Todas las personas tienen personalidad, sin esta, sencillamente no podrían ser humanos pensantes. Ya que estas permiten que podamos ser generosos, amables, amigables, así como también enojones, agresivos, etc. En un artículo anterior aprendimos que es la personalidad y cuales son los factores que contribuyen a esta; hoy hablaremos de las características y las formas.Haz clic aquí para saber más
Por lo general, una persona puede ser diferenciado por ciertas características de su conducta, actitudes y reacciones frecuentes. Con frecuencia, ha habido alguien en su circulo social, un amigo, un pariente, que le ha hecho saber de ciertas virtudes o defectos de su conducta. Entandamos por qué esto es así.
Algunos investigadores consideran que la personalidad tiene las siguientes características:
Consistente: Esta permanece en el tiempo, madura y se establece, a pesar de que puede seguir mejorándose o resquebrajarse. Para entenderlo, recuerde cinco años atrás ¿Las actitudes que tenía hacia ciertas circunstancias han cambiado? La respuesta seguramente es sí. ¿Por qué? porque, a través del tiempo se va experimentado situaciones, se relaciona, uno se hace más maduro y más consciente de sus actos, debido a la nueva forma de ver la vida. Es por esta razón que su personalidad adquiere características que la mejora o deteriora y permanecerán por un tiempo hasta que ocurran acontecimientos que la harán cambiar, porque el hombre está siempre en la búsqueda de ser mejor.
Diferenciadora: ¿La personalidad es igual en todas las personas? Sin duda, la respuesta es no. La diferencia entre usted y los demás es la personalidad que nos acompaña y nos diferencia. Es única, porque se construye con nuestras vivencias y factores que otros no han vivido. Por lo tanto, es el sello personal. La diferencia es evidente entre todos.
Evolutiva : Así como hemos visto que la personalidad es consistente también es evolutiva. Así como los huesos de tu cuerpo se van formando hasta hacerse fuertes, bueno de igual manera, la personalidad va cambiando y va adquiriendo formas uniformes. La vida está llena de situaciones a cada paso y son esas las que van modificando la personalidad hasta que adquiera la forma perfecta. Y como no hay perfección, entonces tendrá que seguir girando, es decir, es flexible sin ser voluble.
No predictiva: Si la personalidad es evolutiva entonces no es predictiva. Suponga la siguiente situación: Tiene un amigo que siempre está molesto, usted se niega a ser su amigo, porque dice que nunca lo escuchará.. Así que decide no hablarle. Un día lo ve llorando solo en el salón de clase. Desea acercarse y preguntarle que le sucede. Y decide hacerlo. Él se echa a reír y le dice: “Gracias. Sólo deseaba ser tu amigo”. Le da un abrazo y luego de cinco minutos vuelve su rostro molesto. Se pregunta: ¿y qué la pasa a éste? Algo así, es nuestra personalidad. Hay circunstancias que no se pueden evitar y que logran aflorar ciertas características que incluso no conocíamos. La personalidad no se puede predecir al 100%. Es común escuchar a un amigo casado esta frase: “Nos casamos y ella comenzó a ser diferente en ciertas cosas, yo no la conocía así”.
También podemos fundamentar las características de la personalidad en el modelo de los cinco grandes, conocido como “los cinco más importantes.”
Extroversión: En esta se agrupa a los extrovertidos, los cuales son amigables, sociables, con un encanto en las comunicaciones. Son aquellas personas que disfrutan el momento y su momento de mayor auge son las relaciones interpersonales, porque dejan fluir su magia y diversión a los demás. Caso contrario, tenemos a los introvertidos que son taciturnos, algunas veces apenados sin razón, gozan de la soledad y se comunican mejor de uno a uno que en grupo o simplemente con sus sentimientos interiores.
Afabilidad : Son las personas que afloran empatía en sus relaciones sociales. Ellos tienen una naturaleza amable, un trato cálido, estable y afectuoso. Son individuos muy cooperativos, dadivosos, afectivos, irradian familiaridad y confianza. Caso contrario, tenemos a las personas que transmiten desconfianza en sus actos y no contagian familiaridad. Se podría decir que carecen de encanto, y tienden a tener un trato tosco sin ser groseros.
Escrupulosidad : Nos encontramos con personas que son meticulosas en sus metas. Van en busca de objetivos definidos, son persistentes en sus ideales, tienen una visión orientada al logro basada en retos claros. Caso contrario, tenemos a las personas débiles de carácter, que son frágiles y sensibles ante el riego.
Estabilidad emocional: Aquí se encuentran las personas que tienen un alto grado de soporte en las situaciones de riesgo. Son personas que gozan de una característica muy peculiar tienen bien puesto el optimismo y la seguridad en sus actos. Irradian confianza por su manera firme de actuar. El opuesto son las personas tensas que sufren de miedos incausados, que temen arriesgar, ponen el pesimismo en sus actividades cotidianas. Que Son propensas a estados de depresión o tristeza por su misma inseguridad y miedos.
Apertura a la experiencia: en este grupo, encontramos a personas extremadamente abiertas, curiosas, interesadas por lo nuevo, lo original, lo dinámico, la actividad. Son muy creativas, su imaginación es su arma de conquista. Al contrario, tenemos a la personas opacas, quietas, conformistas, prefieren lo convencional, tradicional, lo antiguo antes que lo nuevo.
Como podemos ver según lo expuesto, podemos seguir mencionando mucho acerca de la personalidad; sin embargo, a pesar de esto, llegamos a la conclusión, que esta es muy, pero muy compleja. Solo tenemos que esforzarnos por vivir de una manera amigable con el resto, para así, poder ser feliz. ¿Qué te pareció este artículo? Déjanos tu comentario.