Nuevo Amazon Fire TV Stick, análisis y opinión | Tecnología

Cuando analizamos un dispositivo como el Amazon Fire TV Stick, nos gusta probarlo durante unos meses en un ambiente más… cotidiano, sin estar tan pendientes de él para, así, hacer un uso más convencional e idéntico al que cualquier usuario hará en su casa.

Sí, el análisis del nuevo Fire TV Stick sale algo tarde, pero en estos meses que llevamos con el dispositivo nos hemos dado cuenta de lo bueno, lo malo y, sobre todo, del punto fuerte de este dispositivo. 

Cuando analicé el Chromecast con Google TV lo puse en mi TV principal, la del salón. Se trata de un televisor que tiene Netflix y YouTube, pero que no es un SmartTV como tal al carecer de aplicaciones. Es 4K, es HDR y con un refresco de 60 Hz, por lo que el dispositivo de Google desbancó a mi Fire TV Stick original, que pasó al televisor de la cocina.

Se trata de un viejo televisor de 22″ que por no tener no estaba ni conectado a la antena, por lo que el Fire TV original era toda la fuente de entretenimiento en ese televisor. Y sí, es en el que he tenido conectado todo el tiempo el nuevo Fire TV Stick básico para realizar el análisis.

Por 39,99 euros, sigue siendo un rival prácticamente imbatible a la hora de convertir un televisor viejo en un SmartTV o, directamente, a la hora de permitir ver un contenido en un televisor al que no llegue la antena de televisión.

Dicho esto, os dejamos las características técnicas del dispositivo y nuestra opinión:

Análisis del nuevo Fire TV Stick por apartados:

Un viejo conocido que crece por dentro, pero no por fuera

Vamos a comenzar el análisis del Fire TV Stick hablando del diseño. Y es que, Amazon lanzó dos Fire TV Stick: el básico y el Lite. Los dos son calcados por fuera y, de hecho, son idénticos al modelo anterior.

Se trata de un rectángulo negro fabricado en plástico que tiene unas dimensiones de 86 mm de largo, 30 mm de alto y 13 mm de ancho. No son las medidas más cómodas para colocarlo en algunos televisores, pero Amazon suministra en el paquete un pequeño alargador flexible para el HDMI.

En uno de los laterales encontramos el puerto de alimentación, que sigue siendo microUSB. Es obligatorio tener conectado el Fire TV Stick a esta alimentación, ya que el HDMI, por sí mismo, no es capaz de suministrar la energía adecuada.

Amazon incluye tanto el cable USB como un adaptador de 5 W para alimentar el sistema y aquí tenemos un dato curioso: los puertos USB de mi Sony XF70 y de mi HX90 no son capaces de suministrar la energía adecuada, obligándome a «gastar» un enchufe en el adaptador de 5 W. Sin embargo, la vieja tele de la cocina con sus USB sí suministra la energía necesaria, por lo que el adaptador está en un cajón. 

Esto no es ni bueno ni malo, ya que depende del televisor y los televisores antiguos, por lo general, tienen unos USB algo más «solidarios» en cuestión de energía. 

En uno de los extremos tenemos el HDMI… y poco más, ya que realmente Amazon apostó desde el principio por la sencillez y sobriedad en el diseño de su Fire TV Stick y es algo que ha mantenido a lo largo de las generaciones (incluso cuando hablamos del 4K, que es idéntico en diseño, pero algo más grande).

El mando es la principal diferencia entre el modelo normal y el Lite

Lo que sí cambia respecto a la generación anterior es el mando. Y es que, pasamos de un mando que tiene lo justo para controlar el sistema a uno que es, básicamente, el del Fire TV Stick 4K. Esto significa que cuenta con puerto de infrarrojos para controlar el televisor y, además, micrófono para Alexa.

En términos de diseño es… bueno, más de lo mismo. Tenemos un mando que cuenta con unas formas redondeadas que se adaptan muy bien a la mano, unos botones de dirección en un módulo redondo con un botón en el centro para seleccionar contenido y, bajo estas «flechas» de dirección, los controles de sistema y navegación.

Tenemos el botón para ir atrás, el de volver al menú del dispositivo y el de opciones, así como los controles de reproducción de rebobinar y play/pausa. He de decir que no he usado estos nunca porque las flechas izquierda/derecha y el botón del centro funcionan para pausar y rebobinar.

Justo bajo estos botones encontramos el de subir y bajar el volumen del televisor, así como el de silenciar por completo. Es algo de lo más útil porque no vais a necesitar para esto el mando del televisor y, además, no os tendréis que mover del sitio para pulsar el botón físico del televisor.

Y, en la parte superior, vemos el botón de encendido del televisor y el botón que activa el micrófono. Se trata de un botón que hay que pulsar si queremos hablar con Alexa. Alexa está en el Fire TV, pero igual que ocurre en el nuevo Chromecast, el mando funciona como un micrófono que no está siempre escuchando, sino que debemos activar de forma manual.

Podemos dar órdenes de reproducción de contenido como «Alexa, pon X en Amazon Prime Video» o «Alexa, pasa de capítulo», pero también nos permite controlar aplicaciones como Spotify e, incluso, dar órdenes para controlar la domótica.

Si tenéis enchufes o lámparas inteligentes que están conectadas a la app Alexa del móvil, podéis dar órdenes de activación sin ningún problema y sin tener un Amazon Echo en esa habitación.

Eso sí, este mando es la principal diferencia entre el Fire TV Stick y el Fire TV Stick Lite. A nivel de hardware interno son prácticamente iguales (excepto porque el Lite no tiene Dolby Atmos), pero el mando del modelo Lite no cuenta con la posibilidad de encender/apagar el televisor y, tampoco, la opción para controlar el volumen.

Si estas opciones os dan igual y preferís ahorrar 10 euros, id a por el modelo Lite, pero en mi situación, ya que me parece un engorro tener el mando del televisor de la cocina por medio, prefiero tener todo en un solo mando, el del Fire TV en este caso.

Se nota la mejora en velocidad, aunque el arranque es algo lento

Ahora bien, las novedades no se limitan al mando, ya que en el interior tenemos un nuevo procesador que permite una mejor experiencia desde que pulsamos el botón de ‘encender’.

Se trata del SoC MediaTek MT8695D, un chip compuesto por un procesador de cuatro núcleos a 1,7 GHz y por una GPU IMG GE8330, todo ello acompañado por 1 GB de memoria RAM. Hay algunos juegos muy sencillos a los que vamos a poder jugar, pero realmente no es un dispositivo para eso y tiene la potencia justa para reproducir contenido a la máxima resolución que puede: 1.080p a 60 frames por segundo.

Es un hardware muy sencillo, pero mueve muy bien su sistema, Fire OS 7. Se trata de la última versión del sistema de entretenimiento de Amazon, por lo que no hay diferencia entre los dispositivos más potentes de la compañía y sus Fire TV Stick básicos. 

Antes de ver la experiencia con el sistema y el dispositivo, hablemos un poco de la interfaz. Realmente es muy sencilla, ya que lo que tenemos es un menú principal en el que se encuentran las diferentes aplicaciones instaladas divididas por categorías.

En la pantalla principal, por así llamarla, tenemos una fila con las últimas apps usadas y un panel, o ‘banner’ principal en el que se nos muestran recomendaciones. Por mi experiencia, no son recomendaciones personalizadas, algo que sí ocurre con el Chromecast con Google TV. 

Si vamos hacia la izquierda encontramos un buscador y, hacia la derecha, tenemos la sección de ‘Directo’, la de ‘Mis Vídeos’, ‘Películas’, ‘Series’, ‘Apps’ y ‘Configuración’.

Con el hardware que lleva, el dispositivo es rápido y fluido a la hora tanto de abrir aplicaciones como de desplazarse entre los menús, más rápido que la generación anterior aunque, eso sí, se sigue tomando su tiempo a la hora de encender. De hecho, el nuevo Fire TV Stick tarda 63 segundos por los 68 segundos del modelo anterior.

En este aspecto, no hay una mejora de velocidad, pero sí a la hora de navegar por las apps. Y en cuanto al contenido disponible, contamos con casi todas las principales aplicaciones de streaming como Disney+, Netflix, Filmin, Movistar+, Prime Video y Music (evidentemente), así como diferentes canales de vídeo bajo demanda de televisiones.

Falta HBO, sí, y no sabemos si con la llegada de HBO Max podremos verlo en nuestro Fire TV Stick, pero como se trata de una polémica por acuerdos comerciales y contenido, dudamos de ello…

Si hablamos de otro tipo de aplicaciones, las posibilidades se multiplican. Una de las mejores cosas de Fire OS es que podemos instalar tanto Kodi como Plex para mejorar las capacidades del dispositivo como reproductor, en primer lugar, y para montarnos un ‘Netflix casero’ con Plex.

Sin embargo, en un televisor como en el que tengo el Fire TV Stick, no necesito ni Kodi ni Plex, ya que el uso que estoy haciendo del dispositivo es el ‘nativo’, por así decirlo, con Disney+ para Los Simpson, Movistar+ para ver los canales de televisión (ya que, recuerdo, no llega la antena al televisor) y Dazn para ver el deporte mientras cocinamos o estamos tomando un aperitivo.

Y para terminar, hablemos de la conexión. En la anterior generación, en el mismo televisor y con una pared entre el router y el Fire TV, la conexión era buena, pero había veces que contenidos en streaming en directo, como puede ser un partido en Dazn, había ocasiones en las que se producían microcortes.

La antena Wi-Fi de dicho dispositivo era la que me jugaba la mala pasada, pero deben haber aumentado la potencia o reubicado el componente en el nuevo Fire TV Stick porque no he tenido ningún problema de conexión.

Órdenes por voz tanto al televisor como a los dispositivos inteligentes de casa

Ya he comentado, por encima, que gracias al nuevo mando podemos dar órdenes a Alexa sin necesitar un Amazon Echo en la misma habitación.

Hemos analizado varios altavoces inteligentes y son unos dispositivos que nos gustan. Considero que no son esenciales (como prácticamente nada), pero una vez lo tienes en casa… lo usas. En mi caso, tengo varios, uno en cada habitación, y son de lo más cómodos para poner alertas, temporizadores, dar información del tiempo, hacer listas, llamadas, encender y apagar las luces y otros electrodomésticos o poner música.

Vamos, que soy un ‘heavy user’ de los asistentes de voz y, de hecho, utilizo tanto Alexa como Siri y Google Assistant. Ahora bien, los encuentro muy útiles porque no tengo que hacer nada para que respondan a mi orden, pero en el caso del Fire TV Stick (o del nuevo Chromecast), debes pulsar el botón para hablar.

Ese botón funciona como el comando de activación del asistente y puede que muchos terminéis no utilizando Alexa debido a que tenéis que coger el mando y, bueno, para rebobinar con la voz… mejor rebobináis manualmente porque el mando lo tenéis que tener entre manos de igual forma.

Para lo que es útil es para ir rápidamente a series y contenidos de Prime Video. Por ejemplo, si estás en el menú, sabes que Supernatural está en Prime Video y quieres verla, dices «pon Supernatural en Prime Video» o «pon Animales Fantásticos y dónde encontrarlos» en Prime Video.

Es algo que funciona muy bien… en sus servicios (Video y Música), ya que en Netflix o Disney+ hay veces que acierta… y veces en las que no. También, como digo, vais a poder pasar de capítulo, o rebobinar, pero es mejor utilizar los controles del propio mando.

Y, como comentaba hace unos párrafos, al final es Alexa y funciona como lo hace la Alexa que vive dentro de los Echo. Puedo controlar el termostato, los enchufes y las luces IoT de casa de igual manera que con el resto de altavoces inteligentes. Es un extra que no molesta y que, además, no tiene un coste extra, ya que esta posibilidad está en todos los Fire TV Stick actuales.

Opinión del Amazon Fire TV Stick: prácticamente imbatible en su segmento de precio

Aunque el sistema sea estéticamente idéntico al del Fire TV Stick de anterior generación y el diseño sea calcado a excepción del logo de Amazon, la procesión va por dentro y esa mejora en velocidad y conexión a la red Wi-Fi hace que el nuevo dispositivo siga siendo uno de los mejores para convertir cualquier TV ‘tonta’ en una SmartTV.

Y es que, realmente, no había nada malo en el diseño del Fire TV Stick que obligara a Amazon a cambiarlo  y, además, teniendo en cuenta que es algo que va detrás del televisor y da igual que sea atractivo o más feo que un frigorífico por detrás, esa nula inversión en un rediseño permite que el precio se mantenga y que, incluso, se baje en el caso del modelo Lite.

Hace casi lo mismo, ya que Alexa es nueva en este Fire TV gracias a un mando que también se podía comprar por separado para el Fire TV Stick de anterior generación, pero se nota la mejora en lo que a velocidad se refiere. El mando, además, es de lo más cómodo al tener infrarrojos y permitir que controlemos tanto el encendido/apagado del televisor como el volumen. 

El hardware sigue siendo ‘justito’ para jugar a videojuegos y si lo queréis para esto, lo interesante es que podéis bajar la APK de Game Pass de Xbox para jugar por streaming, pero ahí tendéis que ir bajo vuestra cuenta y riesgo debido a que es una APK externa de una app que «necesita» los servicios de Google, algo que no tiene el Fire TV Stick. 

Tampoco es el mejor dispositivo para mandar contenidos del móvil al televisor. Sí, podemos decir que abra algo que estemos viendo en una app compatible del móvil en la tele o mandar fotos y vídeos a través de alguna app Miracast, pero no es tan directo como un Chromecast, ni tan bien integrado. Para eso… mejor comprar un Chromecast o bueno, optar por un sistema Android TV como el de Xiaomi.

Pero si lo que queréis es expandir la vida de un televisor 1.080p, el nuevo Fire TV Stick sigue siendo uno de los mejores dispositivos para ello. Es cierto que Xiaomi tiene un dispositivo prácticamente igual, pero con Chromecast y Android TV, pero también es verdad que Amazon lanza ofertas muy agresivas cada poco tiempo y por 30 euros el modelo Lite y 40 el modelo estándar, es algo difícil de rechazar.