INTA, así es el programa de investigación espacial de España | Tecnología

Aunque no se habla de ello con frecuencia, España ha sido un gran aliado a la carrera espacial. Hoy, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) puede presumir de haber llegado a Marte.

Cuando se habla de exploración espacial, cohetes, satélites y demás eventos espaciales en la historia, los investigadores españoles suelen aparecer pocas veces mencionados, pero la realidad es que su trabajo ha sido de gran importancia. Muestra de ellos es la historia del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA).

Desde la llegada por primera vez del hombre a la Luna en 1969, hasta el último aterrizaje en Marte este 2021, España ha estado involucrada en muchas de las grandes misiones espaciales. Toda esta historia se remonta casi 80 años atrás, cuando en plena Dictadura se planteó la necesidad de que España contará con un centro dedicado a la investigación aeronáutica.

El 21 de mayo de 1942 aparecía en el Boletín Oficial del Estado la creación del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial o INTA. Institución que sigue trabajando para colaborar en el desarrollo de tecnologías aeronáuticas en el siglo XIX, como el impulso de los drones y su uso tanto militar como empresarial.


Las misiones espaciales nunca son baratas, pero los costes de algunas son especialmente altos. 

Uno de los primeros hitos que se le pueden atribuir al INTA, tuvo lugar unos pocos años antes de que Neil Armstrong pisara la superficie lunar. En 1974 se producía el bautismo espacial de España, el cohete DELTA de la NASA, ponía en órbita al INSTASAT, el primer «made in Spain». Se trataba de un microsatélite con una vida útil de dos años, que se encargó del estudio de los electrones en la ionosfera mediante el llamado efecto FARADAY.

La colaboración entre España y la NASA se remonta casi a los inicios de la famosa agencia espacial estadounidense. Un año después de su creación (finales de los 50) ya trabajaban con ingenieros españoles para instalar la primera estación espacial en suelo español, en Maspalomas. Un punto estratégico para el primer alunizaje. También la estación de Buitrago ayudó a la NASA a estar en constante contacto con los astronautas que visitaban el satélite.

La historia del INTA está repleta de éxitos y fracasos. Se han dedicado a crear satélites, misiles, incluso cohetes espaciales INTA-100, INTA-300B, INTA-600, Argo y Capricornio. Estos son fruto del programa gubernamental Capricornio que nació en 1990 y se cerró en 2000, para el cual también se planeó la construcción del Centro de Lanzamiento Espacial de La Isla de El Hierro, las Islas Canarias siempre muy presentes en toda nuestra andanza espacial.

Otro hito de esta institución en los últimos años es la incorporación de Patricia Ortega, la primera mujer general de las Fuerzas Armadas que fue nombrada en 2019 como subdirectora general de Sistemas Terrestres del INTA. Este evento, pasó más desapercibido que la última gran colaboración de España con la NASA y que se ha celebrado por todo lo alto en 2021. 

El Perseverance llegaba en el mes de febrero a la superficie de Marte con un espectacular aterrizaje. A bordo existe una estación meteorológica MEDA (Mars Environmental Dynamics Analyzer) desarrollada
en España. Años antes, el Curiosity también portaba el REMS (Rover Environmental Meteorological Station), diseñados ambos por el Centro de Astrobiología del CSIC-INTA. A pocos meses de cumplir 80 años de vida, esta institución ha marcado un nuevo logro en su extensa historia y seguro que no será el último.

Deja un comentario