Más velocidad para la campaña de vacunación en Estados Unidos: el presidente Joe Biden anunció el martes que todos los adultos del país serán elegibles para inocularse contra el coronavirus (COVID-19) desde el 19 de abril, varios días antes del ambicioso objetivo anterior.
“Nuestro programa de vacunación está a toda marcha. Estamos haciendo más fácil acceder a una vacuna”, dijo.
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“Somos el primer país en administrar 150 millones de vacunas y el primer país en vacunar completamente a más de 62 millones de personas”, se congratuló el mandatario demócrata en un discurso en la Casa Blanca.
Con su anuncio, Biden adelantó la fecha antes estimada el 1 de mayo para poner fin a las restricciones por edad, estado de salud u otras categorías a quien quiera vacunarse contra el coronavirus.
Esto no quiere decir necesariamente que todo el mundo pueda vacunarse de inmediato, ya que la distribución continúa todavía en progreso.
Más temprano, Biden visitó un centro de vacunación en Virginia, en las afueras de Washington, y dijo que aunque lo peor de la pandemia “aún no ha terminado”, los inmunizantes sugieren que pronto acabará.
“Consiga una [vacuna] rápidamente. Así es como vamos a vencer esto”, señaló.
El presidente colocó inmediatamente la vacunación masiva en el centro de su agenda nada más llegar al poder a finales de enero, en un intento por frenar rápidamente la pandemia y relanzar la economía estadounidense.
El objetivo inicial de administrar un millón de dosis cada día fue superado ampliamente y el asesor de la Casa Blanca sobre la pandemia, Andy Slavitt, afirmó el lunes que Estados Unidos está “promediando ahora 3,1 millones de inyecciones por día durante el periodo de siete días más reciente”.
“Durante el fin de semana, hubo más de 4 millones de vacunaciones registradas en un solo día por primera vez”, agregó.
El objetivo original de la administración Biden era llegar a los 100 millones en sus primeros 100 días, el 30 de abril, pero fue ampliado hasta los 200 millones, cifra que podría ser también superada.
Alza de contagios
Este flujo de buenas noticias se contrapone, sin embargo, al aumento constante de los contagios de COVID-19 en el país, mientras algunos estadounidenses comienzan a bajar la guardia tras más de un año llevando mascarilla, manteniendo la distancia social y restricciones comerciales y de entretenimiento.
Rochelle Walensky, directora de los gubernamentales Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), alertó de que los jóvenes están en el centro de este resurgimiento.
“Estamos viendo que esto está ocurriendo predominantemente en los adultos jóvenes”, indicó Walensky el lunes. “Muchos de ellos, como destaqué, participan en actividades extracurriculares y deportes juveniles”.
A comienzos de marzo, Texas, el segundo estado más poblado del país, anunció el final del porte obligatorio de mascarilla y la reapertura total de los comercios. Otros estados siguieron su ejemplo o se aprestan a hacerlo.
En Florida, donde nunca fue obligatorio llevar tapabocas y los restaurantes y playas solo estuvieron cerrados durante tres meses, miles de estudiantes viajaron recientemente para pasar allí las vacaciones de primavera.
El martes, el gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que reabrirá completamente su economía para el 15 de junio si continúa el ritmo actual de vacunación, levantando todas las restricciones relacionadas con la pandemia en las empresas.
Biden, sin embargo, ha instado regularmente a los estadounidenses a que no se confíen frente al virus y a que sigan llevando mascarilla.
Casi 556.000 estadounidenses han fallecidos por COVID-19 desde el inicio de la pandemia, la cifra más elevada con diferencia de todo el mundo. El lunes, la Universidad Johns Hopkins registró 79.075 nuevos casos confirmados y 607 muertes.
Fuente: AFP