Que Chrome se come casi la totalidad del pastel, es algo que ya se sabe y con las demandas de monopolio nos hemos hecho conscientes. Pero hay otra realidad paralela a la que no le hemos prestado mucha atención, y es que Microsoft Edge también existe y está creciendo mucho
Las cifras de Microsoft Edge son bastante positivas y es que la versión moderna del Internet Explorer de hace unos años, parece que está gustando mucho a los usuarios. A Microsoft Edge no se le ha dado el bombo y la atención que quizás merecían y poco a poco ha ido creciendo casi en la sombra.
Pero parte de este éxito lo tiene quien está cansado de Chrome, así como también las numerosas mejoras y las actualizaciones que Edge está recibiendo en las últimas semanas.
Microsoft Edge ha alcanzado la cifra de los 600 millones de clientes. También es posible que parte de este éxito se deba a los insistentes avisos de Microsoft cuando se usa Internet Explorer.
Hablamos de 600 millones de clientes, que no es lo mismo que usuarios. En esa cifra no se especifica si quienes lo usan lo tiene como un navegador extra o es su navegador predeterminado.
De una forma u otra, Edge va sumando usuarios y de ser un navegador «marginado» a tener más de 600 millones de usuarios va un paso muy grande. A pesar de esta notable mejoría, se queda muy por detrás de Google Chrome que a día de hoy cuenta con casi 2.000 millones de usuarios activos en todo el mundo.
Microsoft Edge puede instalarse en móviles Android y iPhone, así como en iPad, MacOS y todos los ordenadores. Muchas de esas versiones trabajan con Chromium. De hecho podemos descargar ahora mismo la versión de Microsoft Edge basada en Chromium.
Afortunadamente Microsoft dio un leve volantazo y cambió su estrategia, ya que la anterior estaba llevando a Edge hacia el fracaso y el hundimiento seguro. Ahora, se trata de un navegador que muchos instalan por voluntad propia ya que es una buena alternativa a Google Chrome.
Recientemente, Edge ha instalado la sincronización de pestañas y de historial entre dispositivos. También se le considera un navegador más transparente y seguro que a Chrome, también bloquea de forma automática los rastreadores de publicidad, tenemos un mejor control de nuestros datos, etc.
Aún le queda camino que recorrer a Microsoft Edge si quiere hacerle sombra a Google Chrome, pero lo cierto es que Google no debería relajarse mucho, si no quiere perder estatus, tampoco excederse creando monopolios.