El conservacionismo funciona: 48 especies de pájaros y mamíferos salvados de la extinción desde 1993 | Life

Sin los esfuerzos llevados a cabo por los biólogos y autoridades españolas en los últimos 30 años, hoy el lince ibérico ya no existiría. Lo mismo habría ocurrido con otras 47 especies de animales en el resto del mundo.

Desde hace cien años biólogos, científicos, ONGs, aficionados y entusiastas luchan por la conservación de las especies animales y vegetales. No siempre es fácil medir ese esfuerzo para descubrir si realmente ha servido para algo. Pero tenemos algunos datos. Un estudio llegado a cabo por 137 especialistas internacionales y la Universidad de Newcastle, en Reino Unido, concluye que desde 1993 se puede confirmar que se ha evitado la extinción de al menos 48 especies de mamíferos y plantas. Entre ellos, el lince ibérico.

Estos expertos han llevado a cabo un profundo estudio de la situación de dichas especies antes de los esfuerzos conservacionistas, simulando su evolución a lo largo de los años sin ayuda, y concluyen que al menos 48 especies hoy no existirían sin la ayuda humana.

Hay casos que son más evidentes que otros, como por ejemplo el del caballo de Przewalski, originario de Mongolia. Es el primer caballo que domó el ser humano, hace 5.000 años, y hoy en día se considera uno de los últimos ejemplos de caballo prehistórico. Tiene la misma fisonomía que los caballos de las pinturas rupestres. Puedes verlo en la foto de apertura de la noticia.


Sudan era el último macho de su especie, los rinocerontes blancos del Norte. Falleció a los 45 años, que en edad humana equivale a 90 años. Solo quedan dos hembras.

El caballo de Przewalski se extinguió en libertad en los años 60 del pasado siglo. Solo quedaban algunos ejemplares en granjas y zoos. Pero el esfuerzo conservacionista consiguió que en los años 90 se iniciara un plan de repoblación, y en 1996 algunos ejemplares fueron liberados en su entorno original. Hoy en día 760 de estos magníficos caballos trotan libres por las praderas de Mongolia. Aunque el peligro de extinción no ha desaparecido.

Ejemplos similares que cita el estudio son el lince ibérico en España y Portugal, y la cigüeñuela de Nueva Zelanda. En el caso del lince ibérico, en los años 60 se contabilizaron más de 5.000 ejemplares, pero en 2002 solo quedaban 94 ejemplares en libertad. Fue declarada Especie en Peligro Crítico de Extinción, el felino más amenazado del mundo. Tras un programa de cría en cautividad y vigilancia extrema, en 2020 ya se contabilizan 856 linces ibéricos.

Otro caso demostrado de salvación de una especie gracias a la intervención humana, es el de la cotorra puertorriqueña. En 1975 solo quedaban 13 ejemplares en libertad. En 2006 se reintrodujo la especie en otra zona de Puerto Rico, y en 2017 los huracanes aniquilaron a la población original. Sin la reintroducción en otros lugares, se habría extinguido.


Un aficionado a la Naturaleza en Pensilvania decidió poner una cámara oculta enfocando a un tronco, pero nunca llegó a imaginar lo que pasaría: ha grabado a docenas de especies animales diferentes cruzando el río a través del tronco.

Denostados en los últimos años, dicho estudio cita a los zoos como una pieza clave para evitar la extinción de especies. 20 especies de mamíferos y aves han evitado la extinción gracias a los zoos, que han conservado los últimos ejemplares y han ayudado a la repoblación.

21 especies de aves se beneficiaron del control de las especies invasivas, y 19 de la protección de su hábitat. 14 especies de mamíferos sobrevivieron gracias al cambio en la legislación (se prohibió su caza) y 9 gracias a la reintroducción de ejemplares cautivos en su hábitat.

Cada especie de planta o animal es única, aunque existan otras similares. Y puede tener la clave para curar una enfermedad. Hace unas días se descubrió que cierta especie de abeja tiene una molécula que destruye el cáncer de mama, sin atacar las células sanas.

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