Investigadores de General Electric han conseguido crear unos sensores avanzados capaces de detectar la presencia de las nanopartículas de COVID-19 y otros virus, para alertar al usuario.
Desde los primeros lanzamientos de teléfonos inteligentes a la actualidad estos dispositivos han mejorado ostensiblemente, y no solo hablamos de procesadores o un diseño vanguardista, sino también de funcionalidades que nos permiten que nuestra vida sea mucho mejor, y en vista de que ya nada volverá a ser como antes, investigadores ya están trabajando en dotar a estos smartphones del futuro con características centradas en la salud.
Y es que la tecnología médica ha mejorado durante estas últimas décadas ofreciendo muchas de sus funcionalidades en relojes y también en teléfonos inteligentes con sensores de frecuencia cardíaca, sensores de medición de oxígeno en sangre o incluso monitores de ECG, y es probable que nuestros relojes y teléfonos móviles del futuro también lleguen con sensores capaz de detectar el COVID-19.
Así lo adelantan los investigadores de General Electric, que recientemente han recibido una subvención del Instituto Nacional de Salud para que sigan avanzando en el desarrollo de sensores que podrían integrarse en aparatos inteligentes como teléfonos y relojes para detectar el COVID-19 y otros virus que estén a nuestro alrededor.
El equipo está tan convencido de este avance, que afirma sin tapujos que estos sensores cuentan con las mismas capacidades de detección que los instrumentos analíticos más grandes y avanzados que se encuentran en un laboratorio. Afirman que podrían ajustar estos sensores para que sean capaces de aislar las partículas del virus sin interferencias de otros elementos y así identificarlas.
“Nuestros sensores son como sabuesos. Los capacitamos para que detecten una cosa específica, y pueden hacerlo bien sin que otra cosa le desvíe del camino”, afirma Radislav Potyrailo, científico principal de General Electric Research.
Pero no se trata de un invento que veamos a corto plazo, dado que ahora mismo el equipo está en la fase donde durante los próximos dos años irán refinándolo con la esperanza de colocarlo en los próximos teléfonos inteligentes del futuro o también en relojes. En todo caso esto no depende de ellos, y actores importantes como Samsung o Apple tendrían que dirigirse directamente a GE para incluir estos sensores en sus teléfonos y relojes.
Si en un futuro estos sensores llegan a nuestros dispositivos electrónicos, nos podrían enviar algún tipo de alerta si el sensor detecta la presencia de algún virus cercano a nosotros, para que salgamos inmediatamente del lugar.