Entre ideas sobre una “extorsión nuclear” e indignación por el asesinato de un líder supremo iraní, Estados Unidos e Irán siguen enfrentándose debido a un plan de acción incumplido que es parte del acuerdo nuclear entre varios países, aunque las tensiones podrían cesar con la llegada de Joe Biden a la presidencia, informó AFP y EFE.
MIRA: Irán acusa a Europa de apoyar a un “matón de colegio” en disputa con Trump por acuerdo nuclear
El acuerdo, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA por sus siglas en inglés), entró en vigor el 16 de enero de 2016, seis meses después de su firma en Viena entre Irán y seis grandes potencias (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, el Reino Unido y Alemania).
Hoy se cumplen casi cinco años de haberse implementado, y lo único que se observa es que los últimos pasos dados por Irán para impulsar su programa atómico han debilitado el pacto diplomático.
Mientras el secretario de Estado saliente de Estados Unidos, Mike Pompeo, llama a Irán “la nueva sede central” del grupo terrorista Al Qaeda, Irán aumenta su producción de uranio enriquecido al 20 % de pureza (violación del acuerdo). Una cuestión calificada por Donald Trump como una “extorsión nuclear” hacia su nación. Y las tensiones continúan elevándose.
¿PERO POR QUÉ SURGE LA TENSIÓN?
Para impedir que Irán desarrolle la bomba nuclear, el JCPOA había ofrecido levantar las sanciones internacionales a ese país a cambio de que limitara el programa de tecnología nuclear que desarrolla desde mediados del siglo XX.
Sin embargo, incrementaron las tensiones con la retirada unilateral de Washington del JCPOA, por decisión de Donald Trump, el 8 de mayo de 2018, lo cual dejó el pacto en la cuerda floja. Se volvieron a imponer sanciones económicas a Irán.
Al no lograr el resto de los firmantes del JCPOA contrarrestar las sanciones estadounidenses, Irán comenzó a reducir de forma gradual sus compromisos nucleares en 2019. Algunas de las medidas adoptadas fueron el enriquecimiento de uranio a una pureza mayor de lo permitido en el pacto nuclear y el uso de centrifugadoras avanzadas.
Las decisiones de Teherán se hicieron más drásticas tras el asesinato en noviembre de 2020 del destacado científico iraní Mohsen Fajrizadeh (por presunta decisión de Washington), que era considerado por Occidente e Israel el responsable del supuesto antiguo programa secreto persa para desarrollar armas nucleares.
“No tenemos ninguna prisa para que Estados Unidos regrese al JCPOA. Lo que queremos, y nuestra lógica demanda, es el levantamiento de las sanciones”, subrayó en su último discurso el líder supremo iraní, Alí Jameneí, dirigiéndose al presidente estadounidense electo, Joe Biden.
Según reportó EFE, las autoridades persas aseguraron que quieren mostrar su capacidad para “reactivar con rapidez su programa atómico” y también “forzar a Joe Biden a solo centrarse en el contencioso nuclear”.
¿QUÉ OPINA BIDEN?
Por su lado, Biden ha asegurado que Estados Unidos regresará al JCPOA si Irán cumple totalmente con sus compromisos, pero también ha abogado por renegociar algunos puntos del acuerdo e incluir otros asuntos, como el programa de misiles balísticos iraní.
Teherán se niega a abordar estos puntos y, de hecho, probó desafiante en esta jornada durante unas amplias maniobras militares varios de sus misiles balísticos de nueva generación.
“Los europeos y los estadounidenses deben saber que no renegociaremos lo que acordamos una vez”, advirtió hace unos días el jefe de la diplomacia iraní, Mohamad Yavad Zarif, quien rechazó “agregar nuevas condiciones para el levantamiento de las sanciones”.
“Nuestra respuesta es clara y sencilla. Si ustedes cumplen con todas sus obligaciones (eliminar las sanciones), nosotros también cumpliremos con todos nuestros compromisos”, aseveró la semana pasada el presidente iraní, Hasan Rohaní.
En tanto, los firmantes del pacto nuclear aún tienen esperanza para retomar el acuerdo.
Francia, Alemania y el Reino Unido denunciaron este mes que ese 20 % de enriquecimiento puede hacer peligrar la “importante oportunidad” de reconducir el JCPOA por la vía diplomática con Joe Biden.
Una oportunidad que comparte el analista del Centro de Estudios Estratégicos de Oriente Medio de Teherán, Ardeshir Pashang, quien destacó que Biden, como vicepresidente de Barack Obama, fue “miembro del equipo que creía en eliminar las tensiones con Irán y llegar a un acuerdo”.
URANIO Y CENTRIFUGADORAS
Este mes, Irán empezó a producir uranio enriquecido al 20 % en la planta de Fordo, una pureza que había alcanzado antes de la firma del JCPOA. Se trata de la mayor violación del pacto llevada a cabo por Irán, que desde 2019 ya superaba el límite del 3,67 %, pero solo al 4,5 %.
El 20 % de pureza sigue siendo inferior al 90 % necesario para fabricar una bomba nuclear, pero el portavoz del Organismo de Energía Atómica de Irán (OEAI), Behruz Kamalvandí, afirmó que su país puede enriquecer “fácilmente a incluso más del 60 %”.
Esta decisión vino en cumplimiento de una ley aprobada recientemente por el Parlamento de Irán, a la que se opuso el Gobierno por considerarla dañina para la diplomacia con la futura administración de Joe Biden.
El Parlamento iraní, dominado por los conservadores, ordenó asimismo emplear al menos a 1.000 centrifugadoras avanzadas en la instalación de Natanz, en otra vulneración del JCPOA, que solo permite a Irán usar las de primera generación, y limitar las inspecciones del OIEA.