La DGT aclara cómo y por qué se establecen ciertos límites de velocidad que en ocasiones consideramos injustos | Motor

Nunca llueve a gusto de todos y es habitual escuchar a los conductores quejarse de las normas de circulación. Sin embargo, la DGT quiere dejar claro que todas las normas tienen su razón de ser.

En el año 2019, la velocidad excesiva en carretera influyó en el 23% de los accidentes mortales de tráfico. Aunque sea obligatorio, la DGT quiere dejar claro los motivos por los que en determinados tramos la velocidad límite se reduce para conciencia a los conductores y que respeten las normas. 

Por lo general, el límite de velocidad es de 120 km/h en autopistas y autovías y 90 en las carreteras convencionales para turismos y motocicletas. Los autobuses y otros vehículos de mayor tamaño tiene unos límites más estrictos. Aún así esta velocidad puede cambiar según varias condiciones que es importante conocer. 

No todos los tramos  de una misma carretera se permite circular a la velocidad máxima, esa reducción temporal trata de garantizar precisamente que la conducción y la posible frenada sigan siendo cómodas y seguras. Ese cambio de velocidad se ha calculado mediante una norma matemática. 


Los radares forman ya parte de las carreteras españolas, los conductores se han acostumbrado a convivir con ellos a pesar de lo mal que sienta que te multen. Sin embargo, muchos no son realmente conscientes de todo lo que son capaces de hacer estos dispositivos. 

La DGT explica que para reducir el límite de velocidad en algunos tramos se utiliza «una fórmula matemática que fija cuál debe ser la velocidad máxima en un determinado tramo de carretera«. Se tiene en cuenta variables como la capacidad de percepción y reacción del conductor, la capacidad de frenado del vehículo, el coeficiente de rozamiento y la visibilidad geométrica de la carretera, y más.

Estas son las principales circunstancias en las que los conductores detectarán que el límite de velocidad es más bajo durante ese tramo y deben reducir la marcha y extremar las precauciones: 

  • Cuando disminuye la visibilidad, por ejemplo, en las curvas.
  • En los cruces de carretera, incluso cuando se tiene preferencia de paso. En este caso debe existir la visibilidad suficiente como para que los conductores que tienen prioridad puedan detenerse con seguridad si ven que otro vehículo está cruzando de manera imprevista.
  • Por motivos de seguridad vial. Cuando las condiciones de la vía no son seguras por baches, condiciones meteorológicas peligrosas, una mayor presencia de vehículos pesados como los camiones o retenciones frecuentes.
  • Cuando la carretera está en obras.
  • En travesía. Su velocidad máxima es de 50 km/h, pero esta puede cambiar » en función de la configuración de la población, y previo acuerdo del titular de la vía y de la autoridad municipal». 

La DGT recuerda que la velocidad más recomendada y segura cuando se circula entre peatones y ciclistas es únicamente de 30 km/ h

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