La gama media es una de las más complicadas para los smartphones Android, y de ella, la más dura es, sin duda alguna, la que engloba los smartphones con un rango de precios por debajo de los 300 euros.
Samsung ya ha presentado su propuesta para este rango de precios que vendrá a sustituir al Samsung Galaxy M30, aunque apuesta por unas especificaciones muy continuistas con respecto al Galaxy M30s.
El Samsung Galaxy M31 apuesta por una pantalla de buena calidad, una enorme batería de 6.000 mAh y un precio muy ajustado que se establece en los 279 euros. Te lo contamos todo en este análisis y opinión del Samsung Galaxy M31.
Samsung Galaxy M31 | |
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Dimensiones | 159,2 x 75,1 x 8,9 mm |
Peso | 191 g |
Pantalla | 6,4 pulgadas | super AMOLED Infinity U-Display |
Resolución | Full HD+ (2.340 x 1.080 px) |
Notch | Sí, tipo gota |
Procesador | Exynos 9611| Quad Core 2,3GHz + Quad Core 1,7GHz |
Memoria RAM | 6 GB |
Almacenamiento interno | 64 GB | microSD hasta 512 GB |
Sistema Operativo | One UI 2.0 (Android 10) |
Batería | 6.000 mAh con carga rápida 15W |
Cámaras traseras | Principal: 64 Mpx f/1.8 | Gran angular: 8 Mpx f/2.2 | Profundidad: 5 Mpx f/2.2 | Macro: 5 Mpx f/2.4 |
Cámara frontal | 32 Mpx f/2.0 |
Conectividad | Wi-Fi 5 (802.11 ac) | Dual Band (2,4GHz y 5GHz) | Bluetooth 5.0 | NFC | Minijack 3,5mm |
Precio | 279 euros |
Análisis del Samsung Galaxy M31 por apartados:
Continuidad en un diseño que se va quedando atrás
El Samsung Galaxy M31 no será recordado como el smartphone con mejor diseño y acabados del catálogo de la firma surcoreana.
En este smartphone no encontraremos un elenco de materiales premium ni diseños de ciencia ficción. Samsung ha preferido invertir un poco menos en el exterior para dar el resto en el interior.
En un primer vistazo al Galaxy M31, encontramos pocas diferencias estéticas con respecto al diseño en general ya que ambos comparten las líneas suaves y redondeadas perfiladas sobre una trasera de policarbonato que forma el cuerpo unibody del Samsung Galaxy M31.
El Galaxy M31 que estamos analizando luce el acabado azul metálico brillante, pero también está disponible en acabados en negro y rojo. La curva es una constante en el diseño de este móvil de Samsung, lo cual lo acomoda perfectamente en la palma de la mano.
Se trata de un smartphone con un tamaño de 159,2 x 75,1cm y 8,9 mm de grosor. Todo un logro teniendo en cuenta que es un móvil que viene muy bien equipado en temas de batería y que se mantiene en 191 gramos de peso.
El elemento más destacado en la trasera es el módulo de cámaras ubicado en la esquina superior izquierda. Este módulo sigue la tendencia de distribución cuadrada que Samsung ha adoptado en sus modelos de 2020, con un grosor muy contenido que apenas sobresale de la trasera.
Centrado en el tercio superior se integra el sensor de huella dactilar. Tal y como sucedía en el Samsung Galaxy M30s, el sensor de huella queda demasiado y no proporciona una activación sencilla.
Además, su escasa profundidad hace que no resulte sencillo encontrarlo al tacto. Esto, unido a la facilidad para atrapar las huellas de su acabado brillante, hará difícil mantener limpia la trasera del smartphone.
Los bordes del Samsung Galaxy M31 presentan un perfil muy limpio en el que todos los botones se agrupan en el borde derecho. Al igual que sucedía con el sensor de huellas, la posición de estos botones queda algo alta y no resultan del todo cómodos.
El botón de encendido sí permite una activación correcta, no siendo así con los botones de volumen, que se han situado encima del botón de encendido y, para activarlos, se hace necesario estirar la mano haciendo peligrar el agarre.
En el lateral opuesto únicamente encontramos la bandeja para alojar dos tarjetas SIM simultáneamente y una tarjeta microSD para ampliar la memoria interna.
Lo más interesante lo encontramos en la parte inferior del Samsung Galaxy M31 ya que aquí se encuentra el conector de 3,5 mm para auriculares, el USB de tipo C que proporciona conectividad de datos y carga rápida, así como el único altavoz multimedia externo que integra este smartphone de Samsung.
El cuerpo unibody del Samsung Galaxy M31 se curva oscureciéndose hacia el negro hasta llegar al frontal, donde se encuentra con una pantalla plana utilizando un marco de plástico negro como intermediario para el ensamblaje.
La cámara frontal se integra en la pantalla mediante un notch de tipo gota que rompe la simetría de los marcos laterales y el superior, mientras que en la parte inferior luce una barbilla.
A grandes rasgos, el diseño es exactamente el mismo que la firma surcoreana viene mostrando en sus últimos modelos de la serie M, protagonizado por unas líneas suaves y redondeadas y la presencia de una carcasa unibody de policarbonato que cubre toda la parte posterior.
Los marcos están bien apurados para tratarse de un smartphone de gama media como es este Samsung Galaxy M31 que estamos analizando.
Una pantalla sobresaliente para esta gama de precios
Samsung acostumbra a destacar por la calidad de la pantalla que monta en todos sus smartphones, cada uno atendiendo a su categoría, por supuesto.
Con el Galaxy M31 no iba a hacer una excepción y la firma surcoreana mantiene el mismo tipo de pantalla que ya venía utilizando en sus móviles de la gama Galaxy M del año pasado.
Se trata de un panel Infinity-U con una relación de aspecto de 19,5:9 de 6,4 pulgadas con resolución Full HD+ (2.340 x 1.080 px) y tecnología Super AMOLED que mejora la calidad con respecto a las pantallas IPS que montan sus rivales más directos.
Gracias a la tecnología AMOLED de esta pantalla, el Galaxy M31 muestra colores intensos y vibrantes, algo que algunos usuarios pueden percibir como sobresaturados, y unos negros más puros que realzan el contraste. La intensidad de los colores pueden ser ajustados sin mayores problemas desde los ajustes de Pantalla del sistema operativo.
En general es una pantalla de buena calidad, aunque para nuestro gusto nos ha parecido que la pantalla tiende hacia un balance de blancos algo frío, por lo que hemos optado por un ajuste de pantalla Intenso con una ligera corrección.
El nivel de brillo es realmente impresionante para un móvil de esta categoría, presentando una intensidad propia de móviles de gamas superiores ya que, a pesar de no contar con soporte oficial para HDR, el brillo de su pantalla sí permite mostrar ese tipo de contenido y, de hecho, esta función se activa automáticamente al reproducir vídeos HDR en YouTube.
Gracias a este elevado nivel de brillo no hemos tenido ningún tipo de problema para ver el contenido de la pantalla en exteriores incluso a pleno sol, mostrando un ajuste automático muy reactivo que conseguía adaptarse a los distintos cambios de luz ambiental de forma rápida y precisa.
De hecho, si alguna vez hemos necesitado ajustar el nivel de brillo ha sido precisamente para bajarlo un poco más al usar el móvil totalmente a oscuras.
El notch de la parte superior no interfiere en su uso y dado su reducido tamaño pronto pasa a un segundo plano y a efectos prácticos el ojo se acostumbra a él y “desaparece”.
En esta pantalla se echan de menos innovaciones como los 90 Hz que ya integran algunos rivales directos como el realme 6 que tuvimos ocasión de analizar hace unos meses.
A pesar de esta falta de soporte para las nuevas tecnologías de pantalla, el Samsung Galaxy M31 que estamos analizando puede presumir de pantalla frente a sus rivales, con un rendimiento más de sólido tanto en el tratamiento del color como en brillo y ángulos de visión.
Un viejo conocido bajo el capó que ya pide a gritos la renovación
Tal y como sucedía en el apartado de diseño, Samsung no ha puesto toda la carne en el asador del rendimiento de esta nueva generación de Galaxy M31, limitándose a una actualización menor en la cantidad de RAM.
Esto hace que, aunque pueda ser suficiente para el día a día, al Samsung Galaxy M31 pueden temblarle las piernas cuando se le exige un poco más de lo habitual.
Bajo su carcasa encontramos el mismo procesador de ocho núcleos Exynos 9611 que montaba el Galaxy M30s y que comparte con su hermano menor el Samsung Galaxy M21. En esencia el núcleo de este procesador es a su vez una actualización del Exynos 9610 al que únicamente se le ha añadido soporte para cámaras de 64 megapíxeles.
En el día a día del smartphone, ejecutando apps como redes sociales, mensajería o correo, el Galaxy M31 no presenta el más mínimo problema. Los 6 GB de memoria RAM sirven de apoyo para mejorar la fluidez con la que se mueve el sistema.
No obstante, se aprecian tirones y una falta de potencia evidente cuando se está intentando cargar un contenido más o menos pesado desde el navegador (con variedad de fotos y vídeos), ralentizando el proceso de carga.
Samsung Galaxy M31 | Samsung Galaxy M30s | realme 6 | Oppo Reno 2 | Xiaomi Mi 9T | |
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Procesador | Exynos 9611 | Exynos 9611 | Helio G90T | Snapdragon 730G | Snapdragon 730 |
RAM | 6 GB | 4 GB | 8 GB | 8 GB | 6 GB |
AnTuTu | 172.462 | 169.697 | 288.272 | 264.032 | 213.416 |
3D Mark (Sling Shot) | 1.584 | 1.370 | 2.581 | 2.399 | 2.181 |
GeekBench 4.0 Single | Multi | 1.460 | 5.249 | – | 2.595 | 7.755 | 2.557 | 7.031 | 2.563 | 6.889 |
GeekBench 5.0 Single | Multi | 263 | 1.151 | 258 | 1.182 | – | – | – |
PCMark 2.0 | 5.535 | 5.567 | 10.601 | 7.351 | 7.468 |
Algo similar sucede a la hora de ejecutar juegos, donde el procesador sí consigue sacarlos adelante, pero no exento de un visible esfuerzo tomándose varios segundos para abrirlos o cambiar de nivel.
Una vez dentro del juego, la GPU Mali G72 MP3 permite jugar a títulos exigentes como PUBG, Call of Duty o Asphalt 9, pero no sin antes renunciar a una cierta calidad gráfica para mantener la fluidez en el juego.
Aun así, es posible disfrutar de estos títulos con ajustes de calidad media y un buen nivel de brillo y detalle gracias a la nitidez de su pantalla.
Para salir airoso en juegos tan exigentes como los que hemos mencionado, el Galaxy M31 de Samsung optimiza su funcionamiento con un modo de juego Game Booster, que concentra todos los recursos del terminal en esa tarea.
Samsung Galaxy M31 | TCL 10L | Oppo Reno 2 | realme 6 | |
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Escritura secuencial | 95,25 MB/s | 106,64 MB/s | 107,32 MB/s | 118,16 MB/s |
Lectura secuencial | 401,74 MB/s | 204,87 MB/s | 499,33 MB/s | 471,82 MB/s |
Escritura aleatoria | 16,81 MB/s | 8,81 MB/s | 12,36 MB/s | 8,82 MB/s |
Lectura aleatoria | 10,30 MB/s | 5,50 MB/s | 19,06 MB/s | 13,54 MB/s |
Velocidad de copia en memoria | 3,76 GB/s | 4,03 GB/s | 5,12 GB/s | 5,45 GB/s |
Una de las mejoras más destacadas de este terminal con respecto a sus antecesores es contar con 6 GB de memoria RAM y 64 GB de tipo LPDDR4X. Esta mejora le permitirá una vida útil más larga ya que mostrará un funcionamiento fluido durante más tiempo.
El uso de esta memoria LPDDR4X tiene un efecto directo sobre su rendimiento ya que el estándar UFS 2.1 le permite mejorar las velocidades de lectura y escritura. Además, cuenta con una ranura para tarjetas microSD con la que puede ampliarse su capacidad hasta en 512 GB adicionales.
One UI 2.0 se une a Android 10 para mejorar la experiencia de uso
Samsung Galaxy M31 viene con One UI 2.0, la nueva versión de la capa de Samsung que se ejecuta sobre la base de un sistema Android 10.
La conjunción de One UI 2.0 y Android 10 hace que la interfaz se mueva de forma fluida y sea fácil de usar, pero también tiene algunas limitaciones como la imposibilidad de usar Discover integrándolo a la izquierda de la pantalla principal.
One UI 2.0 mantiene intacta la sencillez de uso inherente en los sistemas Android de stock, pero añade algunas funciones y prestaciones propias de Samsung para darle un valor añadido sin recargarla demasiado. Eso hace posible que mantenga una estética sencilla y sin cierres inesperados ni retrasos.
En este apartado el Galaxy M31 cuenta con un sistema de gestos mejorado que permite sustituir la tradicional barra de navegación con tres botones por un sistema de gestos equivalentes.
Además, permite adaptar la interfaz al uso con una sola mano acercando la parte superior de la pantalla al pulgar del usuario.
Aunque no es un smartphone orientado a juegos, el Samsung Galaxy M31 que estamos analizando cuenta con algunas soluciones en este sentido como es la función Game Booster que mencionábamos en el apartado anterior, o Game Launcher.
Este launcher agrupa los juegos instalados y ofrece información adicional sobre actualizaciones, y nuevos juegos disponibles en la Samsung Store, al tiempo que permite controlar algunas configuraciones durante las partidas, como acceso directo para realizar capturas o grabaciones de pantalla durante el juego o supervisar la temperatura y rendimiento del terminal.
Con el tiempo, Samsung ha reducido considerablemente el número de apps preinstaladas en origen.
A pesar de ello todavía incluye un buen número de apps. La mayoría de ellas son de Google, Microsoft, Netflix, Spotify o Facebook, así como algunas propias que son de innegable utilidad para el usuario como un navegador, un gestor de archivos o la radio FM.
La parte positiva es que la mayoría de ellas pueden ser desinstaladas del sistema sin mayores problemas, por lo que no resultan tan invasivas como lo eran antaño.
En el apartado de seguridad destacamos que el Galaxy M31 cuenta con un sensor de huella trasero y un sistema de desbloqueo facial.
Sinceramente, no nos hemos sentido cómodos con ninguno de los dos. En el caso del sensor de huella, su posición algo elevada y a su escaso relieve obliga al usuario a tantear su ubicación ya que no se encuentra en una “trayectoria” natural para encontrarlo a la primera. Su respuesta es rápida y un buen nivel de aciertos en el desbloqueo.
En el caso del sistema de desbloqueo facial nuestra queja viene por parte de su velocidad, algo lenta para activarse y realizar el reconocimiento, pero sobre todo por su escasa eficiencia ya que en la mayoría de los intentos no ha conseguido desbloquear el terminal y ha solicitado el PIN o usar la huella dactilar para desbloquear el terminal.
Nos ha sorprendido encontrar un sistema de desbloqueo facial tan errático y que el Galaxy M31 no cuente con un sensor de huella integrado en la pantalla ya que, tanto por tecnología de pantalla como por brillo de la misma sería perfectamente factible y mucho más cómodo de usar.
Una cámara principal brillante que eclipsa a las demás
El Samsung Galaxy M31 no escatima en número de cámaras ya que viene equipado con 5 cámaras: cuatro en su trasera y una camuflada en el notch del frontal.
Samsung no se ha dejado llevar por la fiebre de las cámaras zoom en este modelo y ha apostado por ofrecer una mayor variedad de focales en sentido contrario, añadiendo una cámara principal que, como veremos con más detalle, ofrece una muy buena calidad.
La app de cámara que integra el Galaxy M31 es la misma que encontrábamos en otros modelos de la casa, con la particularidad de añadir funciones y modos de disparo propios para esta configuración de cámaras.
Los modos de disparo están perfectamente accesibles en el carrusel, justo encima del botón de disparo, mientras que en la parte superior se muestran las opciones propias de cada modo, como activar el flash, el formato de disparo el acceso al menú de opciones de configuración de la cámara.
A la derecha de este carrusel se accede al apartado Más, donde encontramos algunos modos de disparo adicionales como el modo Noche, el modo Pro en el que se agrupan los modos de disparo manual, y los modos de vídeo a cámara lenta, superlenta y rápida.
La app cuenta con un modo de asistencia por inteligencia artificial que permite identificar lo que se va a fotografiar para ajustar la configuración de la cámara.
Ahora sí, sin más preámbulos nos metemos de lleno en el análisis del rendimiento fotográfico del Samsung Galaxy M31. Desde este enlace puedes descargar los archivos originales que puedes descargar para comprobar por ti mismo su calidad.
Sensores | Apertura y estabilización | |
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Traseras | Principal: 64 Mpx | f/1.8 | EIS |
Ultra gran angular: 8 Mpx | f/2.2 | |
Macro: 5 Mpx | f/2.4 | |
Profundidad: 5 Mpx | f/2.2 | |
Frontal | 32 Mpx | f/ 2.0 | No |
Empezamos el análisis fotográfico del Galaxy M31 comprobando el rendimiento de una cámara principal que no nos ha dado más que alegrías. Se trata de un sensor de 64 megapíxeles con el que se pueden conseguir instantáneas realmente buenas con buenas condiciones de luz.
El rango dinámico que muestran los colores de las fotos hechas con esta cámara tienen poco que envidiar a las que hemos obtenido en móviles de gamas superiores. Su nitidez tampoco le va a la zaga, obteniendo un enfoque preciso en el que pueden apreciarse hasta el mínimo detalle.
Aquí el pixel binning que se le aplica consigue exprimir al máximo las prestaciones del sensor y se hace un buen trabajo obteniendo unas fotos con una resolución de 16 megapíxeles. Es destacable el resultado obtenido con el procesado del HDR de las fotos, en las que más que limitarse a levantar sombras, se obtiene una mejor lectura de los tonos.
Nos quedamos con la satisfacción que aporta la cámara principal, ya que el resto de cámaras nos devuelven a la realidad de un smartphone de gama media. En el caso de la cámara gran angular incluso de la gama media baja.
Incluso a pleno sol y con una cierta distancia, la lente gran angular no consigue corregir la distorsión en la parte externa de la foto y la pérdida de nitidez con respecto al centro de la imagen es más que notable.
Además, este sensor no equilibra el balance de blancos con la cámara principal apreciándose una clara tendencia hacia unos tonos más fríos (azules) de lo que realmente son.
Cuando se selecciona el modo Macro, se activa la cámara dedicada a este tipo de fotografía. La ventaja teórica de usar este modo es obtener una menor distancia de enfoque por lo pueden tomarse fotos desde un punto de vista más cercano.
Sin embargo, el excesivo procesado de imagen que se le aplica, abusando del enfoque de bordes, hace que sea más recomendable apurar al máximo la distancia de enfoque de la cámara principal y realizar un recorte posterior para obtener la misma imagen que con la cámara macro, pero con mejor calidad a nivel de enfoque y tratamiento del color.
El modo retrato, que Samsung denomina Enfoque Dinámico utiliza información adicional del sensor de profundidad para detectar los objetos en primer plano y separarlos del fondo mediante un desenfoque cuya intensidad puede ajustarse al gusto. Eso sí, se recomienda hacer un uso moderado del nivel de desenfoque para obtener resultados más naturales.
En lo que a precisión se refiere no está nada mal para tratarse de un smartphone de gama media, y resuelve con soltura la foto incluso cuando se lo ponemos difícil con fondos complicados.
Eso sí, al no utilizar una lente telefoto para hacer el retrato, la imagen puede quedar ligeramente deformada por el efecto barril que provoca utilizar una lente angular. Aún así, ofrece un buen nivel de detalle y muestra unos colores realistas.
Este modo de Enfoque Dinámico también está disponible en la cámara frontal ofreciendo un buen nivel de detalle y, aunque utiliza una sola cámara, es bastante preciso en el perfilado de la silueta. Esta cámara utiliza una lente ultra gran angular, perfecta para selfies en grupo, y permite aplicar un pequeño recorte para darle un aspecto más natural a los selfies simulando una lente con menor apertura.
Es de agradecer el buen trabajo del HDR en esta cámara compensando la exposición en los cielos al fondo de los selfies para evitar que se quemen y aparezca la habitual mancha blanca tras el protagonista.
Cuando la luz escasea las cámaras del Samsung Galaxy M31 sufren para mantener a raya el nivel de ruido conservando la nitidez. De nuevo el agrupamiento de píxeles del sensor principal se deja notar en la calidad de las fotos obtenidas en estas circunstancias de luz.
El modo automático consigue unos buenos resultados manteniendo un nivel de detalle razonable y consigue mitigar la presencia de ruido. Curiosamente, con el modo Noche, se obtienen resultados muy similares a simple vista, pero hay un ligero matiz entre ellas.
En este modo se aplica un pequeño recorte que el sistema de procesado utiliza para estabilizar la escena de forma electrónica corrigiendo así eventuales movimientos, por lo que al usar el modo Noche te aseguras de mantener la calidad y reducir la trepidación en las fotos con poca luz.
En el apartado de vídeo, el Samsung Galaxy M31 permite grabar en 4K a 30 fps y a 1080p a 30 fps pero activando el estabilizador, con lo que se consigue una imagen mucho más agradable de ver aunque se sacrifica el nivel de detalle.
También ofrece modos de disparo fáciles de usar con los que puedes capturar vídeo en cámara lenta y súper lenta en 720p y crear vídeos en cámara rápida en 1080p.
Una batería enorme con un sistema de carga que no acompaña
Una de las características estrella del Galaxy M31 que estamos analizando es, sin duda alguna, la enorme capacidad de su batería y la autonomía que ello permite.
Hablamos de una batería de 6.000 mAh que permite hasta dos días de uso sin pasar por el cargador. La mala noticia es que, al hacerlo, vas a tener que reservar varias horas ya que la carga rápida no está al nivel de semejante capacidad y el proceso de carga puede llevarle varias horas.
Durante el periodo de pruebas hemos estado usando el Samsung Galaxy M31 como móvil principal en el que he hemos consultado el correo, usado apps de mensajería instantánea, hemos hecho fotos (muchas fotos) y también ha habido tiempo para navegar, ver vídeos y alguna que otra partida a algunos de los videojuegos más actuales.
En este escenario de uso hemos conseguido una media de 7 horas y 30 minutos de pantalla, aunque no es complicado alcanzar las 8 horas y media limitando un poco más el uso del brillo de la pantalla, las conexiones Bluetooth o el uso de recursos.
Cuando llega la hora de pasar por el cargador, el Samsung Galaxy M31 se toma el mismo tiempo para recuperar la energía que para descargarla. El cargador Adaptive Fast Charging de 15 W que se incluye junto al Galaxy M31 tarda unos 90 minutos en alcanzar el 50% de su capacidad y unos 190 minutos en completar el 100% de su capacidad.
La autonomía de este terminal no es para nada mala, pero no da la sensación de estar demasiado optimizada ya que algunos de sus rivales, como el realme 6 consiguen incluso mayores tiempos de pantalla con una batería mucho más pequeña.
Por lo tanto, contar con una de las mayores baterías de todo el catálogo de Samsung está muy bien para ser un gama media, pero con esta batería solo consigue igualar la autonomía de sus rivales.
Sin sonido estéreo ni 5G, pero con todo lo demás
Samsung siempre destaca en el terreno de la conectividad de sus dispositivos equipándolos con todas las tecnologías que el usuario puede necesitar para compartir o enviar el contenido del smartphone a otros dispositivos o viceversa.
En el caso del Samsung Galaxy M31 esto continúa estando vigente, pero se han hecho algunas concesiones. Para empezar, tenemos tecnología NFC, que permite realizar pagos con el smartphone y vincularlo rápidamente a otros dispositivos mediante Bluetooth 5.0.
En el apartado de conectividad WiFi, el Galaxy M31 cuenta con soporte para doble banda de frecuencia (2.4 GHz y 5 GHz) y conexión WiFi 5 (802.11 ac). Además, cuenta con una doble ranura para tarjeta SIM que le permite utilizar dos líneas en el mismo terminal.
El fabricante surcoreano es uno de los pocos que se resisten a la eliminación del jack de 3,5 mm –al menos en su gama media—y apuesta por mantener este conector. Algo que además le sirve como excusa para mantener el soporte a la radio FM dado que esta necesita utilizar los auriculares como antena.
Ni rastro de soporte para redes 5G, característica que Samsung ha reservado para los modelos de gama alta. Esto podría limitar la vida útil del terminal negando a los usuarios la posibilidad de usar las redes 5G que se desplegarán durante 2021.
En el apartado del sonido también se han realizado algunas concesiones ya que el Galaxy M31 cuenta con un único altavoz en su parte inferior. Esto hace imposible reproducir contenido estéreo.
A pesar de esa limitación, el último miembro de la gama M ofrece una buena potencia de sonido y mantiene un nivel de calidad razonablemente bueno incluso a máximo volumen sin mostrar unas distorsiones exageradas.
En este escenario, el altavoz del Galaxy M31 mantiene unos bajos apreciables, pero cortos en profundidad y se maneja con soltura en los tonos medios. Es en los agudos donde tiene menos presencia y donde se presentan las distorsiones más notables.
Mejores resultados se obtienen al conectarle unos auriculares (no incluidos junto al smartphone) o a una fuente de sonido externa. Al hacerlo se activan las funciones de Dolby Atmos para aportar direccionalidad al sonido, y Adapt Sound que adapta las frecuencias reproducidas a la capacidad auditiva del usuario.
También es posible mejorar la calidad de audio haciendo uso del ecualizado integrado o mejorar la resolución del sonido activando la función Optimizador UHQ.
Un móvil que quería ser de la gama A, pero se quedó algo corto
Samsung tiene muy bien delimitadas las categorías de sus smartphones. En la gama media encontramos los smartphones de la serie M, con características y precios muy competitivas para la gama media; y los de la serie A que se sitúan ligeramente por encima de los M para aquellos usuarios que un buscan algo más en un móvil de gama media.
El Galaxy M31 tiene aspiraciones para meterse de lleno en esa gama A, con una pantalla de buena calidad, un buen rendimiento fotográfico en su cámara principal y un a buena autonomía. Sin embargo, parece que no llegó a tiempo al reparto de un diseño más innovador, ni al de un hardware más potente.
La propuesta de Samsung para la gama media con el Galaxy M31 es más que correcta y cubrirá con creces las necesidades de la mayoría de usuarios que no necesitan más que un móvil con el que comunicarse por mensajería, consultar el correo y mantenerse al día en redes sociales sin más pretensiones.
Sin embargo, esa actitud conservadora de la marca hace que el Galaxy M31 se perciba como un simple lavado de cara que no aporta grandes diferencias con respecto a modelos como el Galaxy M30s.
Aunque el diseño y el rendimiento no dejan de ser correctos, el Galaxy M31 destaca por la calidad de su pantalla, su buena autonomía y la buena respuesta de su cámara principal que lo posicionan como una opción a tener en cuenta a la hora de elegir un smartphone de gama media en 2020.
La gama media es un terreno muy disputado, por lo que Samsung tendrá que incentivar al usuario rebajando los 279 euros que cuesta este móvil en su lanzamiento. El Galaxy M31 no lo tiene nada fácil ya que muchos de sus adversarios, como el realme 6 o Xiaomi Redmi Note 9 Pro cuentan con prestaciones similares y un precio mucho más interesante.