Te explicamos qué es el nivel 5 de conducción en estos vehículos autónomos y su legislación en nuestro país.
El objetivo de los coches autónomos está claro: convertir al conductor en pasajero y espectador de la circulación dentro de un vehículo que es capaz de conducir de forma inteligente, segura y organizada. Está claro que esta es una tecnología que llegará en el futuro, pero, de momento, sigue siendo una utopía… sobre todo en algunos países y a determinados niveles. ¿Qué ocurre con los coches autónomos de nivel 5 en España?
Aunque todavía son algo lejano, los conductores ya tienen una opinión sobre ellos. El estudio ‘Españoles ante la nueva movilidad’ desvela que el 46% de ellos sí se ven como usuarios de los coches autónomos a día de hoy, el 30% lo ven factible en un plazo de cinco años y el 25% no se ve en ellos. No obstante, para entender la evolución de esta tecnología es necesario conocer los seis niveles en los que se divide.
Los niveles de los coches autónomos
La Society of Automotive Engineers (SAE) de Estados Unidos establece una división que tanto los organismos europeos como la Dirección General de Tráfico han adoptado. Son los siguientes:
- Nivel 0: coches convencionales que no tienen ayudas electrónicas a la conducción.
- Nivel 1: incluyen sistemas como la frenada automática de emergencia, la alerta de salida del carril o el control de crucero, entre otros.
- Nivel 2: vehículos que, a través de una cámara, activan la frenada de emergencia de forma automática, leen las líneas blancas y calculan las distancias con precisión. El conductor es responsable del vehículo y debe llevar las manos al volante.
- Nivel 3: incluye el adelantamiento autónomo y permite soltar el volante tanto en atascos urbanos como en autopistas cuando se circule por debajo de los 60 km/h. El conductor continúa siendo el responsable.
- Nivel 4: el conductor se convierte en pasajero ya que la tecnología lo exime de cualquier responsabilidad.
- Nivel 5: corresponde a la conducción autónoma total ya que el coche podrá moverse en solitario con total autonomía. El vehículo, por lo tanto, se convierte en una capsula que transporta a los pasajeros de un punto a otro mientras analiza su entorno y crea una red con el resto de modelos conectados.
La realidad del Nivel 5
Conocida la teoría, es hora de saber cómo se ha trasladado a la práctica en ese Nivel 5 del que os hablábamos al principio. De momento, no existe la tecnología que permite a un coche circular solo por la carretera sin ayuda de un conductor e interactuando con otros vehículos controlados por personas. Cuestiones legislativas aparte, nadie ha llegado a este nivel aunque son muchas las compañías que están participando en esta carrera: Uber, Apple, Waymo, Alphabet, Cruise, General Motors o Tesla, que asegura que está muy cerca de lograrlo.
Así convivirás con el coche autónomo
La industria ya ha anticipado que este proceso va a ser más lento que el de la electrificación de los coches y han puesto una fecha sobre la mesa: como pronto veremos vehículos autónomos circulando por las carreteras con el Nivel 5 en 2030, si no es más tarde.
Los coches autónomos en España
¿Cuál es la situación en nuestro país? Los coches autónomos ya se usan en entornos industriales y logísticos, donde se podrían generalizar antes que en las calles. Actualmente nos encontramos con dos ejemplos en Madrid, que, evidentemente, no han llegado al Nivel 5. Detrás del primero de ellos están Varsavsky, Fage y la EMT, que han creado el EMT Smart Bus Madrid: un proyecto piloto con el que una línea de autobús inteligente cubre un trayecto concreto en la ciudad.
El segundo lo encontramos en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), donde un microbús eléctrico y autónomo transporta estudiantes por el campus… pero tiene truco: se mueve por un carril específico creado para él y recorre 3,9 kilómetros a una velocidad lenta. Es una iniciativa de Alsa, la DGT, la Comunidad de Madrid y Easymile.
La ley en España
Finalmente, otro de los puntos que hay que tener en cuenta a la hora de hablar de coches autónomos de Nivel 5 en España es la legislación vigente. Hasta el momento, la DGT sólo se ha pronunciado en un par de ocasiones sobre estos modelos. En 2015 emitió una instrucción en la que los definía como “vehículos equipado con tecnología que permita su manejo o conducción sin precisar de forma activa el control o supervisión de un conductor” haciendo referencia a los Niveles 3, 4 y 5.
El mismo documento permitía únicamente pruebas con coches autónomos por carreteras con tráfico en los que el conductor debe permanecer “en todo momento en disposición de tomar el pleno control”. Además, estos movimientos sólo los podían fabricantes, laboratorios, universidades y consorcios profesionales: los permisos se otorgarán con un plazo máximo de dos años prorrogables y no se serán válidos por toda la geografía española.
En 2016 publicó otra instrucción relacionada con la conducción autónoma: es la encargada de regular los sistemas de aparcamiento asistido. Así las cosas, establece que si el estacionamiento se controla desde fuera del coche mediante un mando, el conductor debe situarse a menos de cuatro metros del vehículo y la velocidad de las maniobras no podrá exceder nunca los 5 km/h.
Este artículo fue publicado en Autobild por Elena Sanz Bartolomé.