Ayer en Siberia se alcanzaron los 38 grados, una cifra que no estaba prevista hasta dentro de 80 años | Life

El récord de temperatura de Siberia ya es el mismo que el de Miami. Los meteorólogos están desconcertados: no esperaban alcanzar los 38 grados centígrados tan al norte hasta el año 2.100.

Las señales de alarma se suceden casi todos los días, pero los políticos y las grandes empresas que más contaminan, miran hacia otro lado. Ayer sábado se alcanzaron los 38 grados centígrados en Verkhoyansk, en Siberia, en pleno Círculo Polar Ártico. Un nuevo récord que crece cada año, acelerando el cambio climático.

El dato lo ha publicado el meteorólogo de la CBS Jeff Berardelli en Twitter, señalando que es todo un récord en la zona. Para que te hagas una idea, es la misma temperatura récord que ha alcanzado Miami en toda su historia.

Este mapa recoge las temperaturas anómalas que se están registrando en el Círculo Polar Ártico. En rojo y marrón, las zonas con entre 5 y 12 grados centígrados por encima de la media: la mayoría del territorio.

2019 fue el año más caluroso en la historia de Rusia, y los datos apuntan a que en 2020 se volverá a romper el récord. 

Los meteórologos están desconcertados y muy preocupados porque según sus previsiones, no se esperaba alcanzar los 38 grados en Siberia hasta el año 2.100. Se ha adelantado 80 años….

Y las consecuencias ya las está viviendo la propia Rusia, con los grandes incendios recientes y el vertido de crudo debido al deshielo.


Gracias a más de 30 años de observaciones del Observatorio de la Tierra de la NASA, podemos comprobar con nuestros propios ojos cómo muere un glaciar. Y es descorazonador.

El deshielo de los polos puede traer consecuencias irreversibles para todo el planeta. Consecuencias que se conocen a la perfección, desde la inundación de zonas costeras a la aparición de huracanes y tormentas de efectos devastadores. Por no hablar de la extinción masiva de animales y plantas.

Y mientras, todas las cumbres del clima han sido un fracaso, y en los países más poderosos de la Tierra mandan gobernantes que niegan el cambio climático, o tienen importantes intereses comerciales en la industria petrolífera.

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