Más de 190.000 ventiladores de aspa de tipo techo ha sido retirados del mercado norteamericano debido a que sus aspas se han desprendido mientras funcionaban, causando decenas de heridos.
Seguramente has visto una película de terror donde los ventiladores de techo, con esas enormes y afiliadas aspas, se desprendían con el consiguiente desenlace macabro, y ahora se han podido vivir situaciones similares según un informe y denuncias al respecto, algo que ha pasado en Norteamérica y ha afectado a más de 190.000 ventiladores de techo.
Y es que la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC) en Estados Unidos ha desvelado que al menos se han sucedido 47 incidentes de desprendimiento de las aspas de ventiladores de techo en Estados Unidos y Canadá, obligando al fabricante a retirar más de 190.000 de estos ventiladores.
Entre estos 47 casos denunciados, se pueden ver aquellos donde las personas han sido directamente golpeadas con estas aspas, y la mayoría, por suerte, solo han provocado daños estructurales. No queda claro si alguna de estas personas sufrió heridas graves porque no se señala en el informe.
En concreto está pasando con los ventiladores de techo llamados Hampton Bay Mara que están siendo vendidos por Home Depot. 182.000 fueron vendidos en los Estados Unidos desde abril hasta octubre de este año mientras que 8000 fueron vendidos en Canadá. Ante este acontecimiento, la CPSC está pidiendo a los consumidores que inspeccionen estos ventiladores de techo para confirmar cualquier mal funcionamiento.
Avisan que si observan algún tipo de movimiento raro de las aspas o espacios desiguales entre las mismas, o incluso escuchan algún tipo de sonido durante su funcionamiento, deben ponerse en contacto con el distribuidor King of Fans para recibir un reemplazo gratuito.
Si bien es improbable que tengas uno de estos ventiladores de techo, lo describen con acabados en blanco mate, negro mate, negro y níquel pulido y también llevan una luz LED integrada cambiante y un control remoto.
Es muy extraño que suceda la retirada de este tipo de aparatos debido a su funcionamiento, pero en sí se trata de un problema de diseño. La compañía responsable va a tener que retirar prácticamente todos estos modelos comercializados para evitar problemas mucho más serios en el futuro.