Tu lavavajillas tiene un filtro y tienes que limpiarlo: así debes hacerlo | Life

Por si no lo sabías, el lavavajillas tiene un filtro que hay que limpiar con frecuencia para que la máquina haga su función correctamente. Te explicamos dónde está y cómo tienes que limpiarlo.

Si cada vez que sacas los platos y vasos del lavavajillas notas que no están bien limpios, percibes malos olores en el interior de la máquina o ves que no desagua correctamente, el problema puede ser que el filtro está sucio.

¿No sabías que existía este elemento? No eres el único, hay muchísimas personas que desconocen dónde está y que no lo han sacado ni limpiado jamás. Y esto puede tener consecuencias fatales: más allá de que los platos no queden bien limpios o que se produzcan malos olores en el interior de la máquina, un filtro sucio puede ocasionar obstrucciones y otros problemas que terminen por romper el electrodoméstico

En caso de que acabes de enterarte de que existe este elemento, para echarte una mano vamos a explicarte dónde lo puedes encontrar y cómo limpiar el filtro del lavavajillas. Es una tarea muy sencilla, no te llevará mucho tiempo y te permitirá alargar la vida útil de tu electrodoméstico, así como conseguir platos más limpios y mejores resultados en general.

Por lo general, en la base de todos los lavavajillas hay dos elementos. Uno de ellos es el contenedor de la sal, que tiene una tapa que se puede desenroscar. El otro es el filtro del lavavajillas, que se trata de una pieza cilíndrica rodeada de una plancha metálica con pequeños orificios. 

El filtro se puede girar y extraer (si te fijas, en muchos modelos te indican hacia dónde debes girarlo). En caso de que no sepas cómo retirarlo, búscalo en el manual de instrucciones y, si no lo tienes, busca tu marca y modelo en internet para encontrar alguna referencia. 


Tu lavavajillas es mucho más útil y sirve para más cosas de lo que piensas. Te contamos algunas cosas sorprendentes que no te imaginabas que era capaz de lavar. 

Una vez que extraigas el filtro de lavavajillas, gira la pieza cilíndrica para separarla de la rejilla metálica. Después, pon el cilindro bajo el agua del fregadero y utiliza un cepillo suave para eliminar la suciedad y restos de comida. Agítalo para escurrir el exceso de agua, y ponlo a secar. 

A continuación, repite la operación con la rejilla, limpiándola con agua en el grifo y retirando los restos de suciedad con el cepillo. Por último, vuelve a montar el filtro y colócalo en su sitio.

Aunque muchos fabricantes recomiendan efectuar la limpieza solo con agua y un cepillo, hay quienes prefieren añadir un poco de jabón líquido para platos, unas gotas de vinagre o bicarbonato de sodio para que la limpieza sea más profunda. Si utilizas alguno de estos productos, es importante aclarar bien las piezas para que no haya problemas.

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