Puedes olvidarte de tu lengua materna | Life

Por raro que parezca, las personas podemos olvidar nuestra lengua materna si se producen una serie de condicionantes causantes de la erosión lingüística, pérdida progresiva debido a la falta de uso. Una experta de la app de idiomas Babbel nos lo explica.

Pese a que hablar un idioma pueda asemejarse en la mayor parte de los casos a andar en bicicleta y retomarlo sea cuestión de desengrasarse, en algunos casos se produce en fenómeno de la erosión lingüística, el cual afecta a personas con escaso o ningún contacto con su lengua de origen, como los migrantes que abandonan su país natal a una edad temprana.

El conocimiento de la legua materna, tan ligado a la construcción de la identidad individual y colectiva “está tan profundamente arraigado en nuestro cerebro, que se hace incómodo e inusual sentir una pérdida de control sobre este conocimiento”, explica la doctora Rita Santayo Venegas, experta del departamento de Didáctica de Babbel. Está profundamente conectado con las primeras estructuras mentales, y aunque lo concibamos como algo casi eterno, puede deteriorarse si se pierde el contacto con él.

La erosión lingüística en especial a muchas personas que trabajan en el extranjero durante una etapa prolongada de sus vidas, y que cuando hablan en su idioma nativo «tienen la palabra deseada en la punta de la lengua, pero no les sale. La palabra se evapora y, en su lugar, aparece otra no tan apropiada, lo que les lleva a agobiarse”, explica la especialista.


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Al adquirir un idioma extranjero, lo hacemos a través de nuestra lengua materna (a menudo denominada L1). La L1 es el sistema lingüístico que adquirimos durante la infancia y constituye el intermediario que nos permite domesticar una lengua extranjera desconocida. Traducimos palabras desconocidas y, a menudo, las insertamos en estructuras gramaticales que nos resultan familiares.

El lenguaje se arraiga en nuestras mentes de forma progresiva, nos adaptamos a la fonética, y comenzamos a automatizarlo a y a usarlo de forma más directa, ganando en fluidez. Lo que sucede en los cerebros de aquellas personas que se vuelven bilingüe o multilingüe es que varios sistemas pueden estar activos simultáneamente: estos lenguajes impactan e interfieren entre sí.

Motivos por los que se produce erosión lingüística

  • Dominio creciente del L2, o lenguaje aprendido, y la reducción de la exposición al L1. Esta erosión tiende a hacerse evidente en la construcción del vocabulario del hablante, mientras que el conocimiento de la gramática (estructura) y la fonología (sonido) permanecen más estables en el tiempo. Cuando más se hable uno y menos el otro, o durante más tiempo, más se acentúa el fenómeno.
  • En base a la frecuencia, el lenguaje extranjero se vuelve dominante mientras que el otro se hunde en las profundidades de la memoria, haciendo más difícil recordar la lengua materna o determinado vocabulario, expresiones y estructuras del mismo.
  • La actitud y la motivación de un hablante hacia sus idiomas nuevos y nativo también pueden tener un efecto en el desgaste del idioma. Aharon Appelfeld, uno de los autores en hebreo más destacados de Israel, relató su experiencia en este sentido, ya que aunque su lengua materna fue el alemán, al ser deportado junto a su padre a un campo de concentración nazi, del que logró escapar en 1942, la mala experiencia con los nazis supuso una actitud emocional negativa hacia su L1 y la determinación de integrarse rápida y completamente en una nueva comunidad probablemente aceleró la erosión.
  • Hay estudios que sugieren que la calidad del contacto con el idioma nativo tiene una mayor importancia que la cantidad o frecuencia de su uso. Por tanto, la exposición tanto a otros migrantes que pasan por un proceso de erosión de la L1, como a hablantes de L2 de tu idioma nativo pueden acelerar la pérdida de tu propio idioma, un fenómeno muy frecuente en las comunidades de expatriados.

Este artículo fue publicado en TICbeat por Andrea Núñez-Torrón Stock.

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