La crisis del coronavirus ha provocado un importante cambio a la hora de buscar nueva vivienda y empiezan a valorarse factores que antes no tenían demasiada importancia.
La crisis del coronavirus tuvo dos importantes cambios en lo que respecta al modo en que nos relacionamos con nuestra vivienda. El primero de ellos fue el que se refiere a la cuarentena y los meses que pasamos en casa, sobreviviendo con las ventajas y limitaciones que tenemos cada uno; el segundo para un gran número de profesionales tuvo que ver con el teletrabajo que llegó a sus vidas.
Todo esto ha cambiado los requisitos que se le exigen a una vivienda cuando se va a a comprar o alquilar. Aunque no se puede dejar de lado la previsible crisis inmobiliaria y la reducción de ganancias que han sufrido multitud de hogares en los últimos meses.
¿Pero qué busca la gente ahora en un piso? Lo primero que se está viendo, según El Periódico, es que se ha dejado de valorar la cercanía al lugar de trabajo como algo esencial. El teletrabajo, sea total o parcial, influye en que no se pierda tanto tiempo en desplazamientos.
Pero claro, el teletrabajo también exige de un espacio adecuado para desempeñarlo. Mientras se prepara una ley que ayude a legislarlo en mayor medida, la búsqueda de una habitación destinada a esta función se antoja como esencial. Algo que unido al punto anterior empuja a que se valoren de forma más positiva las viviendas en poblaciones más pequeñas.
Las zonas rurales, los jardines y las terrazas han ganado interés a la hora de buscar vivienda. El no tener luz suficiente ni terraza ha sido un factor importante para un porcentaje de la población que ahora desea vivir en sitios más abiertos donde disponga de más metros cuadrados. Además del ahorro que puede suponer en cuestión de factura de la luz al pasar más tiempo en casa.
La visión que muchos tienen de sus hogares ha cambiado por siempre y se da la situación de que una parte de la población está en crisis mientras otra busca una vivienda más acorde a sus necesidades. A partir de ahí, veremos qué ocurre con los precios.