¿No sería fantástico que tareas tan tediosas como doblar la ropa las pudiera hacer un robot por nosotros? Esta máquina demuestra que cada día estamos más cerca de ese sueño.
La llegada de las lavadoras a los hogares supuso toda una liberación, pero varias décadas después seguimos obligados a realizar otra serie de tareas para que nuestra ropa acabe bien colocada dentro del armario. Una empresa italiana ha diseñado una máquina que se encarga de doblar las prendas de ropa con hasta 10 programas distintos.
Después de hacernos con un armario que planche la ropa y la mantenga limpia, nos faltaría un dispositivo que pudiera doblar camisetas, pantalones y demás prendas. Algo así es lo que consigue la Speedy-T de la empresa Chiossi e Cavazzuti Srl.
Del tamaño de una impresora de oficina, esta máquina demuestra en el siguiente vídeo como puede doblar en menos de 4 segundos una camiseta y seguir con la siguiente, dejando todas en una pila lista para guardar.
Evidentemente está máquina de 90 kg está pensada para fábricas o empresas textiles, lo que no quiere decir que con el tiempo su mecanismo acabe integrado en un armario o electrodoméstico para los hogares del futuro. En los comentarios de YouTube uno de los clientes de la empresa asegura que utiliza Speedy-T para doblar entre 2.000 y 3.000 camisetas.
Aseguran que se pueden personalizar y programar más de 10 formas distintas para doblar los productos. En su canal de YouTube vemos como las camisetas no son lo único que sabe doblar, puede trabajar con jerseys, bodys de bebes u otro tipo de camisetas con distintos tejidos.
La máquina es capaz de autodiagnosticar sus fallos o errores así como contar cuántos productos a doblado en ese tiempo. También protege la información de la compañía con un código de acceso para que nadie ajeno pueda usarla. La empresa cuenta actualmente con más de 800 unidades vendidas por todo el mundo y otros productos destinados a la producción y embalaje en grandes cantidades.
Esta es una muestra más de lo que puede ofrecer la tecnología para automatizar cada vez más los centros de trabajo y, más adelante, quizás también lo hogares con robots aspiradoras, robots de cocina o máquinas que planchen y doblen nuestra ropa.