Los neumáticos en mal estado pueden provocar estas seis averías | Motor

Un neumático en mas estado influye sobre el vehículo más de lo que piensas y puede provocar numerosos problemas.

¿De verdad sigues pensando que mientras nadie se queje, nadie te pare, la ITV te ponga el sello y no tengas un pinchazo… a las ruedas no hay que hacerles caso? Pues mucho nos tenemos que estás en un grave error. Pero lejos de jugarte una ronda en el bar con un amigo o chinchar a tu cuñado, presta atención porque la cosa es muy, muy seria. Y por eso, a modo de ejemplo, aquí te mostramos seis averías producidas por neumáticos en mal estado

No importa la marca de coche que conduzcas, porque esta máxima se repite en todas y cada una desde que los automóviles empezaron a estar equipados con esa cosa negra y llena de aire que recubría la rueda. ¡Y menos mal! 


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Piensa que el neumático es el responsable de muchas bondades en tu día y a él le debemos el confort de marcha, pero también, en parte:  

  • La tracción
  • La estabilidad en recta
  • La estabilidad en curva.  
  • El giro.
  • La frenada
  • La amortiguación
  • La rumorosidad.
  • El consumo de combustible.     

A cambio, este elemento te pide que lo mantengas en buen estado, para que él te pueda dar lo mejor de sí, aquellos parámetros para los que ha sido diseñado en un largo y trabajoso proceso.

En otras palabras, quédate con esto: un neumático tarda mucho en crearse… pero nada en destrozarse. Y no hablamos sólo de que un clavo provoque un reventón que lo desintegre en un segundo; llevar mal las presiones, dejar el coche parado mucho tiempo en el mismo sitio, no cambiarlo a tiempo, que en el código o número DOT (foto) tenga más de 4 o 5 años y haya riesgo de que cristalice, derrapar, subirse a los bordillos, pegar frenazos innecesarios…

Todo esto contribuye a un desgaste que, aunque sea involuntario, puede tener nefastas consecuencias para la seguridad ¡y para el bolsillo! Porque si no lo tratas bien, él se ‘vengará’ y podría originarte otras caras y peligrosas averías. Quienes circulan en moto lo saben mejor que nadie, porque cualquier incidencia (falta de agarre, vibraciones, frenadas más largas) se nota de una manera mucho más directa y uno tiene mucho menos margen para compensarlo, al margen de que un fallo mecánico puede acabar en accidente grave. 

Por tanto ¿qué averías averías pueden ser producidas por neumáticos en mal estado? 

Suspensión

Llevar una presión demasiado baja, por ejemplo, además de sobrecalentar la carcasa por rozar con el asfalto una mayor superficie de contacto, hará insuficiente la absorción de las irregularidades del terreno por parte de la goma y del aire que contiene. Por tanto, los elementos de la suspensión tendrán que trabajar más de la cuenta y envejecerán de forma prematura. 

Por el contrario, circular con una presión alta respecto a lo indicado por el fabricante tampoco salvará a la suspensión: el ‘efecto balón’ que se produce provoca un mayor rebote y que los muelles y amortiguadores sufran en exceso. 

En ambos casos, se producirán vibraciones muy perjudiciales

Frenos

Estos rebotes pueden alargar peligrosamente la frenada porque el neumático no estará en contacto con el asfalto todo lo que debería ni con la superficie adecuada, por lo que no podrá ser 100% eficaz en esta operación (uno de sus principales cometidos, como te contábamos al principio). 

Pero es que además, las vibraciones extra pueden deformar los y hacer que al pisar el pedal central, el comportamiento de tu coche no sea el correcto.

Rodamientos

De nuevo, tengan el origen que tengan, las temidas vibraciones del neumático (equilibrado/paralelo defectuoso, un ‘plano’ por una frenada de emergencia, cristalización, desgaste desigual…) pueden derivar en otros efectos colaterales no deseados. Por ejemplo, que los rodamientos ya no hagan su labor sin ruidos ni traqueteos. 

Cambiarlos no es una operación difícil, pero la mano de obra puede incrementar notablemente el importe final, ya que es necesario desmontar el buje, extraer la pieza con una prensa en un banco de trabajo, volver a montar latiguillos, rellenar (en su caso) y purgar el líquido de frenos… 

Dirección

Cuando un neumático no va bien por sí solo o, encima, ha contribuido a desgastar los rodamientos, el comportamiento de la dirección se resiente mucho. No sólo vibra y hace ruido, sino que hay que estar corrigiendo la trayectoria con el volante en todo momento. Además, aquí empieza un nuevo desgaste en este ‘efecto dominó’, como las rótulas de la dirección.

Juntas homocinéticas

En quinto lugar, entre las seis averías producidas por neumáticos en mal estado, no te olvides de las averías en las juntas homocinéticas que unen los palieres con las ruedas para asegurar que ambos elementos móviles mantienen la misma velocidad y los primeros no acaban girando sin transmitir correctamente el par motor a las segundas. 

Electrónica

Por último, destacamos elementos electrónicos que se pueden resentir por una falta de mantenimiento de las ruedas y que también están relacionados con los frenos, la estabilidad, el correcto mantenimiento de las presiones… y, en definitiva, en un círculo vicioso e infinito, la seguridad. 

  • Sensor de presión: las vibraciones harán que se desajuste, que llegue al ordenador de viaje una información errónea y que no circules con los valores adecuados o no detectes a tiempo un pinchazo lento, por ejemplo. 
  • ABS, ESP, control de tracción: si la centralita que controla el sistema antibloqueo de emergencia (ABS) o el control de estabilidad no reciben la información correcta, tampoco podrán gestionar adecuadamente estos dispositivos, por lo que cumplirán como es debido la función para la que han sido programados. 

Este artículo fue publicado en Autobild por Rodrigo Fersainz.

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