Ya tenemos matrículas verdes, rojas, azules… Pronto podríamos tener otra más, aunque de momento no se sabe su color. Será para un tipo de coche que nos encanta ver en la carretera.
Los coches son vehículos que ya tienen más de 100 años, y su diseño ha evolucionado de forma radical en las últimas décadas. La línea de un Ford o un Citroën actual no tiene nada que ver con la de hace 50 años. Por eso nos llama la atención cuando vemos pasar al lado de la ventanilla un Seat 600 o un 4 latas de hace unas décadas.
Los coches de más de 30 años pueden solicitar lo que se llama matrícula histórica, que tiene algunas ventajas, pero también mucho papeleo y una tasa elevada.
Según nos cuenta nuestra compañera Noelia López en Auto Bild, la DGT se ha reunido con la Federación Española de Vehículos Antiguos (FEVA) para crear una nueva matricula para coches históricos.
Según explica uno de sus representantes en Auto Bild: «el objetivo es simplificar y abaratar el proceso de matriculación histórica de forma que no queden fuera de él ningún vehículo en función de su valor. Se pondrán fin a muchos de los problemas que la afición por los vehículos de colección ha de afrontar y supondrá la homologación de nuestra legislación a la de los principales países vecinos de la Unión Europea«.
Los vehículos con matrícula histórica (es un papel adicional, no una matrícula física) tienen algunos privilegios, como pagar menos impuestos, no cumplir las normas anticontaminación, o poder circular en zonas que otros coches no pueden.
Pero también tienen obligaciones curiosas, como que el Estado puede pedirte prestado el coche para un acto oficial, exposición, etc., y estás obligado a prestárselo.
Pero no pienses que cualquier coche con más de 30 años ya se considera histórico. Solo ocurre con ciertas marcas y modelos que se consideran vehículos especialmente singulares o escasos.
También puede ser un modelo común, pero debe estar registrado en el Inventario General de Bienes Muebles de Patrimonio Nacional por ser un bien de interés cultural, ser de interés especial o haber pertenecido a alguna personalidad relevante.
El problema de la legislación actual es que exige mucho papeleo y hay que pagar una tasa elevada, que como mínimo alcanza los 600 euros.
Por eso la DGT se está planteando aprobar un nuevo tipo de matrícula histórica con menos papeleo y una tasa más barata, y con nuevas normas que igualen la legislación española con la europea. Las negociaciones ya están en marcha, así que es solo cuestion de tiempo.