones del sector de la climatización como ATECYR (Asociación Técnica Española de Climatización y Refrigeración) proponen en un documento reducir la recirculación del aire al mínimo. Abrir ventanas y dejar que entre el aire del exterior es lo más beneficioso, aunque eso suponga perder algo la temperatura estimada y que entre el calor. Es más importante en estos momentos frenar al virus que al calor, aunque estas recomendaciones se centran en oficinas y centros públicos, no en hogares particulares.
Tampoco confían demasiado en los aires acondicionados con filtros, pues no todos son capaces de eliminar partículas tan pequeñas, sino alérgenos más grandes como el polvo. No obstante, algunas partículas sí que las recogen y pueden ayudar a cuidar la salud de las personas aunque aún no se tengan estudios suficientes sobre la eficacia de estos filtros.
En definitiva y teniendo en cuenta que aún no hay información muy completa sobre cómo actúa la pandemia, en los hogares no habría tanto problema. Compartimos el aire con esas personas durante todo el día, si alguien se contagia es difícil que el resto no lo haga. Si invitamos a otras personas, es mejor abrir las ventanas y que el aire se esté renovando constantemente, además de usar mascarillas.
Por otro lado, también se propone el uso del aire acondicionado en los hogares para que las personas se encuentren cómodas en sus casas y no necesitan salir a centros comerciales, restaurantes o piscinas donde es más probable contagiarse. Al final la distancia social, la renovación del aire y el uso de mascarillas sigue siendo el mejor escudo contra este virus.