La fabricación del Apple Car está pasando de mano en mano como un balón en un patio de colegios, y ahora resulta que el acuerdo inicial está a punto de romperse, ya que en Hyundai no están muy motivados con este proyecto.
Cuando surgieron los primeros indicios sobre el coche de Apple, todos estábamos muy ilusionados. Conforme iban pasando los días, las noticias del automóvil eléctrico y autónomo de Apple se iban sucediendo unas detrás de otras.
Poco a poco empezaba a haber luz al final del túnel con respecto al Apple Car. Se barajaron muchos fabricantes, pero todos los rumores apuntaban a Hyundai, tanto es así que la noticia medio se confirmó.
Tiempo después, cambió de mano, aunque no llegó muy lejos, ya que un informe reveló las intenciones de que fuera Kia quién fabricara el coche de Apple. Haciendo un ejercicio de memoria, Kia pertenece a Hyundai, así que la fabricación del coche se mantenía dentro de las líneas del supuesto primer acuerdo y si lo hacía Kia, Apple podría fabricar su vehículo en los Estados Unidos.
Ahora la historia da un giro, y vuelven a surgir rumores. En este caso las informaciones no son positivas para Apple, ya que varios ejecutivos de Hyundai no están muy conformes con la idea de tener que fabricar el coche de Apple.
Los ejecutivos piensan que al ser Apple una empresa con una fabricación tan masiva, eso podría perjudicarles a ellos, en lugar de beneficiarles. Este es el miedo principal al que se enfrentan en Hyundai.
Las informaciones relatan que están dando vueltas a la idea de si deberían o no ayudar a Apple en su tarea de fabricar el coche. Añaden que «no somos una empresa que fabrique coches para terceros». Además, creen que, aunque Apple sea una empresa consolidada y segura, no siempre trabajar con ella dará buenos resultados.
Es cierto, a modo de opinión, que si el grupo Hyundai ayuda a Apple a fabricar su coche, estarían competiendo con ellos mismos. Y más teniendo en cuenta las rivalidades tan fuertes que hay en el sector del automovilismo.
Pero los favores, acuerdos y colaboraciones siempre se han dado. Sin ir más lejos, Sony vende sensores fotográficos a multitud de fabricantes de móviles. Es más, las pantallas del iPhone y del iPad están suministradas por Samsung y LG, así como otros componentes y acuerdos entre empresas.