Quito. [EFE]. El Gobierno de Ecuador justificó este sábado el veto total que ordenó el viernes el presidente del país, Lenín Moreno, al Código Orgánico de Salud (COS), recientemente aprobado por la Asamblea Nacional (Parlamento), pero cuya eliminación ha levantado críticas de grupos políticos y sanitarios.
El viceministro de Salud Pública, Javier Solórzano, aseguró a Efe que el veto total a la normativa crea una nueva oportunidad para mejorar la Ley y que pueda ser aprobada dentro de un año por la misma Asamblea en beneficio de todos los sectores de la sociedad.
El COS “lamentablemente terminó siendo una colcha de retazos, con una serie de parches”, en los que se incluían postulados que no se ajustaban a las competencias del sector de la Salud, opinó el viceministro.
Asimismo, dijo estar en desacuerdo en la “burocracia adicional” que, a su juicio, creaba la nueva normativa que, además, “crea paralelismos” y “distorsiona el funcionamiento del sistema nacional de salud”.
Aunque prefirió no calificar al veto total del Ejecutivo como un “alón de orejas” al Legislativo por, no haber integrado capítulos fundamentales, el viceministro dijo que no se puede “jugar con la salud, con el futuro de este país”.
Esta, insistió, es “una oportunidad para mejorar y para fomentar el dialogo con todos los sectores interesados”, con el objetivo de crear una ley que sea “responsable con todos los sectores” de la sociedad.
El Gobierno de Ecuador vetó totalmente el Código Orgánico de la Salud, que fue debatido por ocho años, al considerar que su enfoque y los contenidos no se ajustaban a las demandas actuales ni a los estándares internacionales.
Sobre todo, las autoridades del Gobierno consideran que la pandemia del coronavirus ha incidido en la visión y el accionar de los sistemas de atención sanitaria en todo el mundo.
Además, el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, dijo que en la normativa elaborada en la Asamblea se han detectado “demasiadas inconsistencias y contradicciones”.
“A través de la pandemia hemos sufrido brutalmente, como el estrés, ha habido un aumento de suicidios y violencia doméstica, violaciones y eso no está incluido en el código”, recalcó Zevallos el pasado viernes.
La norma elaborada en el Legislativo generó el rechazo de varios grupos como la Iglesia, que se oponía al aborto por emergencia obstétrica, la reproducción humana asistida o el uso terapéutico del cannabis.