Un juzgado condenó este jueves a treinta años de cárcel, la pena máxima en el país, a un hombre que se confesó autor de la muerte de una niña, en un caso que causó conmoción en Bolivia. Zenón Manzaneda Juchani fue sentenciado tras admitir su culpabilidad en el asesinato de la niña Esther, en un juicio abreviado que se celebró a los pocos días del crimen, informó el Ministerio de Justicia local.
El Ministerio colaboró con la defensa legal de la familia de la víctima, de escasos recursos, ante el Juzgado Segundo de Instrucción Penal cautelar de El Alto, la ciudad vecina de La Paz donde fue asesinada la menor. Una juez también condenó inicialmente a un año de cárcel por encubrimiento al suegro del autor confeso del crimen, pero los abogados del Servicio Plurinacional de Asistencia a la Víctima apelaron y la condena fue aumentada a dos años, la pena máxima para este tipo de delito en el país, según un reporte del Ministerio.
El crimen
Esther, una niña de 9 años, fue hallada sin vida en una calle el pasado domingo cerca de su vivienda y la autopsia reveló que murió de asfixia por estrangulamiento, en un hecho que ocurrió mientras la madre salió con su hijo de 9 meses a vender fruta para el sustento diario de la familia. La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, había instruido que se solicitara la pena máxima para Zenón Manzaneda Juchani, de 42 años, quien fue capturado el pasado martes cuanto al parecer intentaba huir hacia Perú.
Una fundación dará cobijo a la familia de Esther, que vivía en alquiler en una casa en El Alto donde también era inquilino el principal sospechoso. La madre de la niña ha denunciado que recibió amenazas de la familia del ahora condenado por la muerte de su hija, en un caso que desató indignación en redes sociales en el país y pronunciamientos en el ámbito político para acabar con la violencia hacia menores.
(Con información de EFE)