Oppo Reno 4 5G, análisis y opinión | Tecnología

Hemos empezado la casa por el tejado con los análisis de los Oppo Reno 4, la verdad. El primero que analizamos fue el tope de gama en la familia, un Reno 4 Pro que probó mi compañera Marta y que nos dejó muy buen sabor de boca.

Después recibimos tanto el Reno 4 como el Reno 4Z, el del medio y el más «modesto» de los tres respectivamente y me decanté por el 4Z por su pantalla a 120 Hz. Ahora, sin embargo, es el momento de contaros mi opinión del Oppo Reno 4 5G, un móvil que comparte características de su hermano  mayor y que es un móvil con un diseño exquisito.

Os dejamos tanto el videoanálisis como un detallado texto en el que repasamos cada punto de un terminal que no es el más barato del mercado en su gama, pero que tiene un diseño que apuesta por el buen gusto, una cámara principal muy buena y una tecnología de carga que va a la velocidad de la luz.


Si acostumbras a comprarte un móvil por su cámara, hemos recopilado los smartphones del año pasado que sacan las mejores fotos. Ninguno de ellos te defraudará.

  Oppo Reno 4
Pantalla Panel AMOLED | 6,43″ | Resolución de 2.400 x 1.080 píxeles | 409 píxeles por pulgada | Relación 20:9 | El 84,7% del frontal es pantalla | Brillo típico de 430 nits
Procesador Snapdragon 765G
Memoria RAM 8 GB
Almacenamiento 128 GB UFS 2.1
Cámaras principales Principal de 48 Mpx f/1.7 con enfoque láser | Gran angular de 8 Mpx f/2.2 | Monocromo de 2 Mpx /2.4
Cámara frontal Principal de 32 Mpx f/2.4 | Profundidad de 2 Mpx f/2.4
Batería 4.020 mAh | Carga de 65 W | Cargador incluido
Sistema operativo Android 10 + ColorOS 7.2
Dimensiones y peso 159,3 x 74 x 7,8 mm | 183 gramos
Precio 479 euros en Amazon

Análisis del Oppo Reno 4 por apartados:

Cero pruebas, pero cero dudas: es de los móviles más bonitos del año

Vamos a empezar este análisis del Oppo Reno 4 5G hablando del diseño. Oppo es una compañía china y muchas veces, el usuario tiende a meter a todas en el mismo saco. Y no. De hecho, Oppo y Huawei son de esas compañías chinas que no pelean tanto en la mejor relación calidad/precio como en el campo de ofrecer algo bueno a un precio «de mercado».

Es algo que permite que veamos móviles de estas dos marcas, seguramente, más caros que otros de la competencia con los que comparten especificaciones, pero hay un elemento diferenciador que suele ser el diseño y los materiales. Y es que, para luchar en el segmento de la calidad máxima al precio más ajustado posible, el grupo BBK (Vivo, Oppo, OnePlus) tiene los realme.

En el caso dela familia Reno 4, ya hemos visto que la compañía ha echado el resto en el apartado del diseño. Es algo que dijimos tanto con el Reno 4 Pro como con el 4Z y que también se cumple en este terminal. Y los materiales también son TOP.

Tenemos un frontal de cristal, evidentemente, en el que destaca una pantalla de 6,43″ que ocupa el 84,7% del frontal. No tiene los marcos  más discretos del mercado debido a una barbilla demasiado pronunciada, pero no es una mala relación.

Los laterales son de aluminio y siguen ese patrón del Reno 4Z en el que vemos una clara división entre la parte trasera, el lateral y la parte frontal, como si de un sandwich se tratara, aunque se nota menos lla división al tacto que en su hermano menor, todo hay que decirlo.

Para terminar con el frontal, tenemos un doble orificio para las cámaras frontales y, aunque choca de inicio, lo cierto es que el diámetro de solo 3 milímetros de cada cámara hace que ese óvalo sea bastante discreto en el día a día. Y no, no hay problema alguno con las notificaciones.

 Los laterales, como digo, son de aluminio y, como suele pasar con los Oppo, no tenemos todos los controles en un solo lateral, dejando el de volumen en el izquierdo y el de bloqueo en el derecho. Esto no está mejor ni peor, ya que va en gustos, pero cuando lo apoyamos en un soporte es fácil que, dependiendo del lateral apoyado, bloqueemos el terminal… o bajemos el volumen al máximo.

En la parte inferior tenemos un micrófono y en la inferior otro micro, el único altavoz que tiene el móvil y el puerto USB Tipo-C, además de una ranura para DualSIM en la que no hay hueco para una microSD.

 Pasemos a la parte trasera porque tenemos un panel de finísimo cristal (no plástico que simula ser cristal) como material de la trasera. 

Es un cristal muy, muy delgado que permite mantener el peso en unos comodísimos 183 gramos que, teniendo en cuenta las dimensiones de 159,3 mm de alto y los 74 mm de ancho, sorprenden cada vez que tenemos el dispositivo entre manos.

 El módulo de cámara es alargado y similar al que tenemos en el modelo Reno 4 Pro y el acabado es realmente bonito, pero también muy sucio. 

Nuestro color es el Space Black y la verdad es que es un acabado en el que las huellas se quedan enseguida, pero bueno, estamos acostumbrados a esto y Oppo regala una funda transparente de silicona, por lo que el problema se mitiga un poco.

 Eso sí, llevar el móvil sin funda es una absoluta gozada porque es muy cómodo en mano y si añadimos la funda, se pierde la «magia» del grosor de 7,8 milímetros

Es uno de los móviles recientes más delgaditos, algo que juega a su favor en diseño y comodidad, pero que va en contra de la autonomía de una batería de 4.000 mAh de la que os hablaremos más adelante.

 Como digo, es un móvil atractivo que llama la atención por delante y por detrás y que, sobre todo, es muy cómodo en mano gracias a un grosor y un peso muy contenido. ¡Ah! No busquéis sensor de huella, ya que está integrado en la pantalla. 

Un buen panel AMOLED con huella en pantalla y doble orificio para la cámara

Pasemos a la pantalla, ya que es uno de los elementos que ha llamado mi atención en este terminal. Y es que, no estamos ante un mal panel, pero para ser AMOLED, no me ha sorprendido y aunque cumple para ver contenido y jugar, prefiero el IPS de su hermano menor, el Reno 4Z.

Vamos por partes. Estamos hablando de un panel de 6,43″, un tamaño que considero muy equilibrado para consumir contenidos tan distintos como los de una página web, un videojuego o YouTube. La resolución es la adecuada, ya que con una relación de aspecto de 20:9, estamos hablando de 2.400 x 1.080 píxeles.

Es una resolución FullHD+ que se traduce en 409 píxeles por pulgada. No es la densidad más generosa, pero no vais a distinguir píxeles a simple vista, algo que también se consigue gracias a unos iconos de aplicaciones muy bien diseñados por parte de Oppo.

 El panel AMOLED cuenta con unos buenos colores y ángulos de visión notables, pero no son los más generosos de su clase y, además, un IPS bien calibrado no se diferencia demasiado de este panel AMOLED

De hecho, el de su hermano Reno 4Z me parece un panel muy, muy similar a nivel de color aun teniendo una tecnología IPS, algo que permite que el refresco sea de 120 Hz en el caso de aquel terminal. 

 El Reno 4 se queda en los 60 Hz que, siendo sinceros, se empezaban a quedar cortos en 2020… y en 2021 deberían empezar a desterrarse de ciertas gamas en favor de los, como mínimo, 90 Hz.

 Me sorprende que Oppo, perteneciendo a un grupo empresarial que ha llevado los 90 Hz a la gama de móviles de 179 euros –el realme 7 que analizamos hace unos meses-, haya sido tan conservadora en el caso de este gama media que casi podríamos considerar media-premium por el resto de características.

No es una mala pantalla, en absoluto, pero las pantallas de los terminales del grupo BBK suelen «sorprender» y esta es una buena pantalla, pero no pasa de ahí. Por software tenemos algunos ajustes de personalización, pero en mi caso he dejado los colores más vivos, que es lo que viene por defecto, porque la opción ‘natural’ hace que la paleta de colores sea demasiado apagada.

Para terminar con la pantalla, debemos decir que el brillo típico es de 430 nits y aunque es correcto, me habría gustado que fuera algo más alto, sobre todo en condiciones de luz muy intensas en exterior. Eso sí, el sensor de regulación automática del brillo funciona de manera rápida y precisa.

El Snapdragon 765G se defiende muy bien con un ColorOS rapidísimo

Si nos vamos al interior, tenemos unas tripas muy parecidas a las de su hermano mayor, y estas son buenas noticias. Tenemos entre manos el Snapdragon 765G, un SoC que cuenta con un procesador de ocho núcleos formado por un núcleo a 2,4 GHz, otro a 2,2 GHz y seis a 1,8 GHz. La GPU es la Adreno 20 y tenemos 8 GB de memoria RAM.

 Es la única configuración de memoria RAM y lo cierto es que es uno de los mejores chips del mercado que tiene poco, o nada, que envidiar en la inmensa mayoría de operaciones a los Snapdragon 8XX, los de gama alta.

Antes de contaros que tal nuestra experiencia, os dejamos los resultaros de los test sintéticos y una comparativa con otros terminales:

  Oppo Reno 4  Oppo Reno 4Z Oppo reno 4 Pro Redmi Note 9T Redmi Note 9 Pro Redmi Note 9S realme 7
Procesador SD 765 Dimensity 800 SD 765 Dimensity 800U SD 720G SD 720G MTK G95
Geekbench 4 Single 2.887 2.525 2.844 2.639 2.638 2.551
Geekbench 4 Multi 7.375 8.696 7.237 6.997 6.978 7.612
Geekbench 5 Single 616 518 598 601 567 564 537
Geekbench 5 Multi 1.803 2.161 1.765 1.794 1.768 1.709 1.678
3D Mark (OpenGL | Vulkan) 3.278 3.284 2.499 | 2.356 2.466 | 2.335 2.810 | –
AnTuTu 325.121 309.446 323.134 294.894 262.461 249.809 291.085
PC Mark 7.998 7.720 7.803 8.780 7.772 7.473 9.690

Como veis, está por encima, curiosamente, del resto de la familia, aunque vemos que el SoC Dimensity 800 de MediaTek hace un magnífico trabajo en las operaciones multinúcleo, algo que favorecerá la competencia en la gama media y media-premium.

Es un terminal con una potencia más que suficiente para la inmensa mayoría de usuarios y nosotros no hemos tenido problema alguno ni con juegos exigentes ni con aplicaciones pesadas. En el día a día, evidentemente, el móvil va suave y muy rápido, pero con apps como Photoshop Express, trabajando con archivos RAW de unos 50 megas, también se porta a la perfección.

Pese a su grosor, no hemos notado calentamiento más allá del caso concreto de Genshin Impact. Se trata de un juego que es de los más exigentes en móviles ahora mismo y es el que lleva al límite el SoC de Qualcomm y con el que hemos notado un ligero aumento de temperatura en la parte trasera superior central, donde está el SoC.

Por otro lado, completando el hardware, tenemos la memoria de 128 GB UFS 2.1. Nos habría gustado encontrar un estándar más avanzado para que el móvil fuera más rápido en algunas tareas (exportación de datos pesados o carga de apps pesadas), pero estamos hablando de una de las implementaciones más rápidas de este tipo de memoria gracias al buen trabajo del hardware más el software:

  Oppo Reno 4 Oppo reno 4Z Oppo Reno 4 Pro Redmi Note 9T Redmi Note 9 Pro Redmi Note 9S realme 7
Escritura secuencial 316 MB/s 157,41 MB/s 335,66 MB/s 307,97 MB/s 102,88 MB/s 186,44 MB/s 145,95 MB/s
Lectura secuencial 566,38 MB/s 488,54 MB/s 675,22 MB/s 692 MB/s 420,32 MB/s 340,87 MB/s 233,69 MB/s
Escritura aleatoria 20,71 MB/s 23,50 MB/s 16,14 MB/s 17,73 MB/s 19,29 MB/s 19,44 MB/s 17, 19 MB/s
Lectura aleatoria 14,36 MB/s 15,51 MB/s 12,22 MB/s 16,74 MB/s 14,06 MB/s 15,82 MB/s 4,89 MB/s
Velocidad de copia en memoria 5,77 GB/s 6,10 GB/s 6,11 GB/s 5, 29 GB/s 4,75 GB/s 4,89 GB/s 4,9 GB/s

Y si hablamos del sistema, tenemos ColorOS 7.2 con Android 10. Va siendo el momento de empezar a exigir Android 11 de serie, pero lo cierto es que la capa de personalización de Oppo tiene… bueno, tantísima personalización que poco queda del sistema base.

Es una capa muy, muy rápida que se aprovecha mucho mejor con los 90 o 120 Hz de refresco de sus hermanos de familia, pero que a 60 Hz también brilla gracias a unas buenas animaciones y a unas transiciones que nos «engañan» para que pensemos que le móvil va más rápido aún.

Tenemos Google Discover, muchísimas opciones de personalización de iconos y de las pantallas principales, las animaciones son rápidas, la multitarea está bien gestionada y nos permite cambiar con rapidez de aplicación, no «mata» enseguida las apps en segundo plano y los gestos son muy precisos.

 Me gusta especialmente esa especie de barra de atajos que, como la de los Galaxy (por cierto, ya hemos analizado tanto el Galaxy S21 Ultra como el S21+) nos permite colocar una serie de aplicaciones en una barra lateral para poder acceder a ellas rápidamente.

Sobre la seguridad, tenemos tanto la huella en pantalla como un sistema de desbloqueo facial con la cámara frontal. Los dos métodos funcionan muy bien, son rápidos y precisos, pero, eso sí, hay que apoyar la yema en el punto exacto.

Y algo que llama la atención es que, igual que en el Reno 4Z, con muy baja luz ambiental el desbloqueo facial sigue funcionando muy bien.

Si queréis un móvil estable y potente, y eso es lo que primáis en los dispositivos, que no os dejen tirados en el día a día, Oppo ha hecho un muy buen trabajo esta generación y cualquiera de los Reno 4 os satisfará.

Un sensor principal más que correcto con un enfoque láser muy eficaz

Si la pantalla, aun cumpliendo de manera más que correcta, no es un componente que me haya sorprendido, tengo que decir lo contrario del apartado fotográfico de este Reno 4. La cámara principal de los otros dos Reno 4 ya nos dejó muy buen sabor de boca en condiciones de buena luz debido, sobre todo, a los colores que obtenemos con ella.

 El procesado satura un poco algunos tonos, pero lo cierto es que el aspecto general de la fotografía es muy fiel a la realidad, y eso es bueno porque hay personas que prefieren esos tonos menos «radioactivos» y, además, si queréis algo más contrastado y vivo, siempre hay más margen de retoque con una foto, de base, más plana.

El sensor principal es Sony IMX589 con apertura f/1.7 y un tamaño de sensor de 1/2″. Es, como digo, un buen sensor que cuenta con 48 megapíxeles y que permite, mediante la técnica del Pixel Binning, agrupar cuatro píxeles para formar uno mayor, dando como resultado una imagen de 12 megapíxeles.

Está acompañado por un gran angular de 8 Mpx con apertura f/2.2 y por una cámara monocromática de 2 megapíxeles. Esta cámara ya os adelanto que no solo no la vais a usar por la calidad de la foto resultante, sino porque está muy escondida en el menú. 

Algo que me ha gustado mucho de la cámara es que la principal cuenta con enfoque LDAF. Tiene un pequeño sensor láser que es el que se encarga de medir la distancia del móvil al objeto a fotografiar, lo que se traduce en un enfoque rapidísimo tanto en vídeo como en fotografía.

Es un enfoque muy preciso y para tomas cercanas funciona de maravilla.

Antes de pasar a los ejemplos de fotografías, hablemos un poco de la aplicación. Se trata de una app que demuestra ell buen hacer de Oppo en materia de software. Es simple e intuitiva casi para todo y la verdad es que, en mi opinión, no os va a costar dominarla, algo importante porque cuanto más automatizado tengáis todo en la cabeza, más rápido seleccionaréis el modo correcto para hacer las fotos.

Es una app estable que, durante las tres semanas que tuvimos el terminal, no nos ha dado ningún problema, aunque no es perfecta. Algunos elementos están algo escondidos y no me gusta que te muestre un 5x en la interfaz. 

Esto significa que el móvil  hace un zoom de cinco aumentos, pero es digital. El 2x tiene sentido porque la resolución maneja bien  el recorte, pero el 5x no me gusta nada. Dicho esto, os dejamos unos ejemplos de las cámaras y os recordamos que en este enlace tenéis las fotos originales sin  comprimir.

Si nos vamos a la fotografía diurna con el Reno 4, tenemos unos resultados que me gustan. Como decía antes, los colores no son los más saturados ni son  las fotos más espectaculares que hemos visto recientemente tras el procesado, pero me gusta la tonalidad más «realista».

El nivel de detalle es muy  bueno, saca buen detalle de las sombras, no quema con facilidad las altas luces  y, en general, son fotos muy agradecidas para redes sociales.

Sin embargo, tiene el mismo problema que el Reno 4Z. El procesado es demasiado agresivo en cuanto las condiciones de luz no son las idóneas y el ruido aparece con facilidad tanto en las fotografías en interior como en las nocturnas.

 

 

 En la fotografía nocturna, de hecho, tenemos unas texturas que se empastan, dando ese típico efecto acuarela. Además, por mi experiencia, el procesado suele irse a esos tonos anaranjados.

La noche es el terreno más complicado para cualquier cámara, está claro, y es el territorio en el que los gama premium demuestran el por qué de la diferencia de precio, pero tampoco es oro todo lo que reluce y  hay móviles de más de 800 euros que no dan con la tecla de noche.

 

 

 

Para fotografía diurna, eso sí, la cámara del Reno 4 me ha encantado.

Si  nos vamos al gran angular, tenemos un sensor que… bueno, cumple. No distorsiona la imagen pese a su angular de 119º, pero los 8 megapíxeles hacen que la nitidez sea justita, algo que juega en contra de imágenes en las que haya mucha  vegetación, por ejemplo. 

 

 

 

 

 Se maneja algo peor con las sombras, pero de día cumple. Eso sí, de noche vamos a tener lo comentado con el sensor principal, pero acentuado debido a una apertura más pequeña.

Ahora bien, ¿qué pasa con el vídeo? No tenemos un sensor estabilizado de manera óptica, pero aun así leemos en el módulo de cámara esa frase que reza «vídeo superestabilizado». Y, la verdad, el estabilizador electrónico sorprende para muy, muy bien.

Es verdad que seguimos sin poder grabar a 4K60, teniendo como máximo 4K30, pero los colores, la nitidez y, sobre todo, la estabilización son elementos que brillan en este móvil.

Si  en  el modo «normal» estabiliza bien, lo impresionante es ver el vídeo a 1.080p ‘Superestabilizado’. Es un modo que graba a 4K, pero aplica un recorte de cuatro veces para conseguir esa imagen superestabilizada.

Andando por la calle a un ritmo no muy tranquilo, los resultados son espectaculares.

Y si pasamos al frontal, tenemos unos resultados que… no están mal, la verdad. Hay nitidez, buen manejo  del balance de blancos y un retrato más que correcto que se aprovecha tanto del software como de las dos cámaras frontales.

 

 En definitiva, un apartado de cámara que me ha sorprendido tanto en el selfi como en el vídeo y la captura con la cámara principal. Son fotos que he subido tranquilamente a mi Instagram (donde me vengo arriba un poco con imágenes más… ‘artísticas’ ) y que, como veis, cumple de lujo con ese uso de fotos para redes sociales o para guardar en el recuerdo.

El gran angular está por si lo necesitamos en alguna ocasión y tenemos ese sensor monocromático que sobra completamente y que hace que extrañe el tele del Reno 4 Pro. Aunque bueno, ese objetivo 2x es la excusa del Pro para ser… bueno, ‘Pro’.

El grosor condiciona la batería y sus 4.020 mAh, pero la carga de 65 W es espectacular

Hemos llegado hasta aquí describiendo uno de los móviles más equilibrados de los últimos meses, pero también uno de los más delgadito y, como hemos visto en otros ejemplos -los iPhone- el grosor o es, actualmente, enemigo de una batería grande.

 Y, efectivamente, Oppo se planta con una familia cuya autonomía está condicionada por los 7,8 milímetros de grosor. La batería es de 4.020 mAh, una cifra que se antoja corta hoy día, pero que no está tan mal si pensamos que no tenemos altas frecuencias de pantalla.

Con el uso diario con 5G, Bluetooth siempre activo, redes sociales, mucho YouTube, fotos ocasionales y el sensor de brillo automático hemos tenido casi siete horas de pantalla. No es demasiado teniendo en cuenta esos 60 Hz, pero si la pantalla fuera a 90 Hz, seguramente el tiempo de uso diario se habría reducido drásticamente.


Un smartphone es un auténtico ordenador, agenda, comunicador social, una multiherramienta que cabe en la palma de la mano. Pero tiene un importante limitación, su autonomía. ¿Exísten trucos para cargar la batería del móvil más rápido?

Vamos a llegar al final del día sin problemas, sobre todo usuarios con un uso menos exigente o intensivo, pero hay que tenerlo en cuenta. Eso sí, lo bueno es que tenemos un sistema de carga espectacular.

El 35 minutos tenemos el 100% de la batería gracias a un cargador incluido en la caja que tiene una potencia de 65 W. Si necesitáis una «enchufada» rápida en un momento dado porque veis que no llegáis al final del día, en poco más de diez minutos tenéis el 50%, una absoluta barbaridad.

Oppo continúa explotando su tecnología SuperVOOC y lo que realmente tenemos para alcanzar este nivel de carga son dos baterías de 2.010 mAh cada una.

Un sonido que cumple y tenemos 5G

Y con el sonido tenemos algo similar a lo que ocurre con la batería: cumple, pero no destaca. Tenemos un solo altavoz y era una decisión que entendíamos en el Reno 4Z, pero que nos cuesta más en este Reno 4. 

Estamos hablando de una gama superior, de un móvil muy bueno para consumir videojuegos y series y, sobre todo, hay móviles más baratos que cuentan con un segundo altavoz. El sonido que produce es claro y limpio, pero le falta algo de potencia general y, sobre todo, unos graves más contundentes. 

Esto también puede ser algo condicionado por el tamaño y os dejamos un ejemplo a continuación:

El Reno 4, a diferencia del Reno 4Z, no tiene jack de auriculares, pero lo cierto es que agradezco el detalle de la compañía de incluir unos auriculares con USB Tipo-C. Evidentemente, no son los mejores auriculares de la historia, pero están cuidados en diseño y no deja de ser algo útil para muchísimos usuarios.

En una época en la que los cargadores y los auriculares en las cajas de los móviles están abocados a la extinción, es algo que nos gusta seguir encontrando.

Y sobre la conectividad, lo cierto es que tenemos un apartado de lo más completo, como el resto de la familia. Contamos con NFC, tenemos Wi-Fi 5, Bluetooth 5.1 y conexión DualSIM 5G tanto SA como NSA. En este sentido, no podemos pedir más al terminal de la compañía china. Sí, el Wi-Fi 6 habría estado bien, pero es algo que de momento no considero obligatorio en los móviles de esta gama.

Opinión del Oppo Reno 4 5G: Oppo sigue apostando por un diseño premium para destacar en la gama media

Llegamos al final del análisis del Oppo Reno 4 5G y tenemos claro que  es uno de los mejores móviles de gama media que han salido estos últimos meses. Es un terminal que no tiene nada que demostrar ni en potencia ni en estabilidad gracias tanto al Snapdragon 765G como a ColorOS 7.2 respectivamente.

MediaTek se ha puesto las pilas con el Dimensity 800 que monta el Reno 4Z, pero tengo la sensación de que, en optimización y consumo, el Snapdragon sigue siendo algo mejor. Aunque, eso sí, se agradece  que no haya mucha diferencia entre procesadores de la misma gama, pero de distintas compañías. 

El SD 765G nos permite ejecutar cualquier app que queramos y la memoria, aunque es UFS 2.1, es uno de los módulos ‘buenos’ de ese tipo de memoria. Solo hemos visito que el SoC sufra con Genshin Impact, pero es algo normal debido a lo exigente que es ese juego.

ColorOS también se porta de maravilla y es un sistema muy estable con multitud de elementos de personalización y unas animaciones y multitarea que hacen que el móvil vaya muy fluido pese a tener una pantalla a solo 60Hz.

Y ese es uno de los puntos ‘regulares’ que encuentro en el dispositivo. Se trata de un móvil de casi 500  euros que, viniendo de una familia como la de BBK que tiene terminales por 179  euros con pantallas a 90 Hz, debería tener una pantalla con más refresco.

El panel es AMOLED y eso juega a favor del contraste, la profundidad de los negros y los ángulos de visión aunque, realmente, no me ha sorprendido demasiado en tema de reproducción de color. Es un  panel AMOLED que cumple, pero  que no llama la atención.

Todo lo contrario pasa con una cámara frontal y trasera que tiene un muy buen enfoque, nitidez y que maneja muy bien tanto el balance de blancos como las texturas y los detalles de las altas luces y las sombras.

Es, a fin de cuentas, un móvil precioso en diseño y muy equilibrado en  todos los aspectos que ‘pincha’ en autonomía debido a una batería condicionada por los 7,8 mm de grosor, pero que tenemos cargada al 100% en 35 minutos gracias al cargador de 65 W integrado.

No es el gama media más barato, pero si queréis un terminal que destaque en diseño y no decepcione en todo lo demás, debéis prestar atención al  dispositivo. Oppo no es la compañía que lanza móviles más baratos y se han desmarcado, clarísimamente, de la competición en la relación calidad/precio, pero está haciendo muy bien las cosas.

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