Por qué jamas debes dejar que tu coche pase de 25 grados | Motor

La Dirección General de Tráfico alerta de los peligros de conducir a más de 25 grados. Es importante lograr una buena climatización en el interior del coche.

La temperatura elevada es casi tan peligrosa como las distracciones al volante y puede ser una causa probable de sufrir un accidente de tráfico. Con el fin de reducir las víctimas en carretera, la Dirección General de Tráfico alerta de los peligros de conducir a más de 25 grados en el interior del vehículo y nos ofrece una serie de recomendaciones y consejos útiles para que evitemos asumir este riesgo innecesario.

Según la DGT, conducir con calor a temperatura superior a 25 grados, provoca la disminución de la atención y la concentración, e incrementa el tiempo de reacción ante un imprevisto. La temperatura ideal dentro del vehículo debe oscilar entre los 21 y 23 grados, evitando así que el riesgo de sufrir un accidente se incremente en hasta un 20% cuando conducimos a más de 25 grados.

Conducir con una temperatura de 35 grados provoca que el conductor deje de percibir el 20% de las señales de tráfico, aumentando sus errores alrededor del 30%. Con el calor también empeora la capacidad de visión, sufriendo deslumbramientos. En España, alrededor de 3.500 accidentes están relacionados con esos momentos en los que dejamos de ver la carretera.

Estos son algunos consejos que permitirán que el interior de nuestro coche no aumente de temperatura peligrosamente:

  • Utiliza el aire acondicionado: este dispositivo, de serie en el 99% de los coches nuevos a la venta, permite reducir la temperatura e incluso regularla entre los 21 y 23 grados mencionados anteriormente. También filtra casi un 90% del polen que circula en el aire, un elemento importante en caso de sufrir alergia.
  • Aparcar en la sombra: trata de aparcar el vehículo a la sombra en todo momento, así evitaremos que el sol incida directamente sobre el coche, aumentando la temperatura y dañando elementos como la pintura o piezas del habitáculo.
  • Parasoles: los parasoles son un remedio práctico si no podemos aparcar a la sombra. Se ubica en el cristal delantero para evitar que el salpicadero y el volante sufran daños, y se puede complementar con la lunas o cristales tintados traseros, que reducen el paso de los rayos ultravioleta al habitáculo.

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  • Protege tu volante: con un cubrevolante, además de mejorar la higiene, también aíslas el volante del calor.
  • Abre las ventanillas antes de arrancar: de este modo, permitirás que el coche se ventile y la temperatura tan elevada del interior se iguale con la del exterior. Conecta también el aire acondicionado y deja las ventanas bajadas para que salga todo el aire caliente. Cuando empieces a notar frío, sube las ventanillas.
  • Lava el coche frecuente: de esta forma, se consigue bajar la temperatura del vehículo. Evita realizar esto en las horas de más calor para evitar posibles daños en la carrocería u otros componentes.

Este artículo fue publicado en Autobild por Aarón Pérez.

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