Un estudio de inteligencia artificial ha analizado las relaciones románticas basándose en los datos recopilados de más de 11.000 parejas.
Un estudio de inteligencia artificial (IA) ha analizado las relaciones románticas basándose en los datos recopilados de más de 11.000 parejas y ha identificado los principales factores de predicción que hacen que las parejas se sientan positivas en su relación, mostrando que este tipo de felicidad es mucho más que el simple hecho de estar con alguien.
En la investigación se analizaron rasgos como el grado de satisfacción de una persona con la vida, su ansiedad o si el matrimonio de sus padres funcionaba.
Los hallazgos del estudio, publicado en PNAS y recogido por Science Alert, revelaron que las variables específicas de las relaciones eran aproximadamente 2 o 3 veces más predictivas que las diferencias individuales. En otras palabras, el tipo de relación que se establece con una pareja puede ser más importante para su felicidad que cualquiera de sus características individuales.
«Lo sorprendente es que una vez que tienes todos los datos específicos de la relación a mano, las diferencias individuales se desvanecen«, dice Samantha Joel, la investigadora principal y psicóloga de la Universidad Western de Canadá.
La IA como posible solución a los retos de la ciencia de las relaciones
La ciencia de las relaciones ha existido durante décadas y ha generado numerosas teorías psicológicas acerca de lo que hace o no a las parejas felices.
Sin embargo, los investigadores afirman que un desafío clave para su campo es reunir datos en una escala mayor, para reforzar los hallazgos hechos en estudios más pequeños e independientes (que pueden ser costosos y requerir mucho tiempo para su realización).
Una solución para este problema podría ser la IA, que tiene la capacidad de cribar grandes cantidades de datos recogidos en laboratorios individuales. En este estudio se utilizó un sistema de aprendizaje automático que puede probar el poder de predicción de un gran número de variables.
En este caso en concreto, el sistema pudo determinar qué tipo de variables parecían ser las más importantes para predecir la calidad de las relaciones.
«Los resultados revelaron que las variables que captaban las propias percepciones de la relación predecían hasta el 45% de la varianza en la calidad de la relación«, explican los autores del estudio.
Las variables específicas de la relación que predijeron de manera más confiable la calidad de la relación fueron: compromiso percibido de la pareja, aprecio, satisfacción sexual, satisfacción percibida de la pareja y conflicto.
Por el contrario, los predictores relacionados con las características individuales (que van desde sus rasgos de personalidad hasta su edad y género) como mucho explicaron sólo el 21% de la variación en la calidad de la relación.
De estas características, las que mejor predijeron la calidad de la relación fueron: la satisfacción con la vida, el afecto negativo (como sentirse angustiado o irritable), la depresión, el apego evasivo (por ejemplo, «prefiero no estar demasiado cerca de las parejas románticas») y el apego ansioso (por ejemplo, me preocupo mucho por mis relaciones con los demás).
«Experimentar afecto negativo, depresión o apego inseguro son seguramente factores de riesgo en las relaciones«, señalan los investigadores. «Pero si las personas logran establecer una relación caracterizada por el aprecio, la satisfacción sexual y la falta de conflicto, esos factores de riesgo individuales pueden importar poco«.
«En realidad, los hallazgos sugieren que la persona que elegimos no es tan importante como la relación que construimos«, explicó Joel. «La dinámica que construyes con alguien es mucho más relevante que los individuos separados que componen esa relación«.
Este artículo fue publicado en Business Insider España por Andrea Gómez Bobillo.